— Pero... ¿están completamente seguros? —cuestionó Ron por milésima vez después de que Harry y yo le volviéramos a contar a él y a Hermione la historia.
— No, era una broma. Ya verás cómo tus hermanos se pondrán felices por tu reacción —dije.
— Sirrah, no es momento para el sarcasmo —me corrigió Hermione con calma, como si estuviese acostumbrada— . A lo mejor Ryddle se equivocó de culpable. A lo mejor el que atacaba a la gente era otro monstruo...
— ¿Cuántos monstruos crees que pueda albergar este castillo? —le preguntó el pelirrojo con aburrimiento.
— Ya sabíamos que a Hagrid lo habían expulsado —intervino Harry triste— . Y supongo que entonces los ataques cesaron. Si no hubiera sido así, a Ryddle no le habrían dado ningún premio.
— Ryddle me recuerda a Percy —opinó Ron— . Pero ¿por qué tuvo que delatar a Hagrid?
— El monstruo había matado a una persona, Ron —repuso mi mejor amiga.
— Y Ryddle habría tenido que volver al orfanato muggle si hubieran cerrado Hogwarts —continuó Harry— . No lo culpo por querer quedarse aquí.
Vi al pelirrojo morderse el labio vacilando, para al final decir:
— Ustedes se encontraron a Hagrid en el callejón Knockturn, ¿verdad?
— Dijo que había ido a comprar un repelente contra las babosas carnívoras —respondió Harry..
Nos quedamos en silencio por unos minutos, dándole vueltas al asunto, pero cada vez me entristecía más pensar que el buen acto de Hagrid de tratar de cuidar un monstruo había sido castigado de tal manera.
— ¿Por qué no vamos y le preguntamos a Hagrid? —sugirió Hermione.
— Sería una visita muy cortés —le respondió Ron— . "Hola, Hagrid, dinos, ¿has estado últimamente dejando en libertad por el castillo a una cosa furiosa y peluda?"
Me puse de pie después de unos segundos, desconcertando a mis mejores amigos.
— Ya es tarde, Snape a veces merodea las mazmorras y si me ve por fuera... —asintieron.
— Buenas noches, Sirrah —comentaron los chicos al unísono.
— Te acompaño hasta la Sala Común —sonrió Hermione mientras se levantaba de su sitio.
— Claro... ¡Ah, Ron! —saqué el colgante plateado del bolsillo de mi túnica— . Ten. George dice que se lo pases a Percy —lo tomó y me agradeció.
— ¡Nunca me dijeron que se gustaban! —exclamó cuando cerré la puerta. Reí.
Salí con mi mejor amiga hasta la Sala Común, donde no se hallaba ni un alma. Me despedí de ella y, cuando me volteé para salir por el retrato, me detuvo.
— ¿De verdad no le vas a regalar nada a George? Es un poco deprimente —me miró con súplica.
— Tal vez —suspiré— , tal vez mañana encuentre algunos artículos nuevos para bromas... —Hermione pareció satisfecha con mi respuesta.
Bajé las escaleras que daban a las mazmorras con sumo cuidado de no ser escuchada, lo cual era algo estúpido, ya que probablemente todos los alumnos se encontraban durmiendo.
Mi mente no parecía rendirse ante el pensamiento de Hagrid siendo el Heredero de Slytherin, era algo prácticamente imposible; me rehusaba con toda mi capacidad de pensar a creerlo. No dejaba de sentirme desmotivada al visualizarlo siendo expulsado y con su varita rota, sólo por seguir sus constantes instintos de querer proteger a los más rechazados, como los monstruos.
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Sirrah Black & la Cámara Secreta | SBLAH #2
FanfictionDespués de un primer año de muchas sorpresas, Sirrah Black debe enfrentarse a una verdad sobre sí misma que parece cambiarlo todo. Sin embargo, su don para meterse en problemas la distraerá con una cita con el ministerio, un enfrentamiento con el mi...