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Me quedo de piedra cuando escucho varios disparos y es entonces cuando intento levantarme para volver a donde estaba, escondo el cristal bajo el jersey de manga larga y cuando consigo volver al sitio en el que estaba antes, la puerta se abre, y mis ojos con ella, de par en par.

- Siento la tardanza. Y el alboroto, por supuesto.

Un impecable Thomas con camisa blanca y zapatos de aspecto demasiado caros se encuentra frente a mí, diría que divertido. Tiene un arma en la mano derecha y después de echarle un vistazo a su reloj de oro, camina hacia delante para agacharse justo a mi altura, sin tocarme. Limpia la culata de la pistola en mi pantalón y veo restos de sangre en él, por lo que supongo que ha matado a todos los hombres que tenía aquí controlándome.

- ¿Te has armado de valor y vienes personalmente a matarme? – Sinceramente si escuchara a otra persona en mi situación hablando así le diría que, aparte de idiota, es un suicida. Pero sabiendo lo que me espera sin solución alguna, ya no tengo miedo, moriré de una manera u otra.

- Has dado en el clavo. Pensé que después de todo, tú has tocado a Dana, el otro simplemente era un hermano entrometido pero tú... has tocado lo que es mío y eso se merece como mínimo una bala entre las cejas.

Río sin poder creerme lo loco que está, me gustaría saber qué le ocurrió en el pasado para que se convirtiera en lo que es ahora. Y sabiendo que no tengo nada que perder, se lo pregunto.

- Verás chico...

- Hunter, me llamo Hunter. – Le interrumpo esperando que al menos sepa el nombre de la persona que piensa matar.

- Hunter. Creo que no has entendido demasiado bien lo que pasa aquí. Así que te lo voy a explicar. – Arrastra una silla que recoge de la zona que no está iluminada y se sienta frente a mí. – Soy la última persona que va a verte con vida, creo que deberías mostrar un poco más de respeto. Porque tu muerte puede ser muy lenta y dolorosa o solo dolorosa. Tú eliges.

- Me gustaría una tercera opción. – La comisura de su boca se eleva un milímetro, sin poder creerse de verdad que aún en las circunstancias en las que me encuentro, le esté retando. Está claro que le gusta, es un psicópata y a esta clase de gente les encanta que les sigan el juego.

- Muy bien. – Se levanta con mucha tranquilidad, sin ninguna prisa y me mira desde su altura con la barbilla bien alta. Después, sin previo aviso, me golpea en el estómago con la pistola.

Me encojo de dolor e inconscientemente aprieto el cristal que tengo pegado a la muñeca para que no se me escape, aunque creo que lo único que consigo es cortarme. Thomas deja que me recupere y se aparta un par de metros recolocándose la ropa, se nota que es demasiado meticuloso con todo lo que hace.

Cuando vuelvo a mi posición ha guardado la pistola y está sonriendo, como si se le hubiera ocurrido algo.

- Dime Hunter, ¿Te la has tirado ya?

- ¿Qué? – Sonríe aún más y se acerca hasta quedar de agachado frente a mí.

- Que si te la has tirado ya. – No pienso decirle nada pero quiero saber a dónde quiere llegar con todo esto así que le sigo el juego.

- ¿Y a ti qué coño te importa? – Deja de sonreír por el tono de mi voz y se pasa la mano por la barbilla, como si intentara serenarse o contar hasta diez. Por propia experiencia eso no sirve de nada y me doy cuenta de que a él tampoco por el puñetazo que me pega a continuación.

TU ELIGES (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora