Cuatro meses han pasado desde que llegue a este lugar, cuatro meses en los que he aprendido más sobre el trabajo, donde he hecho amistades que solo la muerte romperán. Ya tengo un poco más de libertad, pues ya puedo tomar algunas decisiones con respecto al trabajo. Katia se quedo atrabajar en el rancho, es de mi equipo, ahora somos Carlos, Katia y yo. Aunque a Edén no le gusto tanto la idea, pero Alejandro me ayudo para que se quedara. Alejandro, Erick y Armando, después de unas semanas en la casa, regresaron a sus respectivos lugares de trabajo.
Con Edén sigue todo igual, o tal vez peor. Siempre me anda regañando o se moleta por cosas sin sentido, creo que aquí el es la mujer y yo el hombre. Yo debería de hacer mis berrinches y el había de ser más maduro, pero no, aquí es al revés.
- Crees que sea como la ultima vez?- me preguntaba Katia.
- Espero, pero, por lo que he escuchado son muy agresivos. Así que no hay que confiarnos- le conteste.
Nos dirigimos a entregar un pedido, ya que Edén no pudo venir. Encontró el lugar donde esta ese tal Javier y se traslado hasta donde esta para matarlo. Nosotros nos quedamos a cargo de todo el pedo. Al llegar a la bodega donde acordamos, ya nos esperaban las personas interesadas en la compra de nuestros productos. Carlos y yo fuimos los primeros en bajar, un solo hombre se acerco a nosotros.
- Quinto- dijo el hombre.
- Pancho- dijo Carlos
- Y el Edén?
- Surgió un problema y no pudo venir. Discúlpalo.
- Y me mando a unas bellezas para que lo perdonara, ese vato sabe como en contentarme- decía mientras se acercaba a nosotras.
- No, ellas son como yo, unas sacarías. Te recomiendo que no las subestimes.
- Lástima. Qué te parece si hacemos cuentas para que ya me vaya pa mi casa.
- Prefecto, Karen- al mencionar mi nombre, sabía que debía de ir.
Camine detrás del hombre, el se acercó a su camioneta y saco un portafolios color negro. Lo abrió delante de mi puede ver paquetitos de dólares bien acomodados.
- Quieres contarlos- me decía con una sonrisa coqueta.
- No, confió que estará todo- conteste. el volvió a sonreír y cerro el portafolios. Me lo tendió y cuando lo tome el rozo mi mano con la suya.
- Es un gusto hacer tratos con usted...es. Dele saludos a Edén de mi parte.
- Con gusto- odio su forma de hablarme, que no ve que no me agrada su modo de coquetearme- compromiso.
Regrese a la camioneta y guarde el dinero en el asiento trasero. Carlos y Katia terminaban de hablar con un señor, yo me recargue de la camioneta a esperar a que regresaran.
- Karen... lindo nombre- hay viene la burra al trigo. Odio que los hombres piense que con lindas palabras yo les abriré las piernas.
- Me lo han dicho- conteste.
- Eres muy hermosa.
- También me lo han dicho- conteste desganada, que no veía que no me importaba nada de lo que me decía. Carlos se acercó a mí afortunadamente diciendo que era hora de irnos. Se despidieron ellos de un apretón de manos mientras yo subía a la camioneta.
Regresamos a casa, tenía que entregar el dinero. Baje de la camioneta con dinero en mano, pude apreciar que las camionetas de Edén ya estaba estacionadas en el patio. Me dirigía su despacho, toque pero nadie contesto, así que volvía tocar. La voz de Edén se escucho del otro lado -"adelante"- claramente estaba enojado, ese tono de voz ya era muy familiar para mí. Abrí la puerta y el estaba parado frente a su librero.
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Aquí Estoy (Calibre 50)
FanfictionAquí estoy, contigo, para amarte siempre. #Calibre50 #EdénMuñoz #Narcos #Romance Actualizó todos los martes! :3