capitulo 26

1.1K 78 10
                                    

"Dice que no sintió nada... Dice que todo fue una imaginación mía... Pero ya veremos lo que termina siendo, pues recuerdo muy bien mi nombre ser pronunciado por sus labios aquella noche. No era a Kam a quien extrañaba, sino que disfrutaba del tiempo conmigo...".

Narrador omnisciente (narrador fuera de la historia)

En el tiempo en el que Kam, el chico gato, se encontraba en la escuela haciendo sociales, y su novio intentaba despejar su mente de aquellos recuerdos de una noche, lamentablemente, inolvidable, un par de muchachos disfrutaban de su compañía. Después de todo, las clases no son tan malas si las pasas con la persona a la que amas...

Narra Zach

- ¿Va a dejar eso de tarea? - preguntó el genio de Jaden, con lo cual se le encendió la bombilla al profesor.
- Sí, para mañana. - respondió éste con una sonrisa maliciosa que no pudo evitar.
- ¿¡Qué!? ¡Pero son como 500 ecuaciones! - saltó Juliano, un compañero.
- Se nota que le va mal en matemáticas, señor Juliano, pues en la pizarra solo hay diez problemas. - remató el profesor.
Todos quedamos en silencio hasta que sonó la campana indicando que el sufrimiento, solo estaba comenzando.
- La cabeza me está echando humo, ¿verdad? - pregunté de broma.
- No realmente, en ese caso tu pequeña cabecita estaría en llamas y deberías ir a un doctor. - contestó Spike mientras pasaba su brazo sobre mis hombros.
- ¡Sueltame! Estamos en publico. - me removí, librándome de su agarre.
- No hagas eso. - vuelve a pasar su brazo por mis hombros.
- ¿Eres idiota o qué? ¿Quieres que nos vean juntos? - pregunto, cegado por la vergüenza.
- Dime, ¿qué problema hay si nos ven juntos? ¿Acaso piensas fingir que te gustan las chicas cuando en realidad eres mas gay que Oliver? - sus ojos se clavaron en los mios, y todo el mundo se detuvo por un segundo.
- No me llames así. - dije mientras apretaba mis puños y miraba hacia otra parte - Tú no sabes nada sobre mi. - comencé a caminar hasta llegar a la cafetería.

Sentado en una mesa del fondo, oía los susurros del resto de los alumnos. No podía evitar pensar que hablaban sobre mi... Sentía sus miradas criticándome. ¿Por qué me hacen esto? ¡AQUELLO NO FUE MAS QUE UN ERROR! No soy marica... No soy marica...
- ¿Te sientes bien? Estás temblando. - dice una voz masculina. Al levantar la vista veo a un muchacho rubio parado a mi lado.
- ¿Quién eres? - atiné a preguntar.
- Me llamo Frays, nos conocemos desde primer grado. - rió.
- ¿En serio?
- Sí, mas de una vez hemos hecho trabajos juntos, Zach.
- Lo siento, pero no lo recuerdo. Bueno, en realidad no recuerdo nada antes de cuarto año. - reí cansado.
- ¿Qué? ¿Por qué? No entiendo nada.
- Por nada. - sonreí - Es mejor que vayas con tus amigos antes de que te vean conmigo. - dije mientras tomaba mis cosas.
- Mis amigos están en las practicas de fútbol, creo que prefiero quedarme aquí contigo. - sonrió ampliamente. Sus ojos mostraban sinceridad, y por un momento me sentí tranquilo... Pero luego recordé a Spike.
- Sí... Bueno... Debo irme.
- ¿Por qué? ¿Tu novio te está esperando? - preguntó Frays.
- Sí. - respondí sin pensar - ¡Digo, no! Me voy. - huí de la cafetería como alma que se leva el diablo. ¿Él nos habrá visto? ¿Cómo lo supo?
~ ¿Por qué te preocupa tanto?
~ Eso es lo que yo me pregunto.
~ No lo sé, pero siento que debo preocuparme.
~ Eso no tiene sentido.
~ Ya lo sé. Pero... Hay pensamientos que no comprendo por qué aparecen en mi mente. Jamas me han llamado "marica", pero aún así me recuerdo a mi mismo que no lo soy... Aquí ocurre algo extraño, pero no puedo descifrar qué es.
~ Deberíamos ir a un doctor, ¿no lo creen?
~ Concuerdo contigo, M.
~ ¿A qué clase de doctor?
~ A alguno que pueda ayudarnos, A. No tenemos tiempo que perder. Yo no quiero perder a Spike por esto...
~ Eso no pasará, tranquilo. Pero algo igualmente importante, ¿quién es ese Frays? Yo jamás lo he visto por aquí, pero jura ser amigo nuestro...
~ Yo también pensaba en eso mismo. Es un chico extraño...
~ ¡Como si nosotros no lo fuéramos! Jajaja.
~ Esto no es lo mismo, M. Nosotros somos raros buenos, pero él parece de los raros malos...
~ Sí, yo también sentí eso, R.
~ Debemos investigarlo. Llegar al fondo de esto.
~ Definitivamente.
~ También hay que ir al doctor, no lo olviden.
~ Entendido.

