Capítulo I

508 89 64
                                    



Hola por aquí! este es mi primer intento de novela amigos, amo leer así que me anime a tratar de plasmar las ideas que se crean en mi cabeza transformándolas en historia, no seas duros conmigo pero si les pido que si no es mucha molestia me digan sus criticas y recomendaciones seria de mucho valor y ayuda para mí!

Actualizare todos los Domingos así que espero les guste mi historia tanto como a mi me ha entretenido liberarla de mi imaginación para volverla realidad a través de ustedes!

nuevamente gracias por darme el honor de tener algo de su tiempo! no olviden comentar o dejar su valioso me gusta! disfruten de la lectura

ELLA

Emma Lucia

Es pasada ya la hora de entrada cuando aun voy en camino a la universidad lo más rápido que puedo y ya estoy sudando como si estuviera en un sauna ja! Y eso que aun no estoy encerrada en 4 paredes rodeada de 40 personas en las mismas condiciones que yo -rayos lo que me espera- refunfuño en tono resignado mientras subo por las escaleras, por suerte aun el profe no ha llegado pero como cosa rara no consigo ningún pupitre desocupado, bufo frustrada y giro en mis talones en busca de alguno en los salones vecinos. En mi segundo intento encuentro uno de tercero en una columna lateral, voy hasta el y lo cargo como mejor puedo por su peso y el morral que cuelga de uno de mis hombros amenazando con deslizarse por mi brazo y fastidiarme aun mas la tarea, pero no logro abrirme paso, en el camino de salida se encuentra un pupitre cerrándome el camino, aunque no es solo el pupitre sino que éste está ocupado por un chico que me ignora por completo, ¿este chico se cree inmaterial o qué? perdiendo por completo ya la paciencia por tanto trajín para solo poder ver mis clases como una persona normal termino por hablarle atropellado y ansiosa como me sentía

-disculpa me podrías dar un permiso para salir?- Noto como sale de su ensimismamiento y su mirada se posa en mí como si fuera la persona más molesta que pudiera haberle interrumpido, echando un vistazo a su alrededor vuelve su atención a mí

-no crees que ya tienes suficiente espacio?-

genial como si ya no tengo suficiente con haber llegado sobre la hora, para tener también que lidiar con un idiota

-pues no, no puedo pasar con el pupitre así que ruedate un poco porque no garantizo dejarte ileso si intento pasar por allí con esto encima-

colocando la mirada más fría y retante que podría gastarme le observe desde mi posición, éste imitó mi gesto pero en eso entró su profesor con voz firme y gruesa anunciando su llegada sobresaltándonos de nuestra guerrilla de miradas altaneras por lo cual el rubio tuvo que abrirme paso, mi rostro se adorno con una sonrisa victoriosa de oreja a oreja al avanzar, pero antes de alejarme de él agregó

-Procura llegar temprano para que no interrumpas a los demás chica pelusa-

y pude notar como este chico dejaba escapar una sonrisa de medio lado sin tener ya la oportunidad de rebatir su comentrario.

La clase transcurrió súper aburrida y lenta, en esta materia no conocía a nadie y los pocos rostros que logré distinguir no eran precisamente de mi agrado, guarde mis cosas y me encamine a salir de esos módulos sintiendo mi celular vibrar en el bolsillo contra mi pierna

Naty: "donde andas? Estamos en la cancha llégate"

Bueno tengo un rato libre antes de la siguiente clase, mejor voy y así saludo a los muchachos, de seguro me montan un sermón por tener días sin verles... Bueh que más da, tarde o temprano me calare a Joseph con su reprobación y sonrió ante la imagen de ellos rezongando.

Sin Nada Que EsperarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora