Capítulo 12

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(Quedan 6 dias)



Esas pastillas sí que eran efectivas. Una de esas eras suficientes para dormirlo por varias horas. Despertó al día siguiente de la aventura de los ladrones. Eran las 8 de la mañana. Sam rápidamente noto que estaba solo, completamente solo.

Y eso era muy malo para él. Significaba que tendría que enfrentarse al Destino sin ayuda de nadie. Apenas sobrevivió a la banda de robacoches, y ahora tendría que sobrevivir un día sin la compañía de nadie. Se estaba poniendo nervioso y paranoico. Por tal razón tomo todas las medidas y precauciones necesarias.

Primero, cerro con doble llave todas las puertas de su casa, no quería recibir visitas inesperadas. Además, cerro todas las ventanas con el objetivo de protegerse de ladrones y pandilleros armados.

Ahora que ya estaba encerrado en su casa, se dispuso a desconectar todos los aparatos con electricidad, no quería cortocircuitos en su casa. Estaba completamente paranoico. Como no veía nada, encendió una lámpara, ya que encender una vela podría causar un incendio.

Y, por último, se armó con palos de hierro y cuchillos, ya que no tenía pistolas. Si alguien lograba entrar Sam le daría su merecido. Con todo listo se fue a meter a su cuarto, se llevó un poco de comida, y se sentó en su cama, su único lugar seguro. Estaba dispuesto a pasar el resto del día encerrado en su cuarto, si es necesario para sobrevivir.

Estaba listo para enfrentar ataques humanos, pero no estaba listo para enfrentar a la naturaleza. La malévola naturaleza...

Habían pasado tan solo 10 minutos desde que Sam se encerró en su cuarto, cuando de improvisto, sintió una pequeña sacudida. Luego esta pequeña sacudida, se convirtió en una gran sacudida, para terminar, convirtiéndose en un temblor, y posteriormente paso a ser un terremoto.

¡Un terremoto! Sam no había pensado en esa posibilidad.

- ¡Nooo! - grito al saber que el Destino era más inteligente que él. Súbitamente salió corriendo de su cuarto, e intento abrir su puerta, mientras escuchaba como todos los platos de la cocina se caían y rompían en mil pedazos.

El terremoto seguía y seguía, y cada vez era más fuerte, y Sam seguía sin abrir la tonta puerta ya que no veía absolutamente nada gracias a su mecanismo de seguridad.

- ¡Estúpida puerta! ¡ábrete! ¡por favor, ábrete! - gritaba Sam que cada vez estaba más nervioso. Sentía que la casa se derrumbaría encima del sino lograba salir de ella. Después de mil intentos (Así lo percibió Sam) logro abrir la puerta, y salió por fin de su casa.

Se alejó lo más que pudo de ella, e intento buscar un lugar seguro donde protegerse, sin edificios ni casas que le pudieran caer encima. Pero estaba en la ciudad, y hallar un lugar así era casi imposible. La única opción era un parque que estaba a unas cuantas cuadras de allí.

En ese momento el terremoto se detuvo, y Sam pudo respirar aliviado. Pero sabía que después de un terremoto, así como el que acababa de ocurrir siempre habían replicas, igual o más fuertes que el terremoto original.

Por tal razón, se dirigió al parque para estar seguro en caso de una réplica.

Cuando iba a mitad del camino, ocurrió lo inesperado: una réplica aún más fuerte que el terremoto original. Mucho más fuerte.

- ¡Ahh! - grito Sam al sentir la fuerte sacudida.

Esto aun no se ha terminado...



Sam Contra El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora