Capítulo 28

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-Te juro que si a Iris le pasa algo Marie, no vuelves a ver a mis niñas, tanto Cristina como Irina se irán conmigo. Te lo juro Marie.

-Yo lo siento... yo... yo no sabia.

-Ese es el punto. ¡No sabes nada de tus hijas!

Mi cabeza daba vueltas y las voces lejanas era lo único que rondaba mis pensamientos, había comenzado a reaccionar y sentía mi cuerpo pesado, no podía ni siquiera abrir los ojos. No me sentía bien.

Mis párpados comenzaron a ceder lentamente me iba a mover pero había algo junto a mi que me lo impedía. Voltee rápidamente y me encontré con el rubio teñido cabello de Cristina, me recordó la época que eramos unidad, pero ya eso fue hace mucho.

Sentí una punzada en el brazo y note que había una canalización, mire por la ventana y el sol estaba pleno, era obvio que estaba en el hospital, odio los hospitales, demasiado para ser verdad.

-Cris... Crissy... Cristina -sentí a mi hermana moverse y reaccionar.

-Iris -se levantó rápidamente-. ¡Por fin reaccionas!

-Sed... -prácticamente no sentía la garganta, estaba totalmente seca.

-Llamare a la enfermera -corrió saliendo de la habitación.

Mire a mi alrededor, la habitación no era tan pequeña, tenia televisión, una puerta que asumo sera un cuarto de baño, un sofá y una silla junto a la camilla, gritaba hospital privado por todos lados por lo que asumía que la voz que había escuchado si era mi padre.

-Cielo -mire a la entrada y papa se acerco corriendo a darme un abrazo, detrás estaba la enfermera con Cristina.

-Me han dicho que tienes mucha sed -se acerco la mujer canosa con uniforme blanco-. Es totalmente normal -me entrego una botella de agua-. Tus signos están estables así que te dejare en buenas manos -me sonrió cariñosa antes de salir.

Abrí desesperada la botella y la puse en mis labios tragando lentamente, no es la primera vez que una cosa así me pasa y lo mejor para evitar mareos o vómitos de antibióticos es tomar lento.

-¿Estas bien amor? -papa me analizo el rostro-. Estas pálida.

-Es...estoy bi... -me aclare la garganta-. Estoy bien.

-Me alegra escuchar eso, llevas dos días durmiendo.

-¡¿Dos?!

-Si, dos de tus compañeras de la escuela han venido a visitarte -me sonrió.

-Dynna y Jenny, estuvieron llamandote -murmuro Cristina -. Decidí contestar porque fueron muy insistentes, les dije que te habías enfermado... no dije la razón, espero no te moleste.

-Esta bien Crissy... digo Cristina.

-Me alegra que estés bien cielo -papa envolvió a Cristina en un abrazo y tomo mi mano.

-No sabia que vendrías papi.

-Tenia que ver a mis niñas, aparte les traje regalos, y el nuevo teléfono de la compañía, su tía Ilena estaba loca porque lo tuvieran.

-Aquí esta tu móvil -Cristina se saco mi teléfono de su bolsillo-. Jack también a estado llamando, le he dicho que estabas en el hospital, me ha jurado que era por algo importante que debía hablar contigo.

-Esta bien -suspire-. ¿Cuando saldré?

-Mañana, he alquilado una casa y mientras este aquí ambas se quedaran conmigo.

-¿Que hora es?

-Poco mas de las cinco -murmuro Cristina.

-Vallan a casa, descansen, tengo mi móvil y puedo distraerme un rato antes de volver a dormir.

-No cielo, no te puedes quedar sola.

-Por fa, vallan, quiero estar sola, necesitó pensar.

-¿Segura? -papa suspiro rendido.

-Mucho.

-Bien -papa beso mi frente-. Mañana estaré aqui a primera hora.

-Chao Irina, nos vemos -Cristina medio sonrió y salio con papa.

Odio los hospitales, pero me desespera mas que esten conmigo, me hace sentir una carga.

Rápidamente desbloquee el móvil y aparecieron las llamadas, muchas perdidas de amigos de Grecia y algunas de Dynna y Jenn, también había un par de Jack.

«¿Que importante debes decirme?»

Teclee rápidamente hacia Jack, y la respuesta no se hizo esperar.

«Mama me ha obligado a invitarte a la boda de mi hermana. Debes acompañarme, ella esta emocionada, me entere de que estabas muriendo»

«Que sutil, no estaba muriendo... y con respecto a la boda, no lo se, no lo creo, aunque ahora si estoy muriendo, tengo mucha hambre»

«¿Hamburguesa vegetariana y coca-cola

«No me provoques mas hambre. MARDETO»

Deje mi celular a un lado, luego de diez minutos no me contesto nuevamente, mire a todos lados, una habitación blanca y neutral, que horror sobrevivir hasta mañana.

Veinte minutos después me volvió a contestar.

«La enfermera se deja sacar información fácil

«¿Que enfermera?»

«La de recepción»

-¿Crees que me de drogas si la beso? -levante la cabeza como acto reflejo y me encontré con los hermosos ojos azules.

IRIS GRIS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora