Aquí Estoy (Calibre 50)

🔫 Una Mujer Fuerte.

Hoy me levanté con muchos ánimos, no sé, pero hay Días que me pasa esto.

Salí de la casa con rumbo al lugar donde se encuentra los carros estacionados. En las manos llevaba una franela y una cubeta pues hoy lavaría mi camioneta, bueno la que me habían prestado en el trabajo. A veces la lavaban los mozos, pero hoy quise hacerlo yo.

- Que haces- escuche que decían detrás de mí. Voltee un poco y vi a Edén... ya tenía días que no me amargaba la existencia! Porque ahora!

- Lavo la camioneta señor - le conteste mientras seguía tallando la llanta trasera de la camioneta.

- Yo pensé que estabas dando un show, con esa vestimenta - decía Edén mientras torcía la boca.

- ¿Cómo? - que le pasa, si es solo un short y una blusa normal. Esta loco!- estoy trabajando solamente.

- Así- saco su pistola y tiro asía el cielo- aver hijos de la chingada! Pónganse a hacer algo y dejen de mirarle las piernas a esta vieja- grito Edén. Mientras yo veía como unos tipos corrían asía algún lado a esconderse - ves lo que te digo...- dijo enojado o serio, ya no sabía ni como estaba.

- Todo arruinas compa- Decía un tipo mientras salía detrás de un árbol.

- Armando, tu también- dijo Edén.

- Quien podría resistirse a ver a esta bella mujer - decía mientras se acercaba a mí y tomaba mis manos entre las suyas- dime preciosa, ¿quisieras tener un hijo conmigo?

- No...- rayos que directo es este hombre.

- Suéltala! - grito.

- O disculpa... no pensé que estuvieras enamorado de esta hermosa joven, lastima por mí, hubiéramos tenido una docena de hijos hermosos - me soltó y comenzó a caminar asía la casa.

- No, el no está enamorado de mi - dije mientras Edén entraba atrás de él a la casa- creo no me escucho- dije mientras miraba al suelo.

Diablos! Qué pasa con estos hombres. Esto se pondrá difícil para mí, ya que ahora pasare tiempo con más hombres dentro de la casa. Si comienzan con sus acosos los degollare.

Mientras tanto dentro de la casa.

- Eres un imbécil!

- ¿Qué?

- Yo no estoy enamorado de ella.

- Entonces déjala que se case conmigo.

- Jamás!

- Qué diablos pasa aquí- decía Erick mientras entraba a la sala.

- Edén, que no deja que me case con Karen!- dijo Armando, mientras cruzaba los brazos.

- Nadie dejara que te cases con Karen- decía Erick mientras se sentaba en el sillón.

- Diablos! Estoy seguro que Alejandro me apoyara en esto- dijo armando.

- mí estimado Armando. yo tampoco estoy de acuerdo que te cases con ella. Solo la aras sufrir - decía Alejandro mientras entraba con una copa de vino en la mano.

- Claro que sí. Solo la aras infeliz- decía Edén- ya mejor olvídalo.

- Tu estas enamorado de ella - dijo Armando.

- Que no! Y ya deja de fastidiarme, que me pones de malas - decía mientras se perdía en dirección a su despacho.

- ¿Que yo lo pongo de malas? No, que mi no me eche la culpa, el ya estaba así- decía Armando.

- Creo que si está interesado en la muchacha- decía Alejandro mientras tomaba un trago de su copa.

- Espero que no la mate, porque ese compa está loco. Además ella no lo aceptaría, ¿o si? - decía Erick.