Sin Nada Que Esperar

Capítulo XIII

ELLA

La música se fue tornando mas y mas movida estaba tan distraída entre risas y morisquetas que hacia Diego al bailar, tenía muy buen pie de bailarín, que no me di cuenta que a nuestro lado estaban Vanessa y Sebas bailando muy animadamente también.

Genial, no debí mirar a los lados, busque a mis amigas con la mirada y me encontré con la sorpresa de que Nat estaba muy desatada haciéndole "sanduchito" a un chico muy llamativo con Paula, ¿Quién lo iba a decir? Que estas dos se la llevarían bien, bueno después que juntas me hicieron bullying en el carro cuando nos conocimos ya debía haberlo visto venir.

Alexa se encontraba con un grupo de desconocido rodeada de chicos conversando muy confortadamente, seguramente de carros y sus piezas, esta niña tiene serios problemas con todo aquello que se mueva por obra de la gasolina. Anni se encontraba sola recostada de la barra atragantándose de chupitos, ay como que esa chica tendrá la resaca de su vida mañana.

El DJ hizo una mezcla genial componiendo una algarabía de euforia y celebración por todos los que en la pista estábamos levantando las manos y saltando como locos.

Había llegado el mejor momento de una fiesta "La Hora Loca" empezó a llover mascaras y accesorios de todos lados mientras sonaba una mezcla de canciones muy buena alusiva a los años 80.

Yo rescate un antifaz con plumas y me lo enganche en el rostro, Diego se colocó una corona de Rey que le quedaba muy cómica, tiré la vista a Nat y la muy loca se había puesto unos lentes con nariz de anciano y bigotes estallé en risas mirando a todos con sus cosas nuevas.

Busqué la rubia cabeza de Sebas entre la gente y lo encontré con un sombrero de Mariachi, mientras que Vanessa y paula que estaban junto a él bailando de forma grupal llevaban una un cintillo de antenitas y la otra una peluca de afro multicolor.

Empezó a sonar Calipso y el resto de las personas que aun no se habían integrado a la pista lo hicieron, al parecer la mayoría nos sabíamos la coreografía de los clásicos por lo que bailábamos sincronizados ¡era demasiado fantástico!

De un momento a otro siento como me toman por la cintura desde atrás empujándome a avanzar, era Nat que estaba encabezando un trencito y me unió. Empezamos a bailar en cadeneta tirando patadas de un lado al otro con el ritmo que dictaba los altavoces, pasamos por el lado de Sebas y las muchachas y lo halé por el brazo para que se uniera al ciempiés humano.

El exceso de alcohol me estaba desinhibiendo demasiado

El hizo lo mismo con las chicas colocándolas delante de él mientras volteaba a sonreírme agitado por el esfuerzo físico, su camisa, ahora más oscura por el sudor, se pegaba a su espalda adherida a los músculos que se movían elegantemente con cada movimiento de Sebastian, era una gran tentación tenerlo en frente lo estaba sujetando por la petrilla de su Jeans pero me soltaba constantemente entre los empujones de la gente.

En un momento el tren humano uso un baile en retroceso haciendo que todos nos pegáramos tropezando como en efecto domino, yo ya estaba jodidamente tomada por lo cual mis pasos eran más torpes que de costumbre, agradecí cuando Sebas se percato de ello y antes de retroceder tomo mis manos llevándolas a su abdomen manteniéndolas allí en aras de que yo no tropezara otra vez y terminara soltándome cayendo al suelo como varios ya venían haciéndolo con este nuevo paso. ¡Dios pero que marcado que esta su abdomen! ¿Cómo se verá? ¿Tendrá lunares?

¡Cálmense malditas hormonas calentonas!

El tambor se desató en la reproducción del DJ generando que la cadeneta se desintegrara haciendo un gran círculo donde entrabamos por turno a bailar en medio, pasaron varias personas moviendo sus caderas al compás de los golpes de los instrumentos, entró Paula a bailar y enseguida entro el chico que Nat y ella le estaban haciendo sanduchito, de allí entro Nat a moverse con el chico y luego el fue desplazado por Diego pero a los minutos cambio la música por unas rancheras que teníamos que cantar en parte a capela.