Aquí Estoy (Calibre 50)

🔫 El Pasado suele ser muy oscuro.

Segundo día con estas malditas muletas. Me siento una maldita lisiada, no puedo hacer nada. Para bajar las escaleras en un desgraciado reto. Esta herida aun me duele y no puedo tomarme un pinche tequila porque estoy en medicamento. Esto es una verdadera desgracia.

Me siento en la sala, aver la misma pintura que está enfrente de mí. Es una mujer desnuda, dando la espalada.

- Mejor hubieran puesto unos animalitos, no que nomas se le ve el culo a esa vieja - pensaba en voz alta.

- Tienes razón, pero vieras que me costó unos cuantos millones - al escuchar esa voz, juro que sentí como un frio recorrió mi espalda- por esa razón está en el centro de la sala.

Yo y mi gran bocota!

- Disculpé.

- Todo lo que está en esta casa, me ha costado mucho, lo he comprado en mis viajes por el mundo y otras las he comprado en grandes subastas- decía sentándose en su silla color oro, el siempre se sienta en esa silla- como esta silla, es bañada en oro y tiene piedras preciosas. Ho ese jarrón que esta allá, lo compre en Egipto, es una reliquia, no te alcanzaría la vida para pagarlo. Pero esa pintura, es mi pequeño tesoro- diablos, no tiene porque decirme todo eso, yo no me robare nada.

- Son muy lindas todas las cosas que tiene- una leve curva se formo en sus labios, acaso esa era su sonrisa, era muy pequeña. Nos quedamos viendo la pintura por unos momentos, ese silencio era muy incomodo.

- dime como te encuentras - de verdad, me está preguntando sobre mi salud.

- Bien, solo fue una leve herida de cinco puntos.

- Espero que te recuperes pronto, para que regreses a trabajar- se levanto y desapareció de mi vista.

Yo que pensé que se preocupaba por mi salud, y lo que le interesa es que regrese atrabajar. Es un tonto. El más grande de los tontos!

Salí al jardín como pude, estaba tan enojada que mataría al primero que se me cruzara enfrente. Me senté en una de las jardineras que estaban en el lugar. Respire más de tres veces para calmar mis chacras.

Extraño mi casa, extraño a David y a los demás. Cuando será el día que los vuelva a ver. Extraño salir a dar una vuelta al pequeño parque del pueblo y también comer chilaguates. La vida aquí no me gusta. No tengo amigos a los cuales viciar. No puedo salir sola porque no conozco la ciudad. Tengo que estar encerrada o salir acompañada. Espero que estos dos años pasen rápido.

- Que tienes- escuche que me decían.

- nada Carlos, solo que ya me aburrí de estar con estas malditas muletas.

- Solo será un tiempo. Después todo regresara a la normalidad.

- Quiero que pase rápido- de pronto sentí una gota de agua car del cielo.

- Será mejor que entres a la casa, esta por llover y te puede hacer daño.

- No me trates como una niña. Y si, ya me voy- como pude entre a la casa.

Entre a la cocina y tome una manzana del frutero que esta enzima de la barra.

- Como te sientes- di un pequeño salto, pues me espante. Vi a doña María salir del refrigerador.

- Bien.

- Tienes hambre?

- No. Solo quería una manzana.

- Ya te tomaste el medicamento- me pregunto. Diablos! No me lo había tomado. Mire el reloj y llevaba veinte minutos de retraso- ves y tómatelo.

- Si- que sería de mí sin esa grandiosa mujer. Nos sé como aguanta aun hijo tan amargado como Edén