DROPPED 2 - CLOUDS

Capítulo 12

Madison.

Mi corazón empieza a latir más rápido de lo normal cuando escucho su nombre a través de los altavoces. No puede ser verdad, no puede ser verdad que esté aquí. ¿Por qué está en un combate de boxeo? Trago saliva y espero ansiosa a que salga por la cortina, y cuando lo hace, mi corazón late incluso más rápido.

Hacía tanto que no lo veía que casi se me había olvidado lo marcada que era su mandíbula y lo intenso que sus ojos eran. Está guapísimo, más de lo que lo recordaba.

Mira al público detenidamente, hasta que finalmente se da cuenta de la presencia de Jeremy, observo como su ceño se frunce al verlo allí, y entonces, llega el momento: sus ojos se desplazan hacia un lado para mirarme, me miran detenidamente. Sus labios se entreabren y veo como su expresión cambia rápidamente de confusión a sorpresa.

Reacciona cuando el hombre del micrófono le da un pequeño golpe en el hombre indicándole que tiene que ponerse en su posición. Asiente y me mira una última vez para después ponerse en un lateral del ring.

Jeremy me mira, le miro.

-Lo hemos encontrado. –le digo.-

-Has dado de pleno. –Me dice él y sonríe de lado.-

Sí, lo he hecho.

Una señal de un silbato indica que el combate ha comenzado. Todo el mundo permanece en silencio y presta atención a las dos personas que están sobre el ring, mirándose desafiadoramente.

-¿Crees que tiene alguna oportunidad de ganar? –Habla Jeremy.-

-Muchas, él sabe cómo hacerlo. –le aseguro.-

El moreno cachas se acerca con pies de plomo a Jared, quien permanece quieto con sus puños juntos, sin apartar su mirada de él.

¡Zas! Un golpe en la mandíbula de Jared que hace que retroceda algunos pasos. Pero lo que para nosotros es un puñetazo a Jared parece sentirle como una suave caricia, ya que vuelve a avanzar y esta vez pega sus puños contra la mandíbula del fornido devolviéndole lo recibido. Primer golpe, luego va un segundo un poco más arriba, y luego otro contra su mejilla.

Me llevo las manos a la boca intentando ocultar la 'o' que esta forma. El chico se encuentra en el suelo, y se lleva las yemas de los dedos a la nariz para comprobar que está sangrando.

Todo el mundo en las gradas parece sorprendido por lo que él aparente chico débil le acaba de hacer al musculoso. Pero no todo es fuerza física.

El moreno con la nariz sangrienta se levanta del suelo para volver a enfrentar a Jared, quien hace una mueca mientras observa como su nariz chorrea sangre. Se incorpora y se tambalea un poco antes de recuperar su compostura. Intenta llevar uno de sus guantes a la cara de Jared, pero este es más veloz y lo detiene en el camino y le baja la mano para él subir la suya libre y volver a darle en la cara.

-¡Que alguien lo pare, está sangrando! –Grita un hombre del público.-

El cachas vuelve a caer al suelo, parece que ya no puede sostenerse por sí mismo, y la verdad, considerando que es un boxeador, me sorprende su poca resistencia. Recuerdo que en las peleas callejeras en California la gente en las peleas ilegales aguantaba más, hasta quedarse inconscientes.

Jared está a punto de volver a darle un golpe cuando el presentador sale y le separa.

-¡Para! Ya está, ya has ganado. –le dice.-

Frunce el ceño, sé que está pensando lo mismo que yo, sé que estaba esperando a dejarle inconsciente, y me alegra de que no vaya a hacerlo.

Entonces se gira y vuelve a mirarme, su ceño sigue levemente fruncido. Desaparece por la cortina.