(La foto de arriba indica el conjunto que lleva ese día Dana, sin el maquillaje y las uñas, espero que os guste ^-^ )DANA
Es increíble que este instituto haya caído también en las manos de los patéticos bailes clásicos que hacen en toda la ciudad. No puedo decir que sea feliz aquí, pero por lo menos marcamos la diferencia, aparte de tener el nivel académico más alto... nunca se celebra ningún tipo de baile. Es una institución estricta y yo me enorgullezco de estar a la altura. O al menos hasta ahora.
- Silencio por favor. – Pide la profesora Tanner alisando su falda de tubo hasta las rodillas y estirando el cuello. No ha alzado la voz, ni siquiera la ha forzado pues todos sabemos que con ella debemos tener cuidado.
Su lema es: Una vez dicho, no lo repito y si no se obedece, castigo para la clase entera.
Creo que todos obedecemos simplemente por el hecho de que si por culpa de alguien nos cae un día de castigo, los demás odiaremos a esa persona por el resto de los tiempos. Bob Carter está de ejemplo.
Me alegro enormemente de haber estado enferma esos días, pero ese chico no ha vuelto a tener un amigo desde entonces. A mí me parece algo exagerado aunque normal, los estudiantes de este instituto son realmente como los pintan en las películas.
- Bien, como ya sabéis el mes que viene se celebra el baile anual de primavera y este año hemos decidido participar. Nos ha parecido una buena manera de despedir al último curso y si todo sale como lo esperado, seguramente el año siguiente repitamos. – Se mueve por el gimnasio con soltura, acostumbrada a las charlas unidireccionales y con un gesto al terminar, le indica al profesor Gordon que prosiga por ella.
- Sí, como ha dicho la señora Tanner, el baile será en parejas pero antes de que comencéis a cuchichear como ardillas... las parejas ya están elegidas así pues cuando escuchéis vuestros nombre quiero que os acerquéis al centro de la pista y hagáis dos filas, hombres a este lado y las mujeres al otro. – Señala con las manos y todos a mi alrededor murmullan quejas y maldiciones nada apropiadas.
- Jenna Rogers... Charls J. Barrow aquí por favor. – Veo a una chica de mi clase fruncir el ceño al no conocer el nombre de ese chico y caminar hacia el centro del gimnasio con su falda de lápiz balanceándose como si tal cosa.
- Irina Kozlov... Teiko Miu.
- Ekaterina Kozlov, colócate al lado de tu hermana por favor y... Oscar Morales.
Sigo escuchando nombres y más nombres y por lo que entiendo están emparejando una clase con otra. Genial, al menos no me conocerán ni se meterán conmigo pues no me conocen... espero.
- Dana Lemoine... Hunter Hudson. – Me quedo quieta esperando que esa tal Dana no sea yo, pero al ver que nadie más camina supongo que soy yo. Maldita sea, todo el mundo me mira.
Me coloco frente al chico que tendré como pareja y prácticamente escondo la cabeza entre mis hombros. Ni siquiera le miro, solo ruego que se acabe pronto todo el conteo de personas y nos vayamos de aquí. Somos muchos y la gente no para de observarse entre ellos. ¿Y si me miran a mí? Yo no quiero que me miren. Odio que lo hagan.
Escucho un carraspeo y levanto ligeramente la mirada para ver al profesor de arte mirar con mala cara a la chica que tengo al lado que al parecer estaba hablando demasiado alto.
Me relajo un poco y levanto del todo la cabeza para finalmente mirar al chico que tengo en frente. ¡Vaya! Sí que es guapo. Y si recuerdo bien su nombre es Hunter... es el chico por el que todas babean en mi clase.
Maldigo en voz baja. Ahora todas me estarán odiando. Giro la cabeza disimuladamente y desgraciadamente estoy en lo cierto, y no solo me miran ellas, sino las dos reinas del instituto que me hacen la vida imposible. Me observan como si quisieran cortarme el cuello con la mirada y entonces sé que ese solo es el comienzo de lo que estarán por hacerme.
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TU ELIGES (Completa)
Teen FictionLos bailes siempre suelen ser noticia de celebración, pero al parecer para Dana no es así. Puede que simplemente sea porque odia ser el centro de atención... o porque no quiere que sigan acosándola, o tal vez porque por alguna extraña razón del dest...