CAPÍTULO FINAL (Parte 2)

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Exploto y arraso con todo a su paso. La máquina del tiempo había explotado, y había hecho añicos todos. El Centro de Investigación ahora era cenizas, las cuales ardían en fuego.

La explosión había ocasionado un incendio catastrófico. Sam abrió los ojos. Aun seguía vivo, pero el panorama era muy diferente.

Volteo a ver hacia su izquierda y vio los restos de las maquinas controladoras del tiempo, las cuales ardían sin cesar. Volteo hacia su derecha y vio los restos de la máquina del tiempo, la cual estaba desmembrada y hecha cenizas. Era obvio que el chico había muerto.

Sam no pudo evitar ver su reloj, el cual ya estaba normal. Aquello era muy extraño, pero no le tomo importancia. Tenía que buscar sobrevivientes:

- ¡Hay alguien vivo! Respondan, ¿Hay alguien vivo?- gritaba Sam, en un intento desesperado de hallar a alguien con vida. Esto era muy complicado. El solo veía fuego, humo y los restos de las maquinas, pero no veía sobrevivientes.

De pronto vio un movimiento en una maquina pequeña, la cual no ardía. La movió y descubrió que no era el único sobreviviente. Allí estaba frente a él, el profesor, quien estaba feliz de ver a Sam.

- ¡Sam! ¡Estas vivo!- grito el profesor y seguidamente Sam lo ayudo a levantarse. Sam siguió buscando a más sobrevivientes, entre tanto el profesor se quedó reflexionando. Su preciada máquina del tiempo había sido destruida completamente. 100 millones de dólares quemados, en una inversión que no recuperaría.

Ciertamente, el profesor estaba muy deprimido. Todo por lo que había trabajado, y todo estaba destruido.

Después de algunos minutos buscando sobrevivientes, Sam había encontrado a Rita y Andrea, quienes aun seguían vivas. También había encontrado a Steven y Evans, quienes trágicamente estaban muertos.

Solo ellos habían sobrevivido, las demás personas que habían presenciado el experimento estaban muertas. Sam y el profesor tenían algunas heridas, pero no era nada grave. Igualmente pasaba con Rita y Andrea.

- Bueno chicos, creo que tenemos que buscar la salida- dijo el profesor, rompiendo el silencio.

- Si, así parece- le respondió Andrea.

- Y tenemos que hacerlo rápido, antes de que exploten los tanques de Uranio- alerto Rita, asustando a todos.

- ¿Tanques de que...?- grito sorprendido Sam.

- Tanques de Uranio, veras Sam, los cohetes de la capsula del tiempo son propulsados por Uranio. Por esa razón tenemos guardados varios tanques de Uranio extremadamente peligrosos. Debido a que el Centro está envuelto en llamas, pienso que no falta mucho para que el fuego llegue a los tanques y estos exploten- explico Thomas.

- ¿Y qué pasa si esos tanques explotan?- interrogo curioso Sam.

- Si esos tanques explotan, todos moriremos, y el Centro será destruido completamente. Sera como si hubiera una mini bomba atómica en el Centro- hablo Thomas, alertando a todos.

Rápidamente se pusieron en marcha. No había tiempo que perder. Si los tanques explotaban, todos serian historia. Y peor, el Destino le habría ganado a Sam.

Caminaron por pasillos repletos de fuego y humo, en busca de la salida. Mientras todos intentaban sobrevivir, Sam caminaba reflexionando. El reloj que se volvió loco, la explosión de la máquina del tiempo, los flujos del tiempo, todo parecía no tener sentido. Sam comenzaba a relacionarlos con el Destino. ¿Pero que relación tendrían? Sam no lo sabía.

Recordó, entonces, cuando viajo en el tiempo hace una semana, y sintió el ligero olor a humo. Todo parecía tener una relación, pero costaba hallarla. Rápidamente un grito aturdió sus reflexiones:

- ¡Sam cuidado!- grito Rita. Sam volteo a ver hacia arriba, y descubrió que una gran pieza de lámina incendiada le iba a caer encima. Eso era un sostén del techo, para que se mantuviera seguro.

Sam hizo una acrobacia extraña, y rodo para evitar que le cayera encima. Seguidamente comenzaron a caer piezas como esa, algunas ardiendo y otras no.

- ¡Hay que salir de aquí!- grito asustado Sam. Todos comenzaron a correr, entre la caída de piezas y el fuego de los pasillos, lograron divisar la salida.

Estaba a varios metros, y parecía que lograrían salvarse.

Estaban a punto de lograrlo cuando, inesperadamente, una pieza grande de lámina que no estaba ardiendo cayó encima de Sam.

Sam solo grito de dolor...



Sam Contra El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora