DANA
Sus brazos me rodean al instante, pero aún así no consigo sentirme tranquila. Cómo voy a estarlo después de ver cómo mi madre intentaba suicidarse... por tercera vez. Y pensar que todo esto ha sido culpa mía. Si no hubiera pasado lo que pasó anoche, yo habría comprado el alcohol y ella estaría calmada, en su mundo. Pero calmada.
Levanto la vista para fijarme en ella, que está tumbada en el sofá, como siempre suele estarlo. Parece mentira que haya intentado acabar con su vida tan solo unos minutos atrás. Las botellas vacías encima de la mesa me hacen reaccionar y en seguida me aparto de Hunter secándome las lágrimas.
Camino, lo mejor que puedo, sin apoyar nada más que la punta de los dedos del pie herido hasta la mesa y recojo las botellas para tirarlas a la basura. Hunter me observa desde la cocina atento, sin pronunciar una palabra. Entiendo que esté bastante desorientado, yo también lo estaría.
Dios, qué vergüenza. Ha tenido que ver todo eso y ahora estará deseando largarse.
- Puedes irte, tranquilo. – Tiro la última botella en la basura y cuando voy a dar media vuelta para seguir recogiendo, me agarra del brazo y tira de mí para volver a subirme sobre la encimera. Lo hace tan rápido que no me da tiempo a reaccionar.
- ¿Y tú puedes dejar de actuar como si esto no te afectara? – Nos quedamos en silencio porque está claro que no puedo hacer eso.
- Es mejor que te vayas, por favor.
- No voy a irme Dana. No voy a dejarte sola, hasta que tu padre no venga yo no me voy. Y tú ahora vas a subir conmigo a tu cuarto, necesitas descansar y yo necesito que me expliques algunas cosas. – Se relame los labios a la vez que me señala las escaleras.
Centro mi atención de nuevo en mi madre. Sé que no va a levantarse de nuevo, pero tampoco tengo ganas de explicarle nada a Hunter, no lo entendería.
Y solo de pensar en ello, me recorre un escalofrío por el cuerpo.
Mierda, Gordon. Me va a matar.
- Oye, entiendo que no te encuentres cómoda contándome nada, está bien. Solo quiero que subas arriba y te tumbes, así no se te curará el pie nunca. – Se acerca a mí y se coloca entre mis piernas que cuelgan por el borde de la encimera.
- Sé que quieres ayudarme Hunter, pero...
- Pero nada. Deja que te lleve arriba. – Sin darme elección, me baja hasta el suelo y obligándome a rodear sus hombros con mi brazo, me ayuda a caminar hasta las escaleras y poco a poco vamos subiendo.
Le indico que mi habitación está al final del pasillo, a la derecha y caminamos hasta allí. Mis mejillas se sonrojan considerablemente al darme cuenta de que sobre mi cama tengo varios peluches y una manta de las princesas con la que suelo taparme para no pasar frío ya que no tenemos calefacción. Me siento encima de ella sonriendo de manera nerviosa. Creo que no he sido muy disimulada porque noto que intenta esconder una sonrisa.
Le observo atenta cómo inspecciona mi habitación, seguramente mucho más diminuta que la suya. Tan solo tengo un armario pequeño de dos puertas y la cama individual, Todo lo demás está repartido por el suelo de la forma más ordenada posible. No mentía cuando le dije que no tenía la habitación en condiciones de ser visitada.
- Deja de mirarlo todo. – Susurro enrollando la manta debajo de mi cuerpo.
- Perdona, nunca había visto una habitación tan...
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TU ELIGES (Completa)
Teen FictionLos bailes siempre suelen ser noticia de celebración, pero al parecer para Dana no es así. Puede que simplemente sea porque odia ser el centro de atención... o porque no quiere que sigan acosándola, o tal vez porque por alguna extraña razón del dest...