...

538 111 53
                                    


Tanto tiempo tratando de no sentir, de obviar y olvidar lo que era evidente a simple vista, finalmente se quebró, exploté, sin soportar un segundo mas de sentimientos reprimidos, avanzaron sin piedad como lava rompiendo en erupción mi compostura, mi fortaleza, ya no podía escapar mas, aquí estaba yo, estaba derrotado sin aliento, con mi destino parado implacable frente a mi. 

Podía sentir el pecho arden por la falta de oxígeno, sin embargo no podía para de correr, correr, escapar, alejarme de esa sensación de vacío y ansiedad que quedaba cuando dejaba de drenar estos sentimientos que me carcomían por dentro, correr era mi única escapatoria no había más opciones.

Corrí, corrí por esa calle a oscuras sin darme cuenta cuando salí de ella para terminar vislumbrando una avenida a medio alumbrar, distraído por el cambio de tonalidades fue cuando entre en conciencia del fallar de mis piernas por el desgaste de mis músculos al correr tan deprisa y sin descanso, sabrá Dios por cuanto tiempo, sin darle mayor importancia seguí avanzando, abriéndome paso por el espeso y helado viento que a través de cada exhalación nublaba mi vista por el vapor que brotaba de mi boca en un intento violento de continuar, fallé, sentí como mi rodilla izquierda perdió la fuerza que aun me sostenía, intenté posarme sobre la pierna derecha aunque el intento no valió la pena, la fricción y velocidad con la que venía me envió directo al asfalto grumoso y un poco desgastado donde desgarre parte de mi jeans y palma de mis manos al pretender amortiguar la caída, quede allí, tendido en el suelo sintiendo como mi pecho subía y bajaba y mis oídos zumbaban con los latidos desbocados de mi corazón.

En ese momento comprendí, realmente comprendí, que por más que corriera, nadara o volara, esta sensación, la frustración, no se iría de mí.

Gracias por leer espero puedan seguir la lectura ahora es que viene lo bueno *-*

Sin Nada Que EsperarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora