Capítulo 18

150 37 0
                                    

Me escondí detrás de Dylan al oír los pasos. Me esperaba lo peor...
Podía ser cualquiera: Mackenzie, Hugo, alguien de la fiesta... o peor aun, Chloe.
Las pisadas estaban cada vez más cerca, y detrás de un árbol se ocultó una sombra.
-¿Dylan...? -pregunté.
-¿Hola? ¿Quién está ahí? -dijo el.
Se escuchó una rama crujir, y la silueta salió de detrás del árbol. Cuando se acercó, no me lo podía creer. De todas las personas posibles, esta era la que menos me esperaba.
-¿Susan? -pregunté volviendo a mi sitio.
-Hem, hola..., yo, siento molestar, ya me voy.
Dio media vuelta, pero Dylan habló.
-Espera -dijo -¿Pasa algo?
-No, bueno, sí... Pero sois simpáticos, no debería...
No entendía nada.
-Puedes decírnoslo -volvió a decir Dylan.
-Chloe, es Chloe -dijo cabizbaja. -Me ha dicho que os espiara para ver que hacíais.
Dylan y yo cruzamos las miradas.
-¿Y por qué le haces caso? -preguntó el. -No tienes que hacer todo lo que te diga.
-Ya... perdón, no era mi intención de verdad, soy tonta.
-No lo eres -dije. -Pero deberías hacer lo que tu creas que deberías hacer, y no lo que diga la estúpida de Chloe.
Al momento me di cuenta de mis palabras, y también que estaba con su prima.
-Lo siento... se me ha olvidado que eres...
-No, no, tienes razón. Chloe es una mala persona, y no merecéis pasar por esto.
-¿Quieres sentarte? -le pregunté.
-No debería... pero vale.
Sonrió con miedo y la invitamos a sentarse. Hablamos durante quince minutos, y tengo que reconocer que Susan era mejor de lo que me esperaba. Lo único que le cambiaba eran los pensamientos de Chloe, y todo lo que le metía en la cabeza.
-Bueno, es tarde, y Chloe vendrá a buscarme... gracias por todo.
Se levantó, y antes de irse, dio media vuelta y añadió:
-Por cierto, hacéis muy buena pareja.

(Sábado)

