Capítulo 1: Fantasías

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Es raro mirar a Natsu a los ojos. Me da un profundo dolor, y me pregunto, ¿cuándo comenzó todo esto? Nosotros éramos amigos, los mejores compañeros. Pero llegó la peliblanca y todo cambió. Se me aprieta el estómago tan solo verlos. Él ya no va a mi casa, ya no me saluda con un abrazo, ya nada es como antes.

Tengo que hacer las misiones en solitario, y aunque vaya acompañada el vacío se siente igual, un hueco, hay un enorme hueco en mi corazón. Cuando pasan por mi lado juntos les sonrío, y nadie se da cuenta de que lloro desconsoladamente por dentro.

Gray: ¿Te sientes bien, Lucy? -le toca la frente- Estás ardiendo.

No quería responderle ni tampoco ser mala. Desde que Natsu y Lisanna están juntos Gray es el único que cuida de mí. Lo siento Juvia, él me ayuda, él está intentando sacarme adelante. Él mago de hielo me cargó en su espalda y me llevó a casa. Nadie preguntó dónde íbamos ni muchos menos que me sucedía. Gray me dejó en la cama y yo me quedé ahí, era como un muñeco, un bulto inútil.

Gray: ¿Qué hago para que te sientas mejor?

Tráeme a Natsu, le quería decir. No quiero que me cuides tú, quiero que Natsu esté aquí conmigo, que me proteja. Lo siento todos, lo siento Gray, estoy desconsolada y soy una egoísta. Sólo quiero dormir, y no despertar más. Es horrible vivir queriendo llorar a cada minuto. El peliazul me mira con pena. Perdón por darte pena y tristeza mientras tú me das apoyo.

De repente se escuchó un ruido en la puerta, mi corazón latió fuerte, me levanté y al abrir vi que era Natsu. ¿Por qué, por qué siempre te ilumina el sol como si fueras un ángel? Si te dije un día "déjame en paz" es porque realmente amo que me busques. Deja de mirarme tan serio por favor, me encanta verte sonreír aunque sea con otra. Vamos, abrázame, dime algo que me motive a luchar por ti. Haces que el nudo en mi garganta se haga más grande y mis palabras salgan quebrantadas, temblorosas.

Lucy: ¿Q-Qué quieres? Con Gray estamos un poco ocupados.

No entiendo lo que digo ni lo que hago. Sólo no quiero que él me vea mal, no quiero que me vea sufrir. No quiero que se sienta triunfador ante mí y sienta que puede jugar conmigo, lo aborrecería.

Natsu: -mira hacia dentro- Ya veo. Te fuiste de repente y olvidaste tu bolso... Así que lo traje.

Se lo arrebaté de las manos, dije gracias y con fuerza le cerré la puerta en la cara. Con desesperación abrí el bolso para comprobar que estuvieran mis tesoros, mis fotos con él, mis recuerdos, y por suerte estaban intactos tal y como los había guardado la última vez. Coloqué cada foto sobre mis muebles, viendo la cara de disgusto de mi acompañante

Gray: Así nunca lo olvidarás.

Lucy: Si te molesta, vete.

El silencio reinó y me dormí. Me gustaba dormirme pensando en que todo eso era una pesadilla, que para cuando despierte todo habrá sido un simple mal sueño... Pero no era así. Lo primero que veía era mi habitación con una soledad inmensa, y ahí me quedaba observando con atención la ventana, esperando que apareciera algo que ya parecía una simple fantasía. Ese cabello rosa moviéndose con el viento, esos ojos mirándome, la bufanda a cuadros brillando con la luz, y esa sonrisa dedicada especialmente para mí... Antes era todo tan normal, y ahora... Solo parece una simple fantasía.


La desesperación de LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora