La gran oficina de la Doctora Morgan es grande y blanca, aunque una pared es rosada (odio ese color), a mi lado el estúpido pelinegro estaba gruñendo, y yo quería tomar uno de los hermosos bolígrafos que se encontraban en la mesa y atravesar su garganta.
─A ver chicos ─la rubia alta de ojos azules nos miraba alternadamente, analizando cada uno de nuestros movimientos─ ¿Porque están aquí? ─su pregunta me pareció ridícula y me cabreo un poco mas.
Definitivamente no ha sido un buen día.
*Flashback*
Cuando note que todos nos miraban y reían por nuestra pelea por la silla, pude ver también al Señor canoso con los brazos cruzados.
─Como parece que no se pueden poner de acuerdo con el asiento, espero que puedan conseguir uno nuevo en detención ─nos paso a cada uno un papel que hasta ahora note estaba en su mano.
Al caminar para salir del salón todas las miradas estaban en ambos.
─Fue tu culpa ─siseo cuando salimos del salón y yo lo mire con odio.
─Seras chulo ─mis palabras estaban teñidas de enojo y las ganas de hacerle algo malo al imbécil─. Πιστεύεται βλασφημία γελοίο, ηλίθιο και αλαζόνες (en español: maldito ridículo creído, imbécil y engreído)
─Είμαι ο αναιδής; ήσουν αυτός που δεν μου δίνουν καρέκλα μου! (¿Yo soy el engreído? ¡Tú fuiste la que no me dio MI silla!) ─y mi enojo creció. El estúpido sabe hablar Griego.
─Si, tú eres el engreído, ¡Yo me había sentado primero! ─estaba que echaba chispas, mi primer día y ya estaba en detención.
─Sabes que ya me hartaste ─comenzó a caminar por el pasillo.
─No me puedes dejar aquí no se donde queda detención
Si, lo se. Aveces me paso de cínica.
─¿A mi que? ─ni siquiera volteo su cabeza, solo siguió caminando.
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IRIS GRIS...
RomanceSus pupilas eran claras, grises y un poco extrañas; verlos era un delirio... Me perdí en un segundo en esos hermosos ojos que parecían quemarme, se tornaban tan fríos que por primera vez que me sentí intimidado. La mire fijamente y note como sus ce...