-Te juro que si a Iris le pasa algo Marie, no vuelves a ver a mis niñas, tanto Cristina como Irina se irán conmigo. Te lo juro Marie.
-Yo lo siento... yo... yo no sabia.
-Ese es el punto. ¡No sabes nada de tus hijas!
Mi cabeza daba vueltas y las voces lejanas era lo único que rondaba mis pensamientos, había comenzado a reaccionar y sentía mi cuerpo pesado, no podía ni siquiera abrir los ojos. No me sentía bien.
Mis párpados comenzaron a ceder lentamente me iba a mover pero había algo junto a mi que me lo impedía. Voltee rápidamente y me encontré con el rubio teñido cabello de Cristina, me recordó la época que eramos unidad, pero ya eso fue hace mucho.
Sentí una punzada en el brazo y note que había una canalización, mire por la ventana y el sol estaba pleno, era obvio que estaba en el hospital, odio los hospitales, demasiado para ser verdad.
-Cris... Crissy... Cristina -sentí a mi hermana moverse y reaccionar.
-Iris -se levantó rápidamente-. ¡Por fin reaccionas!
-Sed... -prácticamente no sentía la garganta, estaba totalmente seca.
-Llamare a la enfermera -corrió saliendo de la habitación.
Mire a mi alrededor, la habitación no era tan pequeña, tenia televisión, una puerta que asumo sera un cuarto de baño, un sofá y una silla junto a la camilla, gritaba hospital privado por todos lados por lo que asumía que la voz que había escuchado si era mi padre.
-Cielo -mire a la entrada y papa se acerco corriendo a darme un abrazo, detrás estaba la enfermera con Cristina.
-Me han dicho que tienes mucha sed -se acerco la mujer canosa con uniforme blanco-. Es totalmente normal -me entrego una botella de agua-. Tus signos están estables así que te dejare en buenas manos -me sonrió cariñosa antes de salir.
Abrí desesperada la botella y la puse en mis labios tragando lentamente, no es la primera vez que una cosa así me pasa y lo mejor para evitar mareos o vómitos de antibióticos es tomar lento.
-¿Estas bien amor? -papa me analizo el rostro-. Estas pálida.
-Es...estoy bi... -me aclare la garganta-. Estoy bien.
-Me alegra escuchar eso, llevas dos días durmiendo.
-¡¿Dos?!
-Si, dos de tus compañeras de la escuela han venido a visitarte -me sonrió.
-Dynna y Jenny, estuvieron llamandote -murmuro Cristina -. Decidí contestar porque fueron muy insistentes, les dije que te habías enfermado... no dije la razón, espero no te moleste.
-Esta bien Crissy... digo Cristina.
-Me alegra que estés bien cielo -papa envolvió a Cristina en un abrazo y tomo mi mano.
-No sabia que vendrías papi.
-Tenia que ver a mis niñas, aparte les traje regalos, y el nuevo teléfono de la compañía, su tía Ilena estaba loca porque lo tuvieran.
-Aquí esta tu móvil -Cristina se saco mi teléfono de su bolsillo-. Jack también a estado llamando, le he dicho que estabas en el hospital, me ha jurado que era por algo importante que debía hablar contigo.
-Esta bien -suspire-. ¿Cuando saldré?
-Mañana, he alquilado una casa y mientras este aquí ambas se quedaran conmigo.
-¿Que hora es?
-Poco mas de las cinco -murmuro Cristina.
-Vallan a casa, descansen, tengo mi móvil y puedo distraerme un rato antes de volver a dormir.
-No cielo, no te puedes quedar sola.
-Por fa, vallan, quiero estar sola, necesitó pensar.
-¿Segura? -papa suspiro rendido.
-Mucho.
-Bien -papa beso mi frente-. Mañana estaré aqui a primera hora.
-Chao Irina, nos vemos -Cristina medio sonrió y salio con papa.
Odio los hospitales, pero me desespera mas que esten conmigo, me hace sentir una carga.
Rápidamente desbloquee el móvil y aparecieron las llamadas, muchas perdidas de amigos de Grecia y algunas de Dynna y Jenn, también había un par de Jack.
«¿Que importante debes decirme?»
Teclee rápidamente hacia Jack, y la respuesta no se hizo esperar.
«Mama me ha obligado a invitarte a la boda de mi hermana. Debes acompañarme, ella esta emocionada, me entere de que estabas muriendo»
«Que sutil, no estaba muriendo... y con respecto a la boda, no lo se, no lo creo, aunque ahora si estoy muriendo, tengo mucha hambre»
«¿Hamburguesa vegetariana y coca-cola?»
«No me provoques mas hambre. MARDETO»
Deje mi celular a un lado, luego de diez minutos no me contesto nuevamente, mire a todos lados, una habitación blanca y neutral, que horror sobrevivir hasta mañana.
Veinte minutos después me volvió a contestar.
«La enfermera se deja sacar información fácil.»
«¿Que enfermera?»
«La de recepción»
-¿Crees que me de drogas si la beso? -levante la cabeza como acto reflejo y me encontré con los hermosos ojos azules.
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IRIS GRIS...
RomanceSus pupilas eran claras, grises y un poco extrañas; verlos era un delirio... Me perdí en un segundo en esos hermosos ojos que parecían quemarme, se tornaban tan fríos que por primera vez que me sentí intimidado. La mire fijamente y note como sus ce...