Me levanté y giré a la derecha para apagara el despertador, pero no estaba.
¿Pero qué...? Cuando abrí los ojos, recordé que no estaba en mi habitación.
A mi lado, Dylan dormía, y se le veía adorable. No quería despertarlo, pero miré el reloj, y ya eran las doce. Lo último que quería era pasar más tiempo en esta casa.
-Dylan... -le dije sacudiéndole un poco el hombro.
Nada, Dylan no se despertaba.
Al final, opté  por algo mejor: le besé.
De repente, una sonrisa se asomó en su cara.
-Sabes, prefiero que me despiertes así que sacudiéndome.
Yo me reí y volví a besarlo.
Estaba claro, lo de ayer era agua pasada. Chloe no volvería a apropiarse de mi Dylan...
-Dylan, ¿podemos irnos a casa? -le puse morritos -no me apetece estar más aquí...
-Claro preciosa, vamos -me dijo.
Nos fuimos son decir nada, pero antes le mande un mensaje a Mackenzie para decirle que nos íbamos, y que hablásemos por la tarde. Seguro que me tenía que contar muchas cosas... al igual que yo.
Al llegar a mi casa, Dylan se despidió con un largo beso y me dijo de hablar por la tarde.
Abrí la puerta, y vi a mis padres trabajando un nuevo proyecto.
-Ya estoy aquí -dije.
-¿Cómo te lo has pasado, Alexia? -preguntó mi padre.
<<Excepto por que Chloe es una perra, ha besado a mi novio, he llorado, se ha reído en mi cara, he dormido en un suelo duro y me duele todo todo el cuerpo, bien>> -pensé.
-Bien, ha sido divertido -dije lo más natural posible.
Mi madre me miró y sonrió. Seguramente porque sabía que no había bebido, y es verdad, no bebí en toda la noche.
Subí arriba a escuchar música.
Pasé una tarde tranquila, y sobre las siete, mis padres entraron en mi habitación.
Iban vestidos como los domingos, con vestido, como si fuesen a ir a una cena de trabajo, y no pude evitar mirarlos con curiosidad.
-Hem, ¿por qué vais tan arreglados? -pregunté.
-Se nos olvidó decírtelo ayer -dijo mi padre. -Tu madre y yo nos vamos a una convivencia, por el trabajo, hasta mañana, que volveremos por la tarde.
-Iremos con los padres de Dylan -añadió mi madre, esperando a ver mi reacción.
Espera, entonces, ¿mis padres y los de Dylan se irían hasta mañana? Eso significaba que... podía pasar la noche con el, otra vez. El y yo juntos.
-¿Quieres venirte con nosotros? -preguntó mi madre.
Al momento me puse a pensar. Seguramente los padres de Dylan le hayan dicho también si quería ir a la convivencia, y seguramente les haya dicho que no.
-Hem, ¿puedo quedarme con Mackenzie? Es que no tengo muchas ganas de ir -dije haciendo pucheros.
Mis padres se lo pensaron un rato, pero luego se decidieron.
-Está bien... -me dijo mi padre. -Te quedarás con Mackenzie.
-Hasta mañana por la tarde -se despidió mi madre dándome un beso en la mejilla.
Cuando cerraron la puerta y me quedé sola en casa, pensé:<<empieza la fiesta>>.
Tenía unas ganas inmensas de llamar a Dylan para quedar esta noche, y no perdí ni un segundo.
Contactos, mi Dylan, llamar.
<<bip>>,<<bip>>,<<bi...>>
-¿Alexia? Hola preciosa.
-¡Dylan! ¡Estamos solos!
-Sí, ya me he enterado. ¡Es genial!
-¿Dormimos juntos esta noche? -me mordí el labio esperando una respuesta.
-Pues... me gustaría mucho, pero he quedado con Mike...
Mi sonrisa se desvaneció y simplemente dije:
-Ah, vale -me puse de morros y me senté en la cama.
-Alexia...
-Dime -dije cabizbaja.
-Que...¡era una broma! -oí risas al otro lado de la línea -claro que vamos a dormir juntos, no iba a malgastar una oportunidad como esta...
-Entonces... ¿no ibas a quedar con Mike? -me levanté con una sonrisa de oreja a oreja.
-No... teniéndote a ti... -al oír eso me alegré y me puse a dar saltos en la cama.
-¡Perfecto! te quiero... Entonces,¿me acerco a tu casa a las ocho?
-Sí, claro, pero... no estaremos solos.
-¿No has dicho que Mike...?
-No me refiero a Mike.
-No lo entendía. <<¿A quién se refería?>>
-Me dejan quedarme en casa, pero tengo que cuidar de Maia.
¡Maia! Claro, que tonta era. Ni siquiera me acordaba de la pequeña de la familia.
-No hay problema Dylan. Sabes que adoro a tu hermana.
Escuché como se reía.
-¿A las 8 entonces?
-A las ocho.
-Perfecto, adiós preciosa.
-Te quiero -le respondí.
Colgué y me fui a prepararme la bolsa.
Antes de irme quería hablar con Mackenzie sobre lo de anoche. Quedé con ella para que viniese a mi casa, y en menos de diez minutos ya estaba en mi habitación.
-Y bien -dije. -¿Qué pasó después de que me fuese?
-Bien Alexia, te lo resumiré: Te fuiste, entramos en casa, Chloe y Emma me pusieron nerviosa, les empecé a pegar con la almohada, Hugo me cogió, me llevó a una habitación, nos besamos y me quedé dormida.
Estaba sorprendida, Mackenzie era tan directa. Aún así no pude evitar reírme.
-Ah, y otra cosa más -me dijo. -Hugo y yo casi nos acostamos.
Me atraganté con el helado (sí, Mack había comprado helado), y no pude evitar mirar a mi amiga con los ojos muy abiertos.
-¿Qué pasa? Yo ya estoy lista, y el también -dijo sonriendo.
-A veces me sorprendes Mack...
Ella se rió.
-Bueno, Dylan y tú ya lo haréis -me dijo guiñándome un ojo.
De repente, sentí mis mejillas arder, y era porque de verdad Dylan y yo casi lo hicimos...
-¿Sabes qué? -dije cambiando de tema. -Los padres de Dylan y los mios se van fuera hasta mañana por la tarde, lo que significa que Dylan y yo podemos dormir juntos.
-¡Que bien! Me alegro de que hayais solucionado lo de Chloe.
-Calla Mackenzie, no quiero oír ese nombre.
-Ya somos dos... Bueno, querrás que te cubra ¿no?
-Como me conoces... -dije sonriendo.
-Tranquila, conmigo eres todo un secreto.
-Gracias Mack, ya te contaré, que me tengo que ir a casa de Dylan.
Fuimos a la entrada y nos despedimos con un abrazo.
-Adios Alexia, que vaya bien.
Llegué a casa de Dylan, y toqué el timbre como si fuese la primera vez.
Oí unos pasitos al otro lado de la puerta, y al abrir, tuve que agachar la cabeza para ver la silueta que me da la bienvenida.
-¡Hola Maia! ¿Cómo estás? -me agaché y le di un beso en la mejilla.
-Bien, ¿y tú, chica guapa?
-Puedes llamarme Alexia -le dije.
La pequeña me dedicó una sonrisa, y luego se metió en la casa.
Recorrí todo el piso de abajo, pero no encontraba a Dylan.
-¿Dylan? -pregunté.
No contestaba. (¿Dónde se habrá metido este chico?)
Subí al segundo piso y entré en su habitación. Que mono era, había ordenado su cuarto por mí. Dejé mis cosas en la cama, y de un momento a otro, unos brazos me atraparon, rodeando mi cintura.
-¡Dylan! -dije sobresaltada. -Me has asustado.
El se rie y se limita a decir:
-Por fín solos... sin nada por medio.
Justo cuando dice eso, Maia apareció por la puerta.
-Oye, ¿y quién me va a cuidar a mí?
Miré a Dylan, y luego a la pequeña.
-Nosotros, claro, somos tus niñeros.
Dylan resopló, y no pude evitar mirarlo con el ceño fruncido.
En el momento en el que Maia se fue, Dylan se sentó en la cama.
-Alexia...
-¿Qué pasa? -le dije sentándome a su lado.
-Siento que esté Maia, se que querías que estuviésemos solos.
-Dylan, no me importa, de verdad. Además, sabes que me gustan mucho los niños.
El me sonrió y me besó suavente los labios.
Después de eso, estuvimos mucho tiempo con Maia, jugando al escondite y dibujando. La verdad, Maia era una niña muy lista, y físicamente se parecía mucho a Dylan.
Se hizo tarde y anocheció, por lo que tuvimos que hacer la cena.
Entre lo que sabía Dylan y lo que sabía yo, pudimos hacer unas improvisadas pizzas.
Nos sentamos en el sofá y empezamos a comer, mientras que Maia estaba estaba en la mesa curioseando su pizza.
-No cocináis ni la mitad de bien que mamá -se quejó ella, pero con una sonrisita.
-Anda pequeñaja -dijo Dylan. -Come y calla.
Ella protestó al principio, pero luego empezó a comer.
Sobre las once, Maia se había quedado dormida, por lo que Dylan la subió a su habitación.
Me acomodé un poco en el sofá, esperando a que Dylan bajase, y cuando lo hizo, me sonrió.
-Bien, por fin un poco solos... -dijo acomodándose conmigo.
Me apoyé en su pecho, escuchando los latidos de su corazón, pero como siempre cuando estaba con Dylan, acabábamos besándonos.
Me senté a horcajadas de el, y mientras nos besábamos, yo amasaba su sedoso pelo y el acariciaba mis caderas. Hubiésemos seguido así, de no ser porque oímos unos pasos bajar.
Maia corría asustada hacia nosotros llorando, y de un momento a otro, nos abrazó a Dylan y a mí.
-Maia -dijo Dylan sorprendido -¿qué te pasa?
La pequeña, sollozando, nos dijo:
-He... he tenido una pesadilla.
Me sentí fatal, así que la abracé. Ella me correspondió y hundió su cara en mis hombros.
-Tranquila pequeña -le dije. -Dylan y yo estamos aquí.
Ella asintió, y se incorporó, mirándonos.
-Tengo miedo.
-Puedes dormir con nosotros -le dije.
Miré a Dylan, para ver que decía, y el asintió.
Así pasamos la noche, Dylan, Maia y yo en el sofá, juntos.
Ella se tranquilizó bastante, y pasado un rato, nos dijo:
-Vosotros seríais buenos padres.
Dylan y yo nos sobresaltamos al escuchar eso, y nos quedamos mirándonos un poco avergonzados, hasta que Dylan habló.
-Hem... Maia, vuélvete a dormir, anda.
Noté mis mejillas arder, y por lo que vi, Dylan no se quedó atrás.
La pequeña cerró los ojos y cayó en un profundo sueño
-Vaya -dijo Dylan. -Que cosas dice...
-Es solo una niña, Dylan -le dije lo más natural posible.
Me quedé pensando en lo que había dicho Maia. Yo sí que quería formar una família con Dylan, pero en un futuro, muy, muy lejano. De momento, quería disfrutar con el como pareja.
El silencio se apoderó de nosotros, y luego, lo único que recordé fue cerrar los ojos y quedarme dormida.

(Domingo)

Abrí los ojos al notar unas pataditas en la tripa. Me retorcí sobre el sofá y vi como Maia se movía con los ojos aun cerrados.
Vosotros seríais buenos padres... -dijo anoche.
Por muy tontería que fuese, no se me quitaba esa frase de la cabeza. ¿De verdad nos veía como buena pareja?
Me reí en mi mente, y apartando los brazos de Dylan que me rodeaban, me incorporé cautelosamente.
Me puse mis cómodas zapatillas, y al dar un paso se oyó una vocecita.
-¿Alexia...? -me dijo Maia abriendo un poco los ojos.
-Shh, duerme -le tapé con la manta y le acaricié su sedoso pelo, tan perfecto como el de Dylan.
Subí al cuarto y me puse a ver fotos. En una salía Dylan en el colegio, rodeado de chicas, como no... En otra estaba posando con un fondo blanco, y con ropa de marca. ¿Desde cuando era modelo? En otra, era un bebé regordito, y con esos ojos miel tan bonitos. Esbocé una pequeña sonrisa y fui a sentarme a su cama, que por cierto, olía a el.
-Buenos días preciosa -dijo una voz.
-¿Dylan? -dije volviendo la cara.
-Sí -dijo acercándose y tumbándome en la cama.
-¿Como has dormido? -le pregunté.
-Con mis dos chicas favoritas, genial.
Cuando menos me lo esperaba, ya nos estábamos besando. Dylan me estrechaba contra su pecho y siguió con el beso. En ese momento, no había nadie que nos parase, no estaba Chloe para separarnos, ni el aire parecía que faltase...
Somos Dylan y yo, solos... hasta que el ruido de las llaves contra la cerradura nos sobresaltó.
-¿Pero qué...?
Me aparté de golpe de Dylan, y el se quedó paralizado.
-¡Dijeron que vendrían por la tarde! -dijo un poco histérico.
-No, no, no.
Me puse a dar vueltas, nerviosa, porque no sabíamos que hacer.
De repente, del piso de abajo se escucharon unas voces.
-¡Llegamos! -dice una voz femenina.
Al parecer era la madre de Dylan.
-Hola cielo, ¿y tu hermano?
-No lo se -decía Maia un poco incómoda.
-Que casa tan bonita -decía otra voz.
Espera, esa voz se parecía a la de mi madre.
-Me van a descubrir -le dije alarmada a Dylan.
-Corre, escóndete.
No perdí ni un segundo más y me metí en el armario.
-Tiene que estar en su habitación... -se oía decir a la madre de Dylan mientras subía las escaleras.
Por el rabillo del ojo pude ver lo que pasaba.
-Hola mamá -le dijo Dylan a su madre. -Hola señora Rosse.
-Hola Dylan -le dijo mi madre.
En ese momento entraba Maia gritando:
-¿Dónde está Al...? -dijo la pequeña sin pensar, pero por suerte Dylan le tapa la boca a tiempo
Mi madre le mira con curiosidad.
-¿Qué ibas a decir, Maia? -le preguntó Dylan advirtiéndole.
-Hem... que donde está mi muñeca Al -contestó la pequeña con cara de inocencia.
<<Por que poco...>> -pensé.
-Está abajo, pequeñaja -añadió Dylan dándole un pequeño apretón.
-Por un momento pensé que iba a decir Alexia -soltó mi madre.
-¿Alexia? -le dijo Dylan pareciendo normal. -Pero si Alexia está con Mackenzie.
Mi madre asintió, pero entonces se percató de algo.
-Entonces... ¿qué hace aquí su collar de atrapasueños?
<<Mierda...>> -pensé.

Bueniiis! Ya está, capítulo 18 terminado. No nos faltan muchos para terminar la historia, ya que no queremos hacerla muy larga.
Bueno, como siempre, esperemos que os haya gustado :)

~Wings Of Love~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora