17.

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Beca.

Mi madre me mira unos minutos y resopla frustrada.

-No te entiendo.-admite y miro al suelo cansada.-A tu edad tendrías que tener claro dónde quieres estar.-me mira.-¿Porque estás tan insegura de todo?-se encoge de hombros.-Antes eras la más segura de todas.

-La gente cambia.-la miro y suspira.-Mamá, claro que no estoy segura, pero joder,tampoco lo estoy de quedarme aquí, ¿sabes?-resoplo.-Creo... creo que debería probar.

-Nunca te entenderé.-me echa en cara.-¿Vuelves para volver a irte?

-Yo tampoco me entiendo.-admito.-Por eso quiero despejarme mamá.

-Entonces ve.-traga saliva.-¿Tu padre lo sabe ya?

Asiento tragando saliva y me acerco para abrazarla.
Tiene razón, ni yo sé porque lo hago pero siento que lo necesito, que necesito alejarme de verdad de todo y sin nada que me haga volver, porque sé que si me quedo seré incapaz de perdonar y quizás con el tiempo se me pase.

Joder, es que soy así, ni si quiera yo me entiendo, mi cabeza es un lío, una bipolaridad, un día estoy bien, y al otro puedo estar de bajón, un día pensar una cosa, y al otro, una completamente distinta.
Siempre he sido una montaña rusa y quizá eso es lo que me hacía ser tan fría, pero no encuentro la forma de pagarla y necesito de verdad marcharme para lograrlo.

-¿Se lo vas a decir a Dylan?-me pregunta y asiento dudosa.

Quiero despedirme, de todos, se lo debo. Porque a pesar de todo son los de siempre y los quiero más que a mi vida, y no soportaría irme sin decirle un último adiós, o quizás un probable hasta pronto.

Subo las escaleras lentamente y me paro delante de la habitación de mi hermano nerviosa. Toco con miedo y me abre extrañado.

-¿Has decidido hablarme?-dice y miro al suelo suspirando.-Mejor.

-He venido a despedirme.-susurro y abre los ojos como platos, dejando caer los brazos y mirándome como si estuviera loca.

-¿Te vas?-susurra con miedo y asiento no muy segura.-¿Dónde?

-Con papá.-bufo.-Mira Dylan, sé que....-bufo.-Realmente siento que no lo hicisteis con mala intención pero también siento que debo alejarme para pensar, despejarme, y para perdonar.

-No puedes dejarme.-me mira con los ojos rojos.-No puedo dejar que te vallas por una de nuestras cagadas.

-¿Prefieres que me quede mirándoos con asco y sin hablaros?-le digo y mira al suelo.-Te prometo que volveré, ¿vale?-me mira y se quita la única lagrima que se desliza por su mejilla.-No sé cuando, pero volveré.

......

Ando lentamente hasta la puerta de la casa de los gemelos y tocó al timbre decidida.
Sé muy bien como tengo que despedirme y sé que se me va a hacer lo más duro del mundo.

Un Jesus despeinado abre la puerta y sonrío un poco porque tiene puesto el pijama que le compre las navidades pasadas.

-Oh dios.-se sorprende.-¿Beca?

-¿Puedo pasar?-susurro y el asiente abriendo la puerta.-Necesito hablar contigo.

-Por fin.-me abraza y me permito abrazarlo porque sé que será de los últimos en mucho tiempo.-Claro joder, puedes decirme lo que sea.

-Me voy.-susurro y la sonrisa que tenía desaparece poco a poco quedándose en una mueca triste.-Con mi padre a Valencia.-aclaro y pasó al salón.-He confiado en ti como jamás lo había echo en nadie y ahora quiero volver a hacerlo.-le miro y asiente.-Cuídalos a todos.

-Lo haré.-me abraza de nuevo e intentó contener las lágrimas.
A él nunca le han echo falta las explicaciones porque me conoce tan increíblemente bien que sabe incluso lo que pienso al segundo.
Sé que entiende mejor que nadie como me siento y sé que sabe porque lo hago.

-¿Prometes no olvidarte de mí?-susurra y sonrío asintiendo.-Vale.

-Y también prometo volver.-lo miro a los ojos.-Tu tampoco te olvides de mí, anda.-le doy un golpe en el hombro.-Te quiero.-admito porque casi nunca se lo digo.-¿Vale?

-Yo también te quiero Beca.-vuelve a abrazarme y esta vez noto como lo hace con todas sus ganas, como si fuera el ultimo abrazo que fuera a darme en toda su vida.-Mucho.

Le sonrío y le despeino cariñosamente levantándome.

-Voy a hablar con Dani.-suspiro.

-Suerte.-me desea y asiento subiendo las escaleras.

Trago saliva varias veces antes de entrar en su habitación y sonrío un poco al verlo sin camiseta, concentrado en su libro de historia.

-¿Se puede?-susurro con miedo y se gira sorprendido.-Sí, soy yo.-suspiro antes de que pronuncie mi nombre.

-Claro, pasa.-se levanta para acercarse a mi.-Veo que te has quitado ya la ropa gótica.

-Si bueno.-me rasco la nuca.-No era lo mío.

-Ya.-sonríe un poco y sin poder evitarlo yo también lo hago, porque joder, no me cansaré de decir lo jodidamente bonita que es su sonrisa.

-¿Aún quieres saber cómo conseguí que nos dejaran volver?-le pregunto y no sabe lo que decir así que asiento yo por el.-Bueno-me siento en su cama.-Después de fracasar auténticamente con la broma, decidí ir a pedir perdón y a contarle la verdadera razón por la que hice lo que hice.-trago saliva y se sienta a mi lado mirándome atento.-Le hable de ti.-admito al fin y me mira sorprendido.-De ti, de nuestra historia y de todo lo que me hacías sentir, no podrías ni imaginarte la de cosas que le conté, pero me abrí y salió solo.-lo veo sonreír.-No quería decirlo simplemente porque no es mi estilo, no quiero que de verdad sepan que tengo sentimientos y.... no quería que nadie de verdad supiera lo mucho que te quiero, por qué... porque tengo miedo a que me destrencen.-suspiro al fin.

-Eres increíble.-asiente mientras me muerdo el carrillo nerviosa.-¿Pero... porque me lo dices ahora?

-Porque me voy.-suspiro y me mira como han echo los otros dos chicos de mi vida, como si estuviera loca.

-¿Cómo que te vas?-dice agarrándome  las manos.-Dime que no es verdad.

-Necesito tiempo para aclararme.-le digo.-Me voy con mi padre y...

-Quédate.-me mira directamente a los ojos.-Por favor.

Le agarro con fuerza la mano y me fijo en que sus ojos se enrojecen a la velocidad de la luz, dejando caer una lagrima tras otra.

-Esta vez no, Dani.-susurro intentando sonar dulce.-Pero créeme que lo hago para intentar que dentro de un tiempo todo vuelva a estar bien, que yo consiga controlar mi bipolar cabeza y que... os eche de menos sin que duela.

Me abraza con fuerza y me aferro a él sabiendo que es la última vez que lo voy a tener tan cerca.

-Te voy a esperar.-aclara dejando caer sus lágrimas y niego con la cabeza mientras se las quitó cuidadosamente con el pulgar.-Beca...

-No me esperes, por favor, no te tortures.-le agarro la cara con ambas manos.-Te quiero muchísimo.-digo sincera.-Por eso quiero que sigas con tu vida, hazlo por mí.

-Esta bien.-apega mi frente a la suya.-Pero déjame hacer por última vez lo que me hace feliz.

-¿El qué?-susurro nerviosa y coloca su mano en mi nuca.

-Besarte y sentir por un segundo que eres del todo mía.

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A ver pichoncitos, no me matéis.
Quería deciros también que en el próximo capítulo habrá un salto temporal y tal y tal.

Os quiero.💖

Tenias que ser tu. {2 Temporada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora