Capítulo XII

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ELLA


El viaje fue rápido, más rápido de lo debido creo yo, no hubo una conversación como tal pues la música estaba dominando el ambiente lo cual me tranquilizaba un poco, demasiada acción ya había pasado para apenas estar comenzando la noche.

Me concentre en el compás del ritmo pues era un tecno lo que sonaba, no me di cuenta que habíamos llegado sino hasta que Sebas estacionó el Machito.

Esta era una buena zona de la ciudad ya veo porque Diego tiene auto propio. Había varios carros y motos estacionadas en el transcurso de la calle. Sebas se bajo, pero cuando yo estaba a punto de abrir mi puerta para hacer descender, me sorprendió encontrarlo haciéndolo, me brindo su mano para ayudarme a bajar ya que el JEEP era alto y resulta que me había lastimado una rodilla con la caída la cual tuve que disimular con maquillaje para que mis piernas no lucieran como las de una chiquilla de 10 años.

Sebas luego de ayudarme prosiguió a hacerlo con mis amigas ¿cómo podía ser en minutos tan idiota y luego tan príncipe de Disney? Las personas que también estaban llegando avanzaban hacia un gran portón negro que se encontraba a medio abrir, nosotros empezamos a imitar el recorrido, Nat se sitúa a mi lado susurrando en mi oído

-Esta fiesta promete, nada mas mira esta casa, ¿Vez que valió la pena venir?- volteo los ojos, la verdad si parece que estará buena pero la noche apenas comienza y yo ya hice el primer papelón, solo espero no tener que volver a hacerlo.

-ajá- respondo para no darle mucha aprobación pues sé que luego se pondrá creativa si le doy mucha cuerda...

La música retumbaba por todo el lugar la casa era muy grande, la más grande a la cual yo hubiera entrado, tenía tres plantas y un patio inmenso el cual estaba bien iluminado por farolas, con varios mesones estratégicamente situados donde reposaban pasapalos y botellas de bebidas. En la extensión de la grama que cubría todo el piso había una que otra cava hielera cercana a los distintos grupos de jóvenes que charlaban animadamente batiendo el esqueleto al ritmo de la música.

Mientras íbamos avanzando entre los chicos distinguí varios rostros conocidos de la universidad, pero la mayoría no los había visto nunca, seguimos caminando siguiendo los pasos de Sebas quien ahora se colocó delante de nosotras guiando nuestro destino, su presencia destacaba como luz entre el resto, con ese dorado cabello y figura atlética, mejor ni menciono su trasero, pero que bien que le quedan esos Jeans...

¡10 Puntos a ese atuendo!

Desde el la esquina destinada para el DJ salían luces de colores matizando nuestro contorno simulando entrecortar nuestros movimientos, Al fin llegamos a un pequeño grupo que se encontraban sentados en un mini-bar, se ubicaba al pasar la zona normal del patio, aquí había como con un sobre piso de una plataforma extraña metalizada, estaban varios taburetes altos alrededor de la barra del "bar privado" y unos puff al otro extremo donde había una mesa baja de café la cual tenía encima cualquier cosa menos café.

En uno de los taburetes distinguí por su melena Roja a Paula la cual sonrió sin muchas ganas al vernos, le devolví el mismo gesto. Del lado del Barman estaba un muy apuesto Diego con un chaleco negro de cierre y sin mangas con detalles en tela militar, (mismo atuendo que tiene en la foto de cap "DIEGO"), éste se encontraba cerrado hasta arriba haciendo que se marcara perfectamente cada uno de sus resaltantes músculos, rayos sí que estaba "Canela Pasión" hoy jajaja por la barra no pude mirar que llevaba debajo.

Al Diego levantar la mirada de los tragos que preparaba tan minuciosamente se percata de nuestra presencia, al instante sus ojos se achican tornándose tan brillosos y oscuros como una hermosa Onix, iluminando su rostro con una gran sonrisa tan carismática y jovial así igual que él.

Sin Nada Que EsperarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora