Capítulo 16

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Sam estaba a punto de desmayarse. El humo toxico llenaba sus pulmones, haciendo que su vista se volviera borrosa, y le doliera la cabeza. Comenzó a ver alucinaciones pequeñas, y sabía que terminaría desmayándose en cualquier momento. Eso estaba a punto de pasar, cuando vio un rayo azul que se dirigía a él. Era un rayo gamma.

Sam estaba seguro de que no era una alucinación, y también sabía que iba directo a impactarle en el estómago. Con lo último de su mente debilitada, agarro un pequeño panel de vidrio que estaba por allí, y se protegió utilizándolo como un escudo. Después de defenderse, Sam se desmayó.

Lo que no sabía era que el rayo había rebotado en el panel, y había dado finalmente en una consola que estaba en el techo, desactivándola.

Esa consola era la que controlaba el sistema anti-incendios del laboratorio. Su función era simplemente detectar humo, y cuando lo hiciese unos aparatos previamente instalados dispararían agua en forma de lluvia para así controlar el fuego. El profesor mantenía desactivada esta máquina por medio de la consola. No la activaba por el hecho de que sus experimentos podrían contener humo, y no quería que a cada rato estuviese dispersando agua.

Pero el rayo a desactivar la consola, activo este sistema, el cual detecto el humo toxico, y lo hizo pasar como humo de incendios haciendo llover por todo el laboratorio. El agua disperso el humo toxico, salvando a Sam y al profesor de una muerte segura.

Pasaron algunos minutos hasta que el profesor despertó, y con gran asombro descubrió que no había muerto:

- ¡Es un milagro! - grito emocionado, hasta que recordó que un rayo le había impactado la pierna. Súbitamente, paso a observar su quemada pierna la cual no paraba de sangrar, el cual, combinado con el fuerte ardor, hacían un dolor insoportable. Como pudo se intentó curar, pero lo único que logro fue parar el sangrado y disminuir un poco el ardor.

Entre tanto la máquina que disparaba rayos laser ya se había detenido, todo gracias al agua que cayó del cielo, la cual la termino de arruinar.

Mientras el profesor se curaba, Sam despertó, y al notar que seguía vivo grito emocionado:

- ¡Estoy vivo! ¡Mire profesor estoy vivo!

- Si, ya lo noté- le dijo el profesor con un tono enojado y sarcástico.

- ¿Qué le pasa, profesor? ¿No está feliz de seguir vivo?

- Si lo estoy, pero todo sería mejor si no se hubieran arruinado mis experimentos.

Sam volteo a ver, y observo que efectivamente, la mayoría de los experimentos se habrían mojado o quemado.

- Perdón, profesor- le dijo Sam con un tono arrepentido

- No importa muchacho, ahora lo que importa es curar mi pierna que sigue ardiéndome como no tienes idea- le respondió Thomas, y acto seguido, pasaron a intentar sanar la herida del profesor.

Sam se estuvo algunas horas más en la casa del profesor, curando la herida de Thomas, y sobre todo limpiando el laboratorio que estaba hecho un desastre. Eran las 6 de la tarde cuando Sam se fue para su casa.

Por fin el profesor se halló solo y en paz. Aun así, no dejaba de pensar en Sam, y en la forma en como lo ayudaría a sobrevivir los días que quedan. Repentinamente un sonido interrumpió sus pensamientos. Era el sonido de su celular. Thomas no tuvo más opción que responder:

- ¿Quién habla? - pregunto tranquilamente Thomas.

- ¡Soy yo profesor, Andrea Vertogi!

- ¡Ah! eres tu... ¿Qué quieres?

- Solo quería preguntarle si hay algo nuevo sobre Sam, cualquier cosa me sirve para mi investigación.

El profesor paso a explicarle detalladamente el incidente del laboratorio, y como milagrosamente había sobrevivido.

- ¡Wow! - respondió sorprendida Andrea después de escuchar la historia- Esta investigación será la más completa que hare. Aun así, quisiera más detalles.

Entonces se le ocurrió una gran idea al profesor:

- ¡Ya se! ¡Tú quieres más detalles, y yo quiero que Sam no este solo...!

- ¿Y....? - pregunto confundida Andrea

- Oye ¿Por qué no te vas a vivir con Sam estos 4 días?

- ¿Perdón...? - pregunto Andrea aún más confundida.

- Es una buena idea. Veras, Sam necesita compañía, alguien que lo tranquilice, lo ayude, y que este con él en todo momento. Yo no puedo ser ese alguien ya que estoy muy ocupado, pero tú no tienes más trabajo que esta investigación. Además, así podrías reunir más detalles.

Hubo un silencio incomodo, el cual Andrea ocupo para pensar detalladamente la propuesta del profesor.

- ¡Pero yo no puedo estar sola con Sam! - dijo al fin Andrea

- ¿Por qué? - interrogo Thomas

- ¡Acaso no has visto a los problemas que se enfrenta diariamente Sam! Aceptaría si hubiera más seguridad...

- No te preocupes por eso, yo puedo contratar a unos guardias que los protejan a los dos. Sé que Sam tiene suficiente espacio en su casa para alojar a más personas... ¿Aceptas...?

Andrea se tomó suficiente tiempo para pensarlo

- ¡Acepto! - dijo Andrea decidida.

- Entonces, llegas mañana a su casa, yo contratare a los guardias y no hay nada más de que preocuparse.

Después de la despedida, Thomas emprendió la búsqueda de guardias a tiempo completo.

Entre tanto, Andrea se quedó pensativa en la decisión que acababa de tomar. Había visto los peligros a los que se enfrentaba Sam, y no se sentía muy segura.

Ahora era parte de la lucha contra el Destino, y no sabía si eso era bueno o malo...




Sam Contra El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora