Capítulo VI

130 24 13
                                    


ELLA

Salimos corriendo como locos, no sabía realmente hacia donde nos dirigíamos ¿y si era peligroso? ¿Si vio que éramos solo unas chicas y nos quiere llevar a algún sitio para sobrepasarse? En ese momento la idea de ser capturada por los efectivos del Gobierno no pareció tan mala, o peor aún, ¿si era un "sapo"? ¿Y se estaba haciendo pasar por opositor para llevarnos con los suyos? Eso sí que era peor de lo peor.

Ya me estaba arrepintiendo de haber aceptado correr en su dirección así que decidí mejor desviarme, pero cuando estoy a punto de dirigirme hacia la esquina izquierda del final de la calle el encapuchado o enmascarado como sea, se detiene tocando rítmicamente una ventana un poco desaliñada, veo como se asoma una chica de contextura menuda y rasgos un poco asiáticos pero muy delicados.

Bueno, no creo que si fuera algún tipo de plan malévolo tuvieran de portera a una chica tan minúscula como ella, a menos que por ser china sea toda una ¡ninja despiadada!, pero naaah no lo creo, por lo menos tuviera carnita y esta está como que desnutridita, además su rostro se me hacia ligeramente familiar, en eso veo a Alexa correr en su dirección ¿qué? ¡¿y esta pendeja a donde coño va?!

-¡Alexa! ¡Espera!- grite, pero ella volteo con su cara iluminada respondiendo

–tranquila, ¡la conozco! Vamos- al escuchar aquello Nat también corre hacia allá y qué más da, tengo que ir yo también, total, fui la primera safrica que empezó a perseguir al misterioso encapuchado.

-pasen rápido antes que los vean!- susurra la chica ninja, y rápidamente atravesamos el umbral.

El lugar no era ni muy grande ni muy pequeño, parecía haber sido un bar restaurant anteriormente, ahora parecía más un deposito y sala de estar, asumo que no está abierto al público.

Al fondo sentada en lo que anteriormente era la barra se encuentra una chica que parece estar siendo atendida por un anciano, no logro ver el rostro de ninguno de ellos pero espero que ella no esté herida de perdigón o de bala aunque por sus constantes quejas parece dolerle igual.

El chico que llego con nosotras se sienta en uno de los bancos altos del bar haciéndolo lucir con mayor estatura de la que ya posee, veo como se acerca una de las chicas que estaba anteriormente ayudando al anciano pasándole cosas y ahora se dirige hacia el chico alto, es muy bonita de tez clara pero se ve bronceada por nuestro clima al igual que yo y un cabello negro en una cola alta, avanza cojeando y noto que su pierna derecha está al descubierto con el pantalón rasgado y se puede observar un creciente moretón a nivel de la pantorrilla en forma rectangular con unas venas muy pronunciadas y poros de sangre con este mismo liquido expuesto en algunos lugares de la pierna, ya había visto anteriormente unos como esos. Son golpes de los Robles y más...

-gracias por venir idiota- oigo que dice refiriéndose al enmascarado

-está de sobra lo de idiota, la gafa que se vino sola para acá fuiste ¡tú! ¡¿En qué carajo estabas pensando Vanessa?!-

se escuchaba la voz del chico salir amortiguada desde esa mascara de gases

-ay Sebastian no vengas ahora con tu sermoneadera y ya quítate eso-

dijo señalando hacia la protección facial, el chico empieza a quitársela pero se escucha gruñidos de dolor de su parte, al quedar su cabeza expuesta la chica llamada Vanessa, según supongo por lo que dijo él anteriormente, suelta un gritico al ver la cabellera del chico por de su lado derecho ensangrentada, siento como un repentino interés se apodera de mi tratando de decirme algo desde mi subconsciente que aún no logro descifrar.

-¡por Dios Sebas! ¡Pero si te dieron Durisimo! ¿Te duele?- dice Vanessa acercándose mas a él inspeccionando su herida, mientras que de fondo a mis espaldas se escucha una voz masculina en tono burlón

Sin Nada Que EsperarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora