🔫Trabajo En Equipo.

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Multimedia: cámaro

Salí desde temprano, el patrón me explicó que trabajo era el que tenía que realizar. Ir por una vieja, su "princesa" como él dice, odio que me vean como una pendeja, yo puedo hacer cosas mejores que cuidar a viejas fresas.

Después de un largo camino llegamos a la bodega.

- bajaremos y entramos. Siempre alerta - me lo decía mientras cargaba su arma.

- OK - respondí.

Entramos mirando asía todas partes, ahí dentro estaba un lindo caballo.

- y la princesa?- pregunte pues yo no veía a ninguna vieja.

- esta es la princesa- acariciaba al animal.

- ese caballo?- estaba realmente confundida. Nos había mandado por un caballo, que loco.

- es una potra fina, es propiedad de el patrón, se la mando su papá desde las Europas. y nuestro deber es protegerla.

Ya decia yo que era un caballo, ha de ser muy valioso para el mal geniudo de mi patrón.

- que te imaginabas que era, una mujer?

- olvídalo, ya vámonos no crees- le dije.

Llegamos al Rancho con el animal a salvo. El patrón nos esperaba en la entrada, bajamos de la camioneta y el quinto le entregó el animal.

- hicieron un buen trabajo, tienen la tarde libre- nos decía mientras acariciaba a el bello animal.

- gracias, me retiro - di la media vuelta y entre a la casa ya que era la hora de la comida y la verdad tenía mucha hambre, eso de andar cuidando caballo me deja exhausta

.

Edén miro como ella entraba a la casa, de verdad que era extraña.

- que tal lo hiso?- le pregunte a Quinto, ya que quería saber cómo era su desenvoltura.

- es buena, se nota que trae experiencia y no ocasiono ningún problema - me decía mientras se acomodaba el arma que traía.

- llévala a las caballerizas - él aceptó y se fue.

Entre a la casa, era hora de la comida. Al entrar la miro sentada en su lugar, con las manos dentro de lo que era una chaqueta. Me senté en mi lugar, entro María y sirvió nuestros alimentos. Mire como Karen le sonreía mientras le daba las gracias por servirle la comida. Era diferente, tenía una frescura. Sus palabras no tenían doble significado. Sí, hay veces que dices las palabras para quedar bien. Pero en ella eso no era.

La comida transcurrió normal, no articulaban ninguna palabra los dos. Solo comían y nada más. María entro y puso el postre en la mesa.

- quieren postre - decía mientras miraba a los dos.

- no, gracias María - dijo Edén mientras limpiaba su boca con una servilleta.

- si no me equivoco, es flan napolitano? - pregunto Karen.

- si señorita.

- yo si quiero - dijo en tono de súplica. María le dio un pedazo de postre y ella lo comió como una niña pequeña.

Cualquiera que la mirara creería que ase dietas rigurosas y se mata asiendo ejercicio. Pero verla así, comiendo ese alimento lleno de calorías, Se ve tan terrenal, tan mujer.

Edén se levantó dejando a las dos mujeres estáticas, se veía molesto.

Entro a su despacho y se sirvió una copa. Camino hasta su escritorio y se sentó en su silla.

- esa mujer me pone de malas - tomo de un jalón su trago y se recargo en la silla.

Mientras tanto en el comedor se encontraba dos mujeres conversando.

- siempre es así de enojón - pregunte.

- tiene un carácter un poco difícil. Pero eso no fue siempre.

- que quiere decir. Que tenía buen carácter. Dudo eso - dije mientras chupaba mi cuchara.

- eso fue hace mucho tiempo. Pero no me corresponde contar eso. Quieres mas postre?

- si - le di mi plato - quisiera aver visto al menos su sonrisa. Pero eso creo no será posible, ya que me odia.

- no te odia, bueno eso creo.

- por favor doña María, eso se nota asta en la Luna.

- ya, dejemos de hablar de mi niño.

- está bien. Gracias por la comida estuvo riquísima - me despedí y subí a mi habitación.

Después de una semana, el trabajo estaba aumentando, era divertido trabajar con él Quinto, pues era muy loco y siempre decía cosas que me causaban risa. De Edén, el seguía igual, siempre con su humor de la chingada. Nunca le gustaba nada de lo que hacía. Siempre estaba molestándome, que debo de trabajar bien, que debo de tener cuidado. Que por mi culpa se cayeron las torres gemelas... ya me tiene harta!

Aunque creo saber cuál es el motivo de su amargura.... Es porque no tiene vieja, y creo que eso lo pone de malas. Si eso debe de ser.

- hay esta él objetivo mija- me decía el Quinto mientras se detenía despacio. Saque mi arma y le dispare tres veces a el hombre que tenía a unos metros de mí. El metió el acelerador a fondo y salimos de ese lugar.

- ahora que sigue? - dije mientras subía el vidrio de la camioneta.

- es todo por hoy. Oyes mija al rato hay fiesta en el Dorado, quieres ir conmigo?

- acaso esto es una cita?

- es en plan de amigos. Debes en cuando hay que despejar la mente.

- me gustaría ir, pero, no tengo nada que ponerme.

- enserio? - se detuvo frente a una tienda de ropa - aquí podemos conseguir algo.

- esto es a fuerzas?

- puede, yo solo quiero que vayas conmigo.

Sonríe ante su inmadurez. Baje del carro al igual que el. La chica que atendía el lugar se quedó paralizada al vernos. Yo traía mis botas militares y unos pantalones negros junto con una camisa negra y una chaqueta de cuero negra. Él traía casi lo mismo solo que él llevaba puesto unos pantalones verdes militar. Los dos portábamos gorra y nuestras armas.

- oyes mija, enséñame ese vestido -dije y la chica Acepto y bajó el vestido del aparador - está muy corto. No tienes más largos? - la chicas saco unos, que me llegaban a las rodillas. Se los enseñe a Quinto.

- cualquiera te va a quedar bien.

Elegí uno color blanco, junto con unos zapatos color beis. Y un collar. No tardamos ni diez minutos en la tienda, Page y subimos a la camioneta.

- paso por ti a las 6:00 pm- me decía mientras yo bajaba de la camioneta.

- me haces una llamada perdida cuando estés aquí afuera.

Entre a la casa y subí las bolsas a mi habitación. Me di un baño y depile mis piernas. Salí y mire el reloj, faltaba una hora para que llegaran por mí. Me apresure para maquillarme. Pero como en toda mujer, se me hiso tarde. Me encontré con él, diez minutos después de la hora acordada.

- disculpa la espera - dije mientras bajaba las escaleras de la entrada de la casa.

- no pos, valió la espera. Mire que chula se ve con ese vestido. Nada que ver con la que conozco todos los días. Es usted La Dama que quería conocer - me dijo para después besar mi mano.

- ya, que me pongo nerviosa. Vámonos que la fiesta nos espera.

Subimos a un carrito rojo. Era un Camaro, bueno eso creo, ya que los Carros no son mi fuerte.

Hola mis estimados lectores...
Espero que les este gustando la historia, saben que pueden dejarme sus comentarios aquí abajito para que me entere de lo que piensan. También denle like a la historia. Porque su like es muy importante.

Aquí Estoy (Calibre 50)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora