Capítulo 14: Algo inesperado

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Yuu observó cabizbajo, la pequeña cabaña de madera que se mecía empinada sobre la baja colina. Sentía los sentimientos fluir por todo su cuerpo, llenándolo de una terrible calidez, incapaz de resistirlo, se llevó la mano al pecho y apretándola con fuerza dejó ir un fuerte grito, que desgarró el cielo. Todos los vampiros se voltearon estupefactos y mirándolo con desprecio, Yuu se fue obligado a retirarse de aquel sitio y a hallar un lugar sin miradas altivas, cargadas de odio. Quedándose solo, pudo atenuar un poco su dolor y, mirando la luz rojiza del eclipse, sintió un fuerte escalofrío recorriendo todo su cuerpo, sabía que algo malo estaba a punto de ocurrir, sin embargo, se auto justificaba -si algo malo ha de ocurrir, algo malo ocurrirá, porque el destino así lo ha querido y así será-. Una rebelde lágrima se dejó caer por su mejilla, -echaba de menos a Mika-. Esperando las indicaciones del jefe de la patrulla vampírica, Yuu se acercó a Ferid y preguntó:

-No estás nervioso por la batalla que está por venir?- Preguntó con voz cansada.

-Un poco si que lo estoy, pero chico, yo he luchado en muchas batallas antes que esta, y ya no me excita tanto- dijo riéndose.

Yuu, desconcertado ante la respuesta de Ferid, lo miró a los ojos y ciertamente, no había punto de excitación en sus ojos, eran ojos aburridos y soporíferos, deseando acabar con esto de una vez e irse a su casa. Yuu decidió que sobreviviría a toda costa y que no pararía hasta encontrarse de nuevo con Mika. De repente se oyó un disparo de un arma de fuego y todos los vampiros se pusieron a la defensiva, se ocultaron como pudieron, intentando visualizar a su oponente, se quedaron de piedra, al darse cuenta que unos simples humanos les habían hecho una emboscada. Se oyeron muchos tiroteos y la explosión de una granada. Yuu, oculto en los matorrales de un bosque cercano y apartado del campo de batalla, mirando en dirección oeste, pudo entrever sombras de cuerpos tendidos, encima de una pequeña explanada, iluminada por la débil luz de la roja luna. Se acercó sigilosamente y al reconocerlos, se quedó atónito, a punto de llorar, se tapó la boca y negando con la cabeza, sin poder creérselo, se dejó caer sobre la hierba. Las dos figuras tendidas en el suelo, no eran ni más ni menos que Mika y Yoichi.

¿Qué estaba pasando? La noche se tornaba cada vez más fría.

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Y aquí el capítulo 14 de mi historia, estos días he ido un poco liada, pero siempre dejo tiempo para escribir esta historia :3. Arigato por los votos minna ><''' Nos vemos en el 15 :'). Ja nee

ʕ•́ᴥ•̀ʔっYukiHime528



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