Tenias que ser tu. {2 Temporada}

4.

Dylan.

Observo como Jesús intenta matarme y como Dani solo mueve sus dedos en el mando desganado.
Esto de jugar a la play con un muerto viviente no mola nada.

-Eh.-pauso el juego.-¿Que te pasa a ti?-me mira.-Odias que tu hermano te gane y no estás haciendo nada por evitarlo.

-Perdon.-suspira.-Estoy muy agobiado.

-Dani..-susurra y el niega con la cabeza.

-Seguir vosotros.-se levanta y se arregla los pantalones.-Voy a beber agua.

-¿Es por mi hermana, no?-miro a Jesús y el asiente obvio.-Iré a hablar con el.

Jesus asiente y pone la play para jugar el solo.
El parece llevarlo mejor, y eso es porque sabe que Ann le qurrá siempre y jamás lo olvidara.
Pero... ¿A caso Dani no sabe todo lo que mi hermana le quiere?

-Ey.-le doy un suave golpe en la espalda.-¿Estás bien?

-Supongo.-se sienta en un taburete apartando la mirada.-¿Vas a darme un sermón, verdad?

-No.-niego con la cabeza.-Simplemente es que creia que eras mas fuerte.

-Si pero...-traga saliba.-Es que cuando se trata de ella, me vuelvo débil-admite.-Y también me siento débil al ver como ellos son capaces de seguir y yo no puedo.

Suspiro acercandone a el con el taburete.

-Dani.-trago saliba.-¿La quieres, no?

-Por supuesto.-cierra los ojos.-Muchísimo.

-Entonces....-susurro.-¿Porqué cuando sabías que la estabas perdiendo no hiciste nada?

-Yo no creia que la iba a perder.-traga saliba.-Dylan, no sabia todo lo que la necesitaba hasta que me dijo que se iba.-se le enrojecen los ojos.-Y jamás creí que se marcharía de verdad.-susurra.-Y cuando lo hizo...

-Vale.-me muerdo el labio.-¿Y porqué no se lo dijiste?-me mira.-¿Porque no le dijiste que se quedará, que la necesitabas?

-No quería fastidiarle tambien esto.-admite y juro que jamás lo había visto así.
Tiene un corazón enorme.-Quería que cumpliera su sueño como yo lo he echo.

-Pues eres tonto.-le digo y frunce el ceño.-Mi hermana si estaba contigo ya era la mas feliz.-admito.-Antes de que se fuera me dijo que...-traga saliba.-Que si le hubieras pedido que se quedara lo hubiera echo.-se sorprende.-Porque preferiría estar aquí contigo que allí.

-Pues que vuelva, por favor.-susurra derramando una lagrima que se quita rápidamente para que no la vea.

-¿Y porqué no se lo dices a ella y no a mi?

.....

Beca.

Bajo todo el cuerpo hasta mi pierna izquierda y aguanto el pequeño dolor que siento en los músculos.
Odio estirar antes de bailar, pero debo hacerlo si no quiero lesionarme.

Las Paulas nos miran mal a Ann y a mi y les sonrío porque se que les joderá.

El estudio de baile es gigante, y en mi grupo, que por lo que me han dicho es el superior de la escuela, estamos todos mis nuevos amigos, las rubias idiotas, un par de niñas sevillanas y luego tres chicos de Galicia.

-Vale chicos.-entra la que será la profesora.-Supongo que os habréis dado cuenta de que tenemos a dos chicas nuevas.-nos sonríe.-Ann, Rebeca, bienvenidas.

-Beca.-le corrijo y ella asiente.

-Habéis venido a mitad del curso así que de momento os pondréis atrás para seguir los pasos y todo eso.-asentimos.-Mañana, según como valla la clase, cambiare posiciones.

Todos se colocan y mi amiga y yo vamos hacia atrás.
Los pasos son muy difíciles, pero no imposibles, y al final de la clase ya los tenemos.

Todos desaparecen rápidamente y voy hasta la botella de agua.

-Chicas.-llama.-Me habéis sorprendido mucho.-sonríe.-La directora tenía razón, sois buenísimas y teneis muchisimo futuro.

-Gracias.-sonrío dando un trago.-¿Mañana es a la misma hora?

-Sí.-contesta mientras recoge sus cosas.-No cerreis al salir, ahora vienen los franceses a bailar.

Desaparece y me siento en un banco para recuperar las fuerzas que he perdido bailando.

-Bueno, ¿esto no esta tan mal, no?-sonrie Ann atandose los cordones.

-¿Bromeas?-levanto las cejas.-Esto es genial.

-Pero...-me mira.

-Pero falta algo.

-O alguien.-se levanta y me tiende la mano.-Hemos venido aquí para disfrutar, ¿no?-asiento.-Pues vamos a por ello.

-¿Aunque a veces se nos haga difícil?-susurro.

-¿A caso alguna vez la vida nos ha sido fácil?

......

Ann.

Oigo los chorros de agua desde afuera y saco el portátil porque es el momento correcto para hacer Skype con Jesús.

Lo llamo y enseguida lo coje.
Esta poniendose la camiseta y lleva el pelo mojado.
Joder, que guapo.

-Hola preciosa.-sonrie y me sonrojo como la primera vez.-¿Y mi mejor amiga?

-Duchandose.-susurro.-¿Y el mio?

-Igual.-sonríe divertido.-¿Como ha ido el segundo día allí?

-Se me ha echo eterno.-admito.-Hay dias que os necesitamos.

-¿Dias?-levanta las cejas.-Niña, aquí os necesitamos a cada segundo.

-No quería decirlo en voz alta pero...-susurro.-Por muy increíble que sea esto, aunque este cumpliendo mi suño.. siento que este no es mi lugar.

-Yo...-me mira directamente a los ojos.-Desde que os fuisteis no encuentro mi lugar.-admite.-Ya no me apetece ni si quiera cantar si no estáis, si no estas.-mira a otra parte.-Siento que mi lugar es donde tu estés, Ann.

-Y yo.-susurro con miedo.-Deberías saberlo Jesús, quiero estar donde tu estés.

-Pues vuelve.-me pide y trago saliba.

-No puedo hacerle esto a Beca.-susurro con miedo.-Si volvemos tu estarás esperandome, pero, ¿y a ella?, ¿quien le espera allí?

-Pues yo.-aparece Dani enrollado en la toalla y lo miro divertida.-Ann, ¿enserio crees que algún dia voy a dejar de esperarla?