La verdad es que, después de lo que pasó, tengo miedo de salir del baño y toparme con Kam. Ese... Es un niño extraño. ¿Cómo se le ocurrió violarme? Y peor aún, ¿¡Por qué él era el seme!? ¡Yo soy el mayor, mas alto y mas fuerte! No es justo...
De un momento a otro, escucho mi teléfono sonar "wow... fantastic baby, dance!". Salí corriendo del baño, y cuando llegué a la cocina, donde se encontraba mi celular, vi a Kam hablando tranquilamente por él.
- ¿Aló?... No, Oliver se está duchando. Yo soy Kam... Soy un amigo... ¿Quiere que le avise que llamó?... Perfecto, adiós. - cortó. ¿¡Por qué diablos no lo detuve antes de que terminara de hablar!? Es que... Se veía tan tierno hablando. ¿¡QUÉ ESTOY DICIENDO!? ¡Es un demonio!
- ¿Quién era? - le pregunté, acercándome lentamente.
- Una tal... July. Dijo que la llamaras cuando pudieras. - respondió. July es mi mejor amiga desde que tengo memoria, y... Una fujoshi. Gracias a ella me volví gay.
- Dame mi teléfono. - le ordené, y él obedeció cabizbajo.
- Lo siento, amo. - susurró.
- ¿Haber contestado mi celular, o haberme violado? - pregunté irritado, aunque no sé exactamente por qué.
- Por... Lo... ¡Lo siento! - dijo Kam, rompiendo en llanto. Me acerqué a él, y lo abracé.
- Tranquilo, Kam. No hay problema... - ¿¡Por qué intentaba tranquilizarlo!? ¡Él era un maldito maniático! Un segundo... Yo tengo 22, y él debe tener unos 9 años... Entonces... Eso me convierte en... ¿¡Pedófilo!? Dios Santo, soy un pedófilo...
- Kam... ¿Qué edad tienes? - le pregunté, aún abrazándole.
- Tengo... 16. - contestó, sorbiendo la nariz.
- ¿No eres algo pequeño para... Ya sabes... Tener sexo? - creo que la pregunta iba mas dirigida a mi que a él.
- Yo... Supongo que sí... Pero... No puedo evitarlo. Cuando lo vi... Algo se encendió en mi y... ¡Lo siento mucho, amo Oliver! - se disculpó otra vez.
- Tranquilo, oye... Ya tienes 16, ya estás grandecito como para andar lloriqueando. Toma una bocanada de aire, y déjate de tonterías. Ya no eres un niñato, eso se acabó cuando me violaste. - increíblemente todo ese discurso funcionó, ya que se separó de mi y dejó de llorar.
- Debería ser "orador motivacional". - se burló Kam.
- Y tu deberías ser un bonito gatito, pero no todo se puede en la vida. - rematé.
- Tengo hambre. - dijo Kam, cambiando de tema.
- ¿Sabes cocinar? - pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
- Yo... No. - contestó cabizbajo.
- Que suerte que yo sí... - dije, mientras abría la alacena y tomaba unos huevos y tocino. Encendí la hornalla y comencé a cocinarlos en la única sartén limpia que quedaba.
- Am... Oliver, - se corrigió - ¿te han dicho que eres el perfecto uke? - sentí cómo mis mejillas se encendieron ante aquel comentario.
- Yo... Eh... Jamás. - respondí, algo incómodo.
- ¡Es en serio! ¡Sabes cocinar, eres pasivo y no te enfadas cuando te violan! - dijo, enumerando cada cosa con sus dedos.
- Yo... No soy así. Siempre fui el seme... - susurré.
- Pues ya no mas, mi lindo uke. - susurró en mi oído, mientras me abrazaba por la cintura desde atrás. Esto... No terminaría bien.
Me di la vuelta, apoyando la espalda en la mesada, y esquivé su beso.
- ¿Qué haces? No volveré a besarte... Eres mi mascota, Kam. No mi novio. - dije fríamente. Él me miró a los ojos, y se separó de mala gana.
- Tengo frío. - se quejó.
- Voy a buscarte algo de ropa... Fíjate que la comida no se queme. - le dije antes de ir a mi habitación por algo de ropa vieja.
Cuando encontré un jean y una camiseta que me quedaban chicos, regresé a la cocina.La escena que presencié era de esperarse... Kam corriendo de un lado a otro, lanzando agua hacia la humeante comida.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunté tranquilamente. Se detuvo en seco.
- Yo... Comenzó a hechar humo, y no supe qué hacer, entonces se me ocurrió lanzarle agua para que no se incendiara... - respondió, y luego de eso hizo un gesto como si estuviese esperando un golpe.
Apoyé la ropa sobre la mesada, y me acerqué a él. Levanté la mano, lo cual hizo que apretara más los ojos, y la bajé lentamente para acariciar su cabello. Abrió sus grandes ojos lentamente, y me miró confundido.
- ¿No me castigará por lo que hice? - me preguntó.
- Hasta donde yo sé, evitaste que mi departamento se incendiara al dejar a manos de un niño sin experiencia la comida que se encontraba en la estufa. ¿Qué hay de malo en eso? - dije, aún acariciando su cedoso cabello rubio.
Tenía mucha curiosidad, pero no le preguntaría si le golpeaban en su antiguo hogar. Como si me leyera la mente, él comenzó a hablar...
- Antes, cuando vivía con mi padre, cada vez que hacía algo mal, él me golpeaba... Siempre tenía nuevos moretones... Pero un día decidí escapar... No quería que me siguiera lastimando. Se me ocurrió la brillante idea de huir en un día de nieve... Luego tú me encontraste y cuidaste de mi... Y yo te agradecí vi... Viol... - se nota que todo ese tema es muy duro para él, ya que se largó a llorar sin terminar la frase.
Ésta vez no dije nada, no hubo discurso, sólo un abrazo.Ya bañando (fue bastante difícil lograr que se metiera a la bañera) y vestido (la ropa que le di le quedaba enorme) lo llevé a caminar.
Fuimos al parque, donde había varios perros (los cuales le ladraban a Kam, mientras él hacia extraños sonidos gatunos), y personas. Entre las cuales nos encontramos con July.
- ¡HOLA! - saludó ella desde una banca lejana.
- ¡Hola! - grité, corriendo hacia ella.
- Te llamé. - me dijo.
- Lo sé... Lamento no haber contestado. - dije.
- No hay problema. Hablé con un "Kam"... - dijo ella - ¿Quién es él? - preguntó mirando a Kam.
- Él es Kam. - respondí.
- Aww... ¡Eres muy tierno! - dijo entusiasmada, toqueteando al pequeño.
- Gracias. - murmuró él.
- ¿Cuántos años tienes Kam? - preguntó July, como si hablara con un niño de seis.
- 16. - respondió cortante.
- Oh, wow. Pareces mas pequeño... - dijo ella, caminando al rededor del gato.
Cabe decir que antes de salir cubrí sus orejas con un gorro de lana, y su cola la metí en el bóxer.
- Ya me lo han dicho.
- ¿Es tu primo? - me preguntó confundida.
- Yo... - ¿qué responder? ¿"No, sólo es mi gato"?
- No, soy su novio. - se apresuró a decir Kam, a lo cual yo lo miré al estilo "what!?".
July tenía los ojos mas abiertos que de costumbre.
- Oliver... ¡Eres un maldito pedófilo! - comenzó a gritar mi amiga en medio del parque. Todas las personas nos estaban mirando, seguramente pensaban que había violado al pequeño, pero lo que ellos no sabían era que ¡ÉL ME HABÍA VIOLADO A MI!
- Silencio. - dije, tapandole la boca con una mano. Ella la lamió, a lo que yo la quité - ¡Qué infantil! - me quejé. Ella me sacó la lengua, y volvió al tema de la pedofilia.
- ¿Sabes que es un menor de edad? - dijo, esta vez susurrando.
- Por supuesto que lo sé. - respondí.
- El amo Oliver no hizo nada malo, señorita. - se entrometió Kam.
- ¿Amo? ¿Lo tienes de sierva o algo así? - preguntó July, roja de furia.
- No July, nada de eso. Es... Complicado. - dije, buscando la palabra correcta... La cual no encontré.
- ¿Complicado? - preguntó incrédula - Complicado es terminar todas las temporadas de Love Stage, y tener que esperar todo un año para que se estrene la continuación. Eso es complicado. Ahora me vas a decir qué hay entre éste niño y tú... ¡A LA DE YA! - gritó furiosa... MUY furiosa.
- Bien, bien... - le quité el gorro a Kam, dejando a la vista sus suaves orejas - Kam es un chico-gato. - confesé. Sus ojos por poco se salen de su órbita.
- ¡NO PUEDO CREER QUE TENGO A UN NEKO EN FRENTE! - gritó como loca... Y yo como : "¿Qué mirda es un neko?".
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Mi mascota (yaoi/gay)©
RomantikEncontrar un gato en la calle y adoptarlo, nada raro. La cosa se pone extraña cuando descubres que tu supuesto "gato", es un "chico-gato". Y resulta aún peor cuando caes en la cuenta de que estás enamorado de tu mascota. *** ADVERTENCIAS: - Esta e...