Capítulo 9: Desenmascarada

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Avanzamos por la ciudad hasta llegar donde las personas le habían dicho a Erza que estaba el supuesto "delator". Cansados por la corrida, nos quedamos ahí parados observando a todas partes. De repente, vi como Natsu tenía los ojos abiertos por la impresión y las manos le temblaban...

Natsu: Lisanna...

Efectivamente mi miedo se había cumplido, él había visto a lo lejos a Lisanna conversando con alguien del consejo mágico, Doranbolt. Con las palabras del dragón slayer, Mirajane, Levy y Erza también voltearon y vieron la escena, quedando tan impresionados que no lo podían creer.

Mirajane: Esa... ¿Esa es mi hermana?

Creo que Mirajane lo estaba tomando peor. Les dije a todos que lo mejor era retirarnos, pero la peliblanca entró en pánico. Usó su "Take Over" y me miró, comenzando a gritarme.

Mirajane: ¡Tú tienes la culpa! Si no existieras Lisanna no estaría haciendo esto... Seguro que tu fuíste la mala influencia... Aléjate, aléjate. ¡Vete de una buena vez!

Me sentí ofendida con esas palabras. Sobretodo viniendo de una persona como Mirajane... Yo no he hecho nada, me contuve durante todo este tiempo. Mis ganas de llorar me las guardé y mi amor por Natsu lo oculté, y resulta que al final... ¿Hice todo mal? Es todo tan injusto. No busqué consuelo, ya que todos en este momento lo necesitaban. Sin más, quedamos oyendo la conversación de Lisanna y efectivamente, estaba hablándole a Doranbolt sobre Fairy Tail. Desilusionados, volvimos al gremio. 

Les contamos a los demás las escenas que vimos y  lo que escuchamos. Ya solo quedaba esperar a que Lisanna llegara y ver cómo la iban a enfrentar, y que iba a decir ella en su defensa. Pasaron unas cuantas hora y ella por fin entró al gremio. Saludándolos a todos con aires de felicidad y singular naturalidad, pero al instante notó como las miradas del gremio entero se dirigían hacia ella.

Lisanna: ¿S-Sucede algo?

El maestro se acercó sigiloso, y le susurró algo al oido que nosotros no pudimos oír. Ella abrió los ojos y se puso a llorar.

Lisanna: Eso es mentira... ¿Quién se los dijo? ¿Fue Lucy, verdad? ¡Ella inventó esto sobre mí!

Otra vez, volvían a creer que yo tenía la culpa... No dije nada y desvíe la mirada, pero algo hizo que me volviera a fijar en Lisanna, ya que un fuerte ruido había salido desde detrás de mí. Era Natsu, que se paró y golpeó la mesa con fuerza, agarrándole el brazo a Lisanna

Natsu: Lucy no tiene nada que ver en esto. Yo te vi, vi cuando hablabas con uno de los del consejo mágico. ¿Por qué...? ¡Yo pensaba que eras parte de nosotros!

Su agarre comenzó a tomar más fuerza y noté dolor en la peliblanca.

Lisanna: Suéltame, no me dañes, no puedes dejar que me expulsen del gremio Natsu, v-vamos a tener un hijo, ¿recuerdas?

Miré a Natsu. Tomó aire y miró a su contrincante con una seriedad única

Natsu: No me jodas. Ambos sabemos que ese hijo no es mío y quieres cargármelo

Vi como todos los del gremio abrían unos grandes ojos, asombrados ante tal acusación. Nadie dijo nada, al parecer ya esperaban cualquier sorpresa. El maestro terminó diciéndole a Lisanna que estaba expulsada del gremio permanentemente, sin ninguna posibilidad de regresar. Ella se quedó ahí parada esperando que alguien la ayudara

Natsu: Vamos, vete. Ve y reúnete con el padre de ese niño, ¿o acaso te metiste con tantos que no sabes quién es el padre?

Las palabras de él eran duras, casi podías sentir el golpe cuando las decía. La peliblanca llorando se fue... Mirajane y Elfman no iban a renunciar a Fairy Tail por un error de su hermana y me di cuenta de eso, ya que cuando ella salía ellos tenían la cabeza baja. Sentí como alguien me tocó el hombre, así que volteé

Gray: Ven, tenemos que hablar.

La desesperación de LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora