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Al pasar los días, parecía que su cuerpo había sido arroyado por un auto. Estaba débil completamente. No tenía ganas para nada...nisiquiera para levantarse.

Despertó en un bostezo y fue a la ducha. Se vistió con sus pantalones rasgados y una blusa. Y salió a su pequeño pero acogedor trabajo.

...


Al llegar al local, diviso a un grupo de estudiantes al frente de éste. Todos hablaban y no prestaban atención a su presencia.

Entró al lugar y vio a su jefe algo enojado.


- Alana llegas tarde, ¿Dónde estabas? -

Ella miró el reloj confundida y realizó que enrealidad llegó unos minutos antes.

- Señor, mi hora de llegada es a las 11 de la mañana, y son las 10 y 45 -

Él comenzó a mirar su reloj de mano y al de la pared y le dedico una sonrisa.

- Perdona Alana, no debería de dudar de ti pero...ya sabes, uno de los empleados era así y no quiero que se vuelva a repetir -

Alana asintió. Y alfin comenzó a trabajar. La ola de estudiantes estaban haciendo una especie de gira y pararon a comer en el pequeño local.

...

Cala cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora