DROPPED 2 - CLOUDS

Capítulo 37

Jared

Cuando el helicóptero nos deja en la mitad del bosque. Empezamos a caminar esperando encontrar algo en el camino, o quizá a alguien.

-¿Nos darán comida? -pregunta Bethany.- Va a ser imposible encontrar algo que comer en un lugar así...

-Elsa es una perra. -le recuerdo.- Lo quiere es que todos nos pudramos.

Bethany exhala. Todos sabemos que nuestras vidas aquí van a ser de lo más complicadas.

Media hora después de seguir caminando por el extenso bosque no encontramos nada todavía. Espero que esto no sea mucho más grande de lo que parece.

-¿Cómo sabremos lo que tenemos que hacer cada día? -pregunta James frunciendo el ceño.-

-Ni idea... -murmura Tom.-

Continuamos caminando hasta que nos encontramos con una gran muralla metálica.

-Y aquí termina... -murmuro.-

-¿Dónde están los demás? -dice Kai.-

-Solo hemos visto la mitad del bosque, pueden estar en cualquier lugar... -dice James.- Vamos a dar otra vuelta.

Nos damos la vuelta y caminamos hacia la derecha hasta que finalmente nos encontramos con otras cinco personas.

-Menos mal, empezaba a pensar que estabamos solos... -dice Kai.-

-¿Habéis encontrado algo? -pregunta Joshua.-

Parece ser que en este bosque no hay nada más que árboles, arbustos y bichos...

-Nada. -musita James.-

-Vamos, tenemos que encontrar a los demás. -musito continuando con el camino.-

Le agradezco a Dios que los dolores musculores en mi cuerpo hayan desaparecido, ya que sino me sería imposible emprender esta infinita ruta.

Pronto se hace de noche y decimos pararnos a descansar y seguir explorando cuando amanezca.

Me echo en el suelo junto a los demás.

-No creo que pueda soportar mucho tiempo así... -dice Tom.-

-Ni siquiera llevamos un día aquí... -dice Bethany.-

-Eso es lo que me asusta.

Suspiro y cierro los ojos intentando dormirme, pero se me hace un poco imposible con lo duro que está el suelo.

Intento concentrarme en únicamente una cosa, y pienso en Madison, ¿qué estará haciendo ahora? Espero que llorar sea lo último que haga este tiempo, no lo soportaría.

Kai llega con unas cuantas ramas y las deja en el suelo intentando hacerlo algo más cómodo para poder dormir. Entonces me mira y ladea la cabeza hacia la derecha para después levantarse y alejarse un poco.

Me levanto y le sigo hasta estar lo suficientemente lejos de los demás.

-¿Cómo se va a llamar? -Me pregunta.-

-Hugo. -musito.-

-¿Cuando nacerá?

-Debería de nacer en cuatro meses. -Le digo.- Espero poder estar ahí para el día que nazca...

-Debe ser duro estar tan lejos de la persona a la que amas. -Dice torciendo los labios.-

-No sabes cuánto...

-James y yo vamos a ayudarte para que seas el primero en salir de aquí. -dice entonces.- Por Hugo, y por Madison.

Frunzo el ceño y niego con la cabeza.