*33*

98 8 2
                                    







Tres días han pasado, y ninguno volvió a aquella banca. Calum dormía en su cama y Alana dormía en la suya, ambos teniendo pesadillas. Lucas abandonándola, y Calum miedo a perder. Eran tan diferentes pero tan iguales. Ambos tenían dolor en su corazón pero ninguno se atrevía a dejarlo ir. No cuando ambas pesadillas tratan sobre la realidad.

Alana babeaba aquella almohada, hasta que escuchó la alarma del celular sonar. Con desesperó se levantó y tropezó con sus propios zapatos, cayendo a suelo.

- Rayos... -

Fue al baño y se dio una ducha rápida para luego partir al trabajo. Hoy era un día diferente, demasiado a decir verdad. Tal vez era algo bueno...











(...)






Todo iba de maravilla, hasta que su celular sonó en medio de una orden.

Pidió disculpas a los clientes de aquella cafetería y ellos asintieron sin importar. Tal vez al ser jóvenes, entendían a Alana, aunque no supieran nada de ella.

- ¿Hola? - susurró.

- Alana, pequeña - era la señora Maura. Alana frunció el seño, se escuchaba algo diferente que de costumbre.

- Estoy trabajando Señora Mau, ¿puede esperar unos minutos? - se escucharon sollozos al otro lado de la línea.

- Ya esperamos suficiente. Ahora ya no tendrá que esperar - y rompió en llanto.

Alana estaba preocupada pero tan confundida. Se preguntaba que pasaba, porque estaba tan mal.

- De acuerdo Maura, estaré en su casa en media hora si? - trataba de calmarla pero solo hacía que ella llorara más.

- Tienes que verlo Alana, es espantoso -


- Ya voy de camino señora -








No había tiempo, tenía que irse pero ya. Se fue sin decir alguna palabra despúes de aquella llamada. Sabía las consecuencias y los problemas que tendría, pero no había tiempo para pensar en eso, sino en Maura quien lloraba por algo que ella aún no descubría.









Pero estaba conciente de que dejó el local a su disposición. Y eso a su jefe lo le va a agradar en lo absoluto. Desde ese momento en que piso afuera, sabía que nunca podría volver atrás.

Cala cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora