Capitulo VII

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Capitulo VII

Tras aquel "no muy agradable" acontecimiento, Joey se acomodo la ropa, estaba algo enojado, aunque más consigo mismo por haberse dejado llevar por las acciones de Kaiba. Se largo de aquella oficina, obviamente no haciendo caso a lo de acomodar los papeles, pero con lo que habia pasado recientemente ahora si que deseaba ducharse.

Afuera habia una empleada que le habia escoltado a uno de los baños. Cuando entro y se quedo solo noto como ahí habia un cambio de ropa interior y una bata. De algun modo, le aterraba como demonios es que le habían conseguido ropa interior tan rápido y a su medida exacta. ¡Ni siquiera el tenia idea de cuales eran sus medidas!

Que importaba, solamente se metió, se ducho, hizo su mayor esfuerzo para mantener su cuerpo frio y al terminar de ducharse y cambiarse se coloco la bata de baño, ya que era lo único que le habían dejado para cubrirse, quien sabe por qué. Al salir habia otra empleada diferente, quien le llevo ahora a otra habitación, en la cual habían dos jóvenes, un hombre y una mujer, ambos parecían ser gemelos ya que se veian idénticos.Fue hasta que le hicieron sentarse que se dio cuenta de que esto iba a ser muchísimo mas tortuoso que el dolor de espalda que estaba sintiendo en estos momentos, otra vez, por culpa de Kaiba y lo de hace un rato.

Aquel duo lo tuvo durante quien sabe cuantas horas sentado en la silla de tortura mientras le peinaban, maquillaban, arreglaban sus uñas...básicamente le dieron un tratamiento de belleza completo. Joey odiaba esto por completo. Cuando habia creido que lo de Mai y Tea habia sido una tortura, esto era muchísimo peor.

No sabia ni que horas eran, pero tan pronto habían terminado de arreglarlo, aquella chica que le tomo las medidas, Miranda, entro con un vestido, el cual a pesar de que le daba cierta vergüenza, le hicieron cambiarse delante de ellos. Este era de color azul rey, sin mangas ni tirantes que le detuvieran, caia con varios pliegues hacia abajo. Su cabello, que por lo largo, fue rizado por completo, habia sido recogido hacia un lado a la altura de una de sus orejas, y en este habia un pasador con varias piedras bastante bonitas. Joey estuvo de acuerdo con todo ello (por la fuerza)...pero habia un detalle en todo esto.

-Yo no se como caminar con tacones, me niego por completo a utilizarlos-

Los tres presentes le miraron, estaba seguro de que por respeto no se habían reido ni nada.

-Previne un caso asi, y ya que el vestido es largo sus pies no se notan, por lo que no habrá problema con eso.- Hablo Miranda, sacando un par de zapatos negros de una caja que habia traido consigo.

Al final, Joey termino estando lista para la campante fiesta. Se habia pasado todo el dia ahí y se sentia agotado...y eso que la fiesta ni siquiera habia comenzado ni nada.Camino hacia la sala, donde le dijeron que esperara por Kaiba, aunque justo cuando iba a sentarse Mokuba entro en la habitación tambien.

-¡Jamie! ¡valla! ¡Te ves muy hermosa!- dijo, tras verle mejor, un poco ruborizado.

-Hola, Mokuba! Gracias!- respondió, con algo de alegría, era bueno ver a Mokuba otra vez, ya que estaba algo estresado y el pequeño siempre le producia felicidad.

-Mi hermano me explico todo, asi que...de verdad te deseo suerte- dijo con una sonrisa, un tanto nervioso.

-No te preocupes, no creo que vallan a haber problemas, además dudo que algo malo pueda pasar en una simple fiesta

-ahh, eso espero! Seto a veces es demasiado difícil de tratar-

-Gracias por la buena fama, Mokuba- Hablo el castaño que recién entro en la habitación, parándose al lado de Mokuba. –Hora de irse, la limosina nos espera.

Lo que mi cuerpo pida (Puppyshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora