Capítulo 14

42 6 4
                                    

(Quedan 5 dias)



-Otro día, otro problema, otra prueba. - es lo primero que pensó Sam al despertar ese día- ¡Uff! He sobrevivido tan solo 3 días y aun me quedan cinco, ¡esto será casi imposible!

Eran las ocho de la mañana, y otra vez estaba completamente solo. Con un poco de nerviosismo se levantó de su cama. Pensó que si solo se mantenía encerrado en su cuarto iba a ser más difícil sobrevivir, y sería un día muy aburrido. Con cuidado se aseo y desayuno.

Después de realizar sus actividades normales de la mañana, simplemente se sentó en el sillón, y se hundió en sus pensamientos.

Pensó, primeramente, que no podría sobrevivir sin la compañía de alguien, y que mantenerse solo en casa sería una mala decisión. Decidió ir a visitar a algún conocido y estar con el todo el día. Ahora el problema estaba en ¿a quién visitar?

¿A sus familiares? No, ya que no tenía ningún familiar en el país desde que murieron sus padres hace algunos años... Además, ni siquiera tenía hermanos.

¿A sus amigos? No, ya que sinceramente, no tenía muchos amigos que digamos. Además, había un segundo problema con esa idea: como explicaría su visita. De seguro le preguntarían ¿a qué se debe su visita? No podía decir que necesitaba compañía para sobrevivir cinco días a su Destino. Lo tacharían de loco. Necesitaba estar con alguien involucrado en su caso.

¿Con Andrea? No, ya que no la conocía muy bien y en ese momento desconfiaba de todo el mundo.

¿Con Rita? Ni siquiera sabía dónde vivía. Entonces la única opción era visitar al profesor Thomas.

Partió con destino hacia la casa del profesor. Aunque en realidad no era del todo una casa común y corriente. Más bien era una mansión, con laboratorio incluido. Cuando Sam llego, calculo que debería medir 500 metros cuadrados, y que allí podrían vivir más de 10 personas sin ningún problema. Toco el timbre inalámbrico que había instalado el propio profesor:

- ¿Quién es? - pregunto el profesor desde adentro de la casa

- ¡Soy yo profesor, Sam Conery!

El profesor, con un gesto sorprendido, abrió la puerta y descubrió que en efecto era Sam. Y esta visita inesperada no le agrado del todo al profesor. Este era su día de experimentos, y el prefería realizarlos solos y sin distracciones. Ni siquiera había llamado a Rita para que lo acompañara. Aun así, comprendía la situación de Sam y decidió estar con el:

- Oh, eres tu- le dijo el profesor

- Si, ¿no hay problema que me quede con usted todo el día, verdad profesor?

¡Todo el día! Aunque la mitad de él le decía que no, decidió que Sam necesitaba compañía.

- Oh claro, no hay problema- y después de esto, el profesor paso a enseñarle en detalle su lujosa mansión:

- En esta mansión hay 3 habitaciones lujosas, aunque como vivo solo ocupo nada más una- le dijo Thomas.

- ¿Y para que ocupa las demás?

- Para guardar objetos de suma importancia para mis experimentos e inventos- le respondió con aire de superioridad Thomas.

Había además un lujoso comedor en el que podrían almorzar más de 3 familias juntas, y atrás de este una gran cocina en donde se podría preparar un gran bufet sin contratiempos. Luego se pasó a ver la lujosa sala del profesor, quien en medio de la pared mantenía su gran televisor full HD de más de 60 pulgadas, y a los lados fotos y cuadros muy preciados para el profesor, entre otras cosas.

- ¿De dónde saco tanto dinero? - le pregunto curioso Sam

- La mayor fuente de ingresos que tengo son provenientes del experimento del tiempo, ya que varias compañías de ciencia sin fines de lucro me han premiado con jugosos cheques de millones de dólares gracias a mi contribución en la materia de viajes en el tiempo. También vendo mis inventos a mayoristas quienes me pagan mensualmente con miles de miles de dólares. - le respondió con fingida indiferencia el profesor.

Luego le enseño su costoso baño, y paso a mostrarle su gran patio trasero que tenía plantado por doquier flores y árboles de especies exóticas, además de una bellísima fuente en medio del patio.

También le mostro su gigante garaje:

- Y he aquí mi garaje, donde guardo mi bello y costoso auto- le dijo el profesor

- ¿Y dónde está su auto, profesor?

- Esta en reparación gracias a alguien que quiso pasarse de Paul Walker...

- No fue mi culpa profesor, yo solo quería vivir...

- ¿Y para eso tenías que destruir mi auto, ¿eh?

- No se preocupe no creo que sea tan costosa la reparación...

- Para mí 50 mil dólares para reparar un auto si es un precio elevado...

Después de terminar esta pequeña discusión, el profesor le mostro su salón de trofeos, donde guardaba más de una docena de premios científicos.

- Y aún falta que te enseñe mi sala favorita y la más genial de mi casa...- le dijo Thomas con emoción

- ¿Cual, profesor?

- Ya lo veras, ya lo veras...


Sam Contra El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora