Capítulo 3.2: Algo crece en mi interior (cont.)

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Pero, ¿qué es? ¿Será el amor? (cont.)

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Esa noche, la propuesta de Manuel fue muy concreta.

Manuel_1991: ¿Prendemos las cámaras un rato, bonito? Quiero mirarte fijamente a los ojos porque voy a decirte algo importante, así que mejor activá el micrófono y los auriculares si no querés que alguien que esté rondándote escuche lo que voy a proponerte.

Manuel no sabía que Fher vivía en el departamento; en tantas noches de diálogo jamás Igal hizo una sola referencia a su convivencia con él. Sí le había contado que estuvo en pareja siete años con un chico, que el amor se quebró por una traición descubierta y allí había quedado todo, sin mayores explicaciones sobre el desenlace. Igal tenía una máxima en su vida: «es mejor pedir perdón que permiso» y la aplicaba cada vez que podía. Por eso, pensó que quizá su conexión con Manuel no avanzaría muy lejos si él demostraba tener una vida llena de obstáculos y poca libertad de acción.

No estaba seguro de si esa relación virtual iba a llegar a buen puerto, pero por las dudas, no le parecía correcto brindar muchos detalles de algo que, por otro lado, era inexistente. Igal se manejaba con la lógica, y la lógica le indicaba que a cualquier persona le sería difícil aceptar que no sucedía nada romántico entre dos personas que supieron ser cónyuges siete años y que continuaban viviendo juntos, y lo que es peor, durmiendo en la misma cama.

ReyArturo: Cámara encendida, micrófono y auriculares enchufados y todo funcionando. No me propondrás una videoconferencia hot, ¿o sí?

Manuel_1991: Ja, ja, ja... ¿Cómo se te ocurre? Aunque no es mala idea, pero prefiero proponerte que esa cámara hot sea una recámara hot, ¿qué decís?

ReyArturo: A ver, a ver... ¿Cómo sería eso?

Manuel_1991: Digo que llevamos un par de semanas conociéndonos y no salimos del diálogo... Al menos de mi parte, hay onda como para avanzar un paso más, ¿no te sucede lo mismo?

Igal suspiraba y tenía un enorme temor de que se percibiera a través de la cámara que estaba ruborizado. Tomó aire, puso cara de bobo y respondió:

ReyArturo: Totalmente, pensé que no iba a llegar este momento, la verdad es que no estaba seguro si lo querías, pero yo muero de ganas de conocerte personalmente.

Manuel_1991: Ja, ja. No pongas esa cara de enamorado, que eres bonito, pero no ha sido una propuesta de matrimonio. ¿Leíste mi perfil verdad? No busco nada serio, solo algo casual, tengo demasiadas complicaciones como para iniciar una relación y solamente quiero divertirme, pasarla bien y disfrutar. Si lo deseas, claro... Si no está más que bien.

Una vez más, el joven parecía más seguro que Igal. Tenía muy en claro su búsqueda y sus objetivos. Igal no pudo menos que sentir una puñalada en su corazón, algo le comprimía el pecho. Cayó en la cuenta de que estaban pasándole cosas muy serias con un chico que nada serio quería... La verdad es que no había revisado todo el perfil; se extasió con sus fotos, las memorizó y no se puso a leer la descripción biográfica, donde Manuel había especificado aquello que ahora le refregaba en las narices.

Había que tomar una decisión. Pero ¿qué hacer? Manuel le gustaba, él sabía que también le atraía a Manuel, ¿había algo de malo en que el joven no quisiese un compromiso? Lo que sea debía ser respondido inmediatamente.

Manuel_1991: ¿Te quedaste mudo bonito? ¿Te molestó mi actitud?

ReyArturo: No, Manuel, tranquilo... Para nada. Solamente me sorprendió, pero es cierto, ya llevamos varios días de diálogo... Avancemos.

Manuel_1991: Bien, si hay buena energía entre ambos, como la hay en el chateo, podemos repetirlo, sin compromiso. Cada uno es libre de tomar un rumbo en su vida. Kama Sutra y cama afuera. ¿Te parece?

ReyArturo: Me parece... ¿Cuándo sería ese feliz momento, señor proponedor?

Manuel_1991: Ja, ja. Qué bello y ocurrente... Sos un dulce total. Es tarde para cruzarme, sino iría ya mismo. Podríamos coincidir mañana viernes, ¿te parece? Pues el sábado tengo clases y si me invitás a dormir podría levantarme temprano y salir para el aula desde allí. Me queda mucho más cerca.

ReyArturo: Claro, no hay inconvenientes. Cenaremos algo afrodisíaco y vemos si conseguimos dormir, o si vas a clases con ojeras, jejeje.

Manuel_1991: Ahora me ruborizás vos. Me gusta la idea, señor aceptador de propuestas, je, je, je.

ReyArturo: Si supieras todas las cosas que puedo llegar a proponerte.

Manuel_1991: Mmm, cada vez me gusta más. Lamento no poder cruzarme ahora, pero el control de horarios está siendo estricto en casa últimamente.

ReyArturo: ¿Acaso no sos mayor de edad?

Manuel_1991: Sí, pero solamente en papeles. Mi viejo ya se encargó de aclararme que mientras viva bajo su techo debo obedecer sus reglas. Pero puedo ausentarme a dormir un viernes, mi hermana me cubre, ¿te conté que tengo una hermana melliza?

ReyArturo: Para nada, acabo de enterarme. Ni siquiera te vi en fotos con ella.

Manuel_1991: Porque les huye a las cámaras. No se me parece en nada, je, je.

ReyArturo: Es cierto, señor Instagram, muy cierto. Pero si es tu melliza debe ser la mujer más bonita de la ciudad. ¿Cómo no se le ocurrió presentarse para Reina del Carnaval?

Manuel_1991: Ja, ja no la conoces... Es todo lo contrario a mí. Bueno, bonito. ¿Me esperas mañana a las veintitrés en El Viejo Café de Resistencia?

ReyArturo: Allí estaré puntualmente.

Manuel_1991: Ok. Ahora te despido, me quedaré pensando cómo será nuestro encuentro. Pero ya me voy a dormir. No me extrañes eh... Je, je, je.

ReyArturo: Imposible jajaja... Dulces sueños, mi cielo.

Manuel_1991: Para vos también, mi rey.

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Llegamos al final del capítulo 3. Al parecer la cosa entre Igal y Manuel avanzará nomás. ¿Qué les ha parecido este capítulo? ¿Qué piensan que sucederá? Comenten, y si les ha gustado déjenme una estrellita. ¿Nos reencontramos el jueves con el cuarto capítulo? Hasta entonces, y muchas gracias por leerme.




No pude decirte adiós (buscá también la versión impresa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora