Si No Esta Prohibido No Es Divertido (Bill X Dipper)

CAPÍTULO 4

Aceptar bailar con Wendy creo que fue la mejor decisión que tome en toda la noche. Bailamos tanto que los pies me dolían, pero la música era tan buena que no quería detenerme. Tenia bastante que no me divertía tanto.

Resulta curioso que el bobo de Robbie y su banda habían hecho las cosas bien y habían conseguido un contrato para grabar su primer disco, de eso ya hace dos años. Justo ahora volvían de dar su primer concierto en un festival fuera del pueblo, en una ciudad cercana, y habían accedido a tocar en nuestra fiesta de bienvenida solo por diversión.

De cierta forma odiaba admitirlo, pero su banda era muy buena y todos los jóvenes del lugar disfrutaban como si fuese un verdadero concierto al aire libre. De hecho, el tío Stan no perdió tiempo y enseguida instalo una casetilla improvisada para cobrar por escuchar al grupo, casetilla la cual atendía él, pues el tío Ford solo estaba cruzado de brazos junto a su hermano, refunfuñando con una divertida cara que no expresaba mas que su odio infinito al mundo.

-¡Vamos, Ford! Gracias a esto se mantiene la cabaña. Trata de sonreír.- Había dicho Stan alegre poniendo una silla para su hermano junto a la de él, animándolo a que se sentará. Yo los miraba desde la pista de baile, era divertido bailar con Wendy y de vez en vez con Mabel que se colaba entre nosotros para tratar fallidamente de molestarnos. -Y es divertido. Al menos los chicos se divierten.

Stan le rodeo los hombros a su hermano con un brazo y lo estrecho varias veces tratando de que sonriera, pero el tío Ford no quitaba esa divertida expresión entre incomodidad, ira, odio infinito hacia Stan y vergüenza (esta última porque tenia la cara roja, probablemente de la ira) para con su hermano. Se limito a cruzarse de brazos y mirar a otro lado tomando asiento en la silla que el tío Stan había dispuesto para el alado suyo.

"Nunca van a cambiar..." Me dije con una sonrisa cuando los vi. A pesar de los años, peleas de hermanos son peleas de hermanos y yo mejor que nadie lo entendía. Además de que me parecía bastante lindo que ya no pelearan por aquella tontería sobre quien había tenido la culpa de enviar al tío Ford al exilio e nuestra dimensión durante treinta años.

-Esta canción va dedicada a todas esas personas que tienen a alguien por quien luchar...- Robbie había dejado de cantar y anunciaba con la respiración algo agitada, llamando la atención de todos los presentes hacia el escenario.-Y que son lo suficientemente afortunados como para que esa persona los ame...- Continuo ya más recuperado.

En seguida Wendy y yo nos miramos... Hicimos una cara de asco (ella sacando la lengua y yo arrugando la nariz negando un poco con la cabeza) y decidimos irnos a sentar donde antes estábamos, ninguno de los dos quería ponerse cursi o algo por el estilo, claro, ambos solteros y cotizados, las cursilerías son para bobos. ¡Ja. Ja!

Bajo el árbol que antes estábamos sentados vi algo hermoso: MI comida seguía allí, intacta. ¡Tal vez fría, pero intacta! ¡Tal vez le cayo una hoja al refresco, pero intacta!

"¡Gracias Dios!" pensé elevando la vista al cielo soltando una larga bocanada de aire por el gusto. Corrí hasta el árbol levantando los brazos, me sentí un campeón.

Wendy y yo nos sentamos de nuevo bajo el árbol y observamos la pista de baile, varias parejas bailaban abrazadas, algunas cantaban, otras más solo estaban allí, disfrutando de la compañía del ser entre sus brazos... Era una escena adorable, pero igualmente aburrida. Busque a Mabel con la vista, me sorprendí al descubrirla sentada en una silla con cara de fastidio junto a Candy. A Grenda la había visto bailar con el elegante rubio.

Tome una banderilla de mi plato y le di una mordida, suspirando largamente al masticar. Independiente al enfermo sueño de Mabel, tal vez ella tuviera razón. (Justo ahora me odio por cambiar tan radicalmente de opinión) No por lo del otro chico y esas cosas anormales, sino por lo del romance... Tiene mucho que no salgo con alguien... Ya no recuerdo que es ese sentimiento...