- ¡ZACH! Aquí estás. Estaba preocupado. - apareció Spike con una reconfortante sonrisa. No lo pude evitar, y me lancé a abrazarlo. No hice caso de mis instintos que decían que no dejara que nos vieran - ¿No era que no querías que no viesen?
- Callate. Debemos hablar sobre algo...
- ¿No quieres terminar conmigo, verdad? Porque si es eso, prometo no volver a...
- No es eso. - lo interrumpí - Vayamos a algún lugar mas privado. - digamos que hablar en el medio del patio no era la mejor idea.

Narra Spike

La verdad es que no entendía nada de lo que Zach estaba hablando, pero como todo buen novio, asentía con la cabeza como si lo comprendiera.
- ¡Y NO SÉ DE DÓNDE SALIÓ ESE TIPO! ¡ES TERRORÍFICO! Dice que me conoce, pero yo no lo recuerdo. Tampoco recuerdo lo que pasó antes de pasar al cuarto año de secundaria, ¡pero ese no es el caso! O talvez si... ¿y si conocí a Frays antes de ese año, y luego no nos volvimos a encontrar? ¡ESO ES MUY POSIBLE! ¿Pero por qué nos habremos distanciado? - hablaba (gritaba) para sí mismo.
- Yo estaría mas preocupado por saber por qué no recuerdas nada antes de cuarto... - murmuré para mi, para así no interrumpir sus locos pensamientos.
- Es cierto... Jamás había pensado en eso. - guardó silencio un segundo, para luego continuar con su deducción - Tengo una idea: ¡Debo averiguar qué pasó y por qué no recuerdo!
- Eso fue lo que yo dije... - me quejé.
- Mentir no está bien, Spike. Sabes que esa era mi intención desde el principio de la conversación. - sí, claro... Solo siguele el juego, Spike, en éstos momentos no está pensando claramente.
- Tienes razón. - respondí - Lo primero que deberíamos hacer es ir a hablar con tus padres.
- Ya sé, debería ir a hablar con mis padres. ¡Qué buenas ideas estoy teniendo! - manten la calma, lobito. Pronto volverá a ser el mismo de antes, mientras tanto, procura no matarlo.
- Sí, amor. Qué buenas ideas... - que son mías - ¡Te felicito! - por nada.

Este Zach es muy molesto. Eh llegado a creer que desarrolló una nueva personalidad, a la que nombraré "I". ¿Y por qué I, se preguntarán? Pues por insoportable, claro está.
Si digo algo, lo toma como si él mismo lo hubiese dicho antes. No deja de hablar estupideces y deducir cosas imposibles, como que "los aliens lo abdujeron y le robaron los recuerdos para salvar al universo" (como si su vida fuese tan interesante)...

Caminamos a su casa, mientras él continuaba jugando al Sherlok Holmes.
- Llegamos. - avisé parando frente a la gran casa.
- Buena deducción, Watson. - respondió. Lo siento, pero no lo pude evitar... Le di un golpe en la cabeza para que reaccionara.
- Oye, me encanta que no seas como el resto de los chicos, ¡pero te estás poniendo peor que el Sombrerero! ¡Reacciona, Dios Santo! No llegaremos a nada si soy yo el único que piensa. - le grité. Hubo varias personas paseando a sus perror que se me quedaron viendo, pero no le hice mucha importancia.
- Perdón. Lo siento mucho. Tienes razón, esto me afectó. Mejor me voy a descansar... Te quiero. - dijo antes de darme un tierno beso. Luego dejé que entrara a la estructura, para ir a... Un segundo, yo también vivo ahí.
- ¡Zach, amor! ¡ESPERA!

Mi mascota (yaoi/gay)© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora