Capítulo 24

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Casi me quedo sin respiración al escucharla. Al principio pensaba que había descubierto nuestro ataque a Torrance anoche, pero lo que me ha dicho me ha sorprendido todavía más ¿Cómo lo sabe? 

-¿Qu-qué? -no puedo evitar tartamudear.-

-Desde nuestra... primera vez. Jared, ¿por qué no me lo dijistes? -frunce el ceño.-

-Porque no lo sabía hasta hace unos días. Y ahora no te lo he dicho porque no quiero que estés con nosotros así, Madison.

-Pero soy yo quien lo decide, Jared. -se cruza de brazos.-

-Es por eso mismo por lo que no te lo he dicho, porque sabía que dirías exactamente eso. -tomo una bocanada de aire.- No puede ser de Heaven aún, Madison. Prométeme que no lo serás hasta que todo esto termine. -le pido.-

-¿Y si no termina nunca? ¿Y si nunca podréis liberaros de esto? 

 Frunzo el ceño. ¿Y si estoy destinado a vivir esta vida de mierda? Eso es lo que llevo preguntándome desde hace bastante tiempo, pero, no toda pregunta tiene respuesta, ni toda respuesta tiene por qué ser verdad, así que digo:

-Todo acabará.

 En verdad, es más un deseo que una afirmación. Lo único que quiero es que todo termine para siempre.

-Eso espero... -dice.- Bueno, ¿por qué estabas aquí? -pregunta.-

-He leído tu mensaje y he preferido venir que hablar por mensajes. -sonrío.- ¿Dónde estabas? 

-Paseando. -se encoge de hombros.- ¿No deberías de estar limpiando las calles? -me pregunta.-

-Sí, pero hemos decidido no hacerlo. No pueden obligarnos. 

Me dedica una sonrisa y no puedo evitar corresponderla. Me acerco a ella para envolverla en mis brazos y besarle. 

-¿Quieres entrar? -me dice cuando, después de un cálido beso, nuestros labios se separan.- 

  Miro el techo mientras las yemas de sus dedos acarician la piel desnuda de mi pecho. Entonces la miro. No he podido dejar de pensar en el tema, y, no podría soportar ser la razón por la que quiera arruinar su vida. Sé que me quiere, y es algo que me encanta, pero pienso en un futuro ¿Y si lo nuestro no funcionase y ella fuese ya de Heaven? Probablemente a ella no le importe un comino el pacto, pero, habría perdido a su familia. 

-¿En qué piensas? -me pregunta en un tono demasiado suave que hace que se me erice todos lo vellos.- 

-En nada en concreto. -miento y sonrío.-

No quiero decirle que me preocupa su futuro, no quiero hacerle plantearse lo que quiere, solo quiero que haga lo que sienta, porque la razón no es la felicidad, en cambio los sentimientos sí lo son. 

-Te quiero. -me susurra.- 

 Le planto un beso en la frente y la acurruco en mis brazos. 

 Bendigo el día que la conocí, el día que le besé, el día que le dije que le quería. ¿Qué hubiera sido de mí si no hubiese hecho nada de eso?  Probablemente hubiese seguido siendo el chico que pensaba que Dropped era alguien, que Dropped significaba algo, pero estaba muy equivocado. No significaba nada, solo era la versión atrapada de mí, atrapada en un laberinto sin salidas en el cuál ella rompió los muros, ayudándome a escapar de allí.

Sí, ella es la principal causa de que sea quien soy ahora mismo, pero no quiero tenerla atada a mis pies por eso. No quiero que se sienta atrapada a mi lado por haber encontrado la luz en mí. Porque no está conmigo por pena, ¿no? No, imposible. Ella no haría algo parecido. Ella me quiere. 

 Me quiere.

 Más tarde me encuentro volviendo a casa en mi moto.  

 Ojalá pudiese estar las malditas veinticuatro horas del día a su lado, tirados en la cama diciéndonos que nos queremos mientras nos acariciamos. ¿Por qué la vida no puede ser así de fácil? 

  A lo lejos, antes de llegar a Heaven diviso humo, y estoy cien por cien seguro de que viene de uno de nuestros edificios. Frunzo el ceño y aumento la velocidad esquivando a algunos coches que me pitan por ello, y en menos de diez minutos estoy allí, delante de la enorme llama de fuego que colapsa un edificio a tres manzanas del mío. 

-¿Cómo podemos apagarlo? -dice Bethany.- ¡No tenemos extintores ni podemos llamar a un bombero!

-¿Quién lo ha empezado? -frunzo el ceño.- 

-No lo sé. Acabo de llegar y el edificio estaba empezando a quemarse... ¡Va a acabar con toda la ciudad si no lo paramos!

No. No puede ser posible.  Saco mi teléfono móvil y llamo a los bomberos. Sé que va a ser imposible, pero lo hago.

-Escúchame, vas a mover tu culo y vas a venir a toda ostia a Heaven para apagar un puto fuego. -espeto nada más empieza la llamada.-

-¿En Heaven? Lo siento, no podemos mandar nuestros servicios allí. -dice y cuelga.-

-¡Va a quemarse todo! -le grito al teléfono aunque ya ha colgado.-

-¡Dropped! -me llama Tom.- ¡Tenemos que irnos! 

-¿Qué? ¿Vamos a dejar que todo esto arda? 

-Si quieres hacerte cenizas, puedes quedarte, pero si no, sube a la puta furgoneta. 

 Observo la furgoneta donde están James, Kai, Bethany y ahora Tom.  Tenso la mandíbula y vuelvo a ver como el fuego se va propagando rápidamente, quemando cada vez más y más terrenos de la ciudad. 

 Chillo frustrado. Esto no puede estar pasando.

 Me subo a la furgoneta y James empieza a conducir a máxima velocidad alejándose de la ciudad.

-¿Y dónde vamos a ir? -pregunto.- ¿Y qué vamos a hacer? Cuando volvamos no habrá rastro de la ciudad y... ¿Qué va a pasar con el pacto? Se suponía que éramos nosotros quiénes no podíamos dejar a Heaven y resulta que es Heaven la que nos deja. Cuando volvamos no va a haber nada, ¡nada!

-Tranquilízate, Jared. -me dice Kai.- Esto a de haber sido idea de Elsa, ¡seguro que esta es su manera de devolvernos lo de ayer!

-Ya no tenemos ni dinero, ni armas... -continúo lamentándome.- ¿Cómo vamos a contraatacar? 

-No podemos contraatacar. -dice Tom.- No si estamos solos.

-¡Siempre vamos a estar solos! -exclamo.- Todos son iguales, todos piensan lo mismo de nosotros: no somos nadie para ellos. 

-Cálmate, Jared. -dice Bethany.- Vamos a salir de esta, como siempre lo hemos hecho. -me asegura.-

Madison.

  Después de comer subo a mi habitación y me tiro sobre la cama.  No puedo evitar recordar mi conversación con Marcos. Él si que no ha cambiado, sigue siendo el mismo a pesar de haberse esmerado en conseguir un cuerpo más tonificado.

 La puerta de mi habitación se abre y Kate entra. 

-¿Qué pasa? -frunzo el ceño.-

-Eh... ¿te gustaría esta noche ir a cenar conmigo? -me pregunta.- 

 Frunzo el ceño.

-Hay cosas de las que me gustaría hablar contigo y no creo que sea adecuado que papá se entere. -me dice.-

Asiento.

-Claro. -murmuro.-

Sonríe y entonces se marcha de mi habitación. Entrecierro los ojos ¿Por qué querrá ir a cenar fuera cuando podemos hablar del tema perfectamente en mi habitación? 

¿Qué estás tramando, Kate?

  Bueno aquí os traigo el capítulo de miércoles ¿Qué os ha parecido?  

 Lo siento si ha sido un poquito aburrido quizá, pero sabéis que no todos los capítulos pueden tener drama. 

 Vuelvo a animaros a que leáis mi novela llamada "Autocontrol" ! Para quien le guste lo erótico.





  










DROPPED 2 - CLOUDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora