Madison
El día me mi vuelo llega antes de lo que tenía calculado y, antes de que pueda contrar hasta tres me encuentro recogiendo mis maletas.
Por una parte, estoy emocionada de volver a estar aquí. Esa parte es básicamente Jared. Pero por otra parte, una parte más pequeña, desearía estar en Nueva Jersey con mi tía. No me siento psicológicamente preparada para volver a establecer una conversación de más de tres frases ni con Kate ni con papá, así que espero que no me hablen mucho.
Cuando tengo las maletas en mis manos salgo del aeropuerto y busco la entrada a la terminal 1, donde deberían estar ellos con el coche.
El tiempo aquí es mucho más cálido, por lo que me remango las mangas de la sudadera ya que tengo un poco de calor, que creo que no es por el tiempo precisamente.
Estoy a unos pocos de la terminal cuando veo el ford de Kate aparcado a un lado. Ambos están fuera del coche y me observan con una pequeña sonrisa que logro diferenciar en sus alegres rostos. El mío en cambio es todo lo contrario
-Madison... -dice mi padre para después envolverme en sus brazos.-
Me quedo tiesa como un palo cuando me abraza. Tampoco quiero que se esperen que todo va a ser como siempre.
-Te he echado mucho de menos, Madison. -me dice cuando me separa de sí.-
Hago una mueca y miro a Kate, mi hermana, aquella que me defraudó de tal manera.
Entonces me abraza también, como si su vida dependiese de ello.
Sé que para ella ha tenido que ser muy duro, incluso más duro que para papá, y para mí también lo ha sido. Pero no puedo perdonar tan fácil lo que me hizo, a pesar de que debería ya que es mi hermana.
-Me alegro mucho de que estés aquí, Madi. -Me dice ella con los ojos cristalizados.-
Una punzada me atraviesa el corazón.
"No muestres signo de emoción, Madison. No lo hagas."
Trago saliva fuertemente tragando con ella las palabras que deberían de haber salido de mi boca.
Me miran incómodos, tanto como yo. Y entonces papá se acerca para quitarme las maletas de las manos.
Entonces me percato de algo que he notado cuando me he abrazado, pero justo ahora me he dado cuenta de ello: papá está usando un nuevo perfume. Él siempre ha llevado el mismo viejo perfume que mamá le compraba desde que tengo uso de razón, y ver que ya no lo usa me hace pensar que no se acuerda de eso.
"Ya la ha olvidado."
-Vamos. -Me dice Kate con una sonrisa mientras pulsa el botón de las llaves de su coche para que este se abra.-
Abro lo la puerta izquierda trasera y entro sentándome en el sitio del medio.
Dos minutos después papá y Kate entran en el coche y la última arranca el coche para emprender el largo viaje a casa, o más bien eterno.
Durante el viaje pienso en cigarrillos, y me golpeo mentalmente por ello. ¿Qué me está pasando? Se supone que el tabaco no tendría que poseer mis pensamientos de tal manera. Nunca quise que eso pasase.
Entonces, media hora más tarde, llegamos por fin a casa.
No puedo evitar recordar mi último momento con Jared en la calle de casa cuando pasamos por esta. Todo sigue igual.
Parece que revivo el momento de hace un año cuando vine aquí por primera vez, pero sería una locura pensar eso después de todo lo que ha pasado, después de haber conocido a Jared.
Jared. Tengo que llamarle y decirle que estoy aquí. No, mejor tengo que ir a verle, tengo que ir a Heaven. ¿Seguirá todo igual que antes? Ahora estará repleto de coches patrulla, pero supongo que por lo demás nada habrá cambiado, o eso espero.
Sin decir ni pío, mi padre me sube las maletas a mi habitación y se lo agradezco para que después se marche dejándome sola. Mi habitación también sigue igual. Parece como si nadie hubiese estado aquí.
Pero sé que alguien lo ha estado cuando veo la foto enmarcada en la que salimos yo y mi madre. Frunzo el ceño y me acerco al escritorio cogiéndola. Acaricio el cristal que protege a la foto y me siento débil al recordarla.
Todo sería mucho más fácil si estuviese aquí conmigo, dándome los consejos que las madres dan a sus hijas, diciéndome que todo estará bien, y que haga lo que mi corazón me pide que haga.
No, en vez de eso me ha tocado vivir con un padre que me manda al otro lado del país para que no esté con el chico malo de California y con una hermana que en vez de entenderme le cuenta todos los secretos a mi padre.
Pedí la familia perfecta y me tocó todo lo contrario. Pero supongo que nadie es perfecto.
Cojo mi teléfono móvil y le envío un mensaje diciéndole que ya estoy en casa y que quiero verle, y bloqueo mi teléfono para sacar todas las cosas de mi maleta y colocarlos en sus respectivos sitios.
Una hora más tarde, cuando ya lo tengo todo en su sitio vuelvo a mirar mi teléfono y leo un mensaje suyo:
Jared: ¿Podemos vernos?
Me muerdo el labio inferior y tecleo rápidamente.
Madison: Después de cenar voy a coger el autobús.
Vuelvo a bloquear mi teléfono y me acerco a mi armario cogiendo unos vaqueros y unos leggings junto a la ropa interior de encaje que me compré en Nueva Jersey y me dirigo al baño para darme una larga ducha que me relaje.
Logro que mis músculos dejen de estar tan tensos, aparte de un olor agradable.
Bajo a la cocina cuando son las ocho y veo a papá terminando de hacer la cena, y a Kate en el sofá con su teléfono.
-¿Vas a salir? -me pregunta Kate.-
-Sí... -digo mirándole directamente a los ojos.-
-¿Dónde? -inquiere.-
-Fuera.
-¿Vais a ir a verle? -dice ahora en un tono más bajo para que papá no pueda escucharnos.-
¿Ella sabe que Jared está fuera? Frunzo el ceño y me siento a su lado en el sofá.
-¿Qué sabes?
-El otro día se pasó por esta calle y le vi. Pensaba que estaría de por vida encarcelado, no me esperaba para nada verle.
-¿Hablaste con él?
-No. -me dice.- No tengo nada de que hablar con él.
Frunzo el ceño. No me gusta que no le guste Jared por el simple hecho de que a mi me gusta. ¿Por qué no puede si quiera fingir que le gusta? Aunque en realidad no le conoce nada.
Papá aparece con la cena y entonces nos reunimos todos en la mesa para establecer una incómoda cena que se hace eterna.
-¿Cómo has estado este tiempo con tu tía? -me pregunta papá.-
-Bien... -me limito a decir ya que no se me ocurre que más decir.-
Esas son las únicas palabras transmitidas a lo largo de la cena. Todo lo demás es silencio.
Después de cenar le digo a papá que voy a salir y me dirigo a la parada de autobuses, que a regañadientes recuerdo donde está, para esperar el autobús, el cúal en diez minutos llega vacío, como lo recordaba.
El viejo hombre me dedica una sonrisa de lado al verme.
-Tú otra vez... Pensaba que ya no volverías más a Heaven.
-¿Cómo sabe que voy allí? -sonrío de lado.- Podría ir a cualquier otro lugar.
-Porque si no, cogería otra línea. Coge asiento.
Niego levemente con mi cabeza y me dirigo justo al medio para sentarme en un sillón al lado de la ventana.
El viaje se me hace menos largo de lo que lo recordaba y en menos de lo que canta un gallo ya estoy en Heaven.
Profundizo en las calles y veo algunos coches patrulla con varios hombres caminando de un lado a otro.
Me acerco al piso de Jared y entro, subo hasta el séptimo y me encuentro con que la puesta está cerrada. Frunzo el ceño y toco la puerta con los nudillos de una de mi mano.
Unos segundos después la puerta se abre y Kai me mira y sonríe.
-¡Madison, qué sorpresa! Pasa. -dice apartándose de la puerta.- Jared está en su habitación escuchando música, no debe de haber escuchado el timbre.
-Gracias. -sonrío.-
Atravieso el corto pasillo y abro la puerta de su habitación encontrándome con la imagen más sexy que mis ojos jamás han visto.
La espalda desnuda de Jared se tensa con cada golpe que le da al saco de boxeo. Observo como los auriculares cuelgan desde sus orejas hasta su cintura donde he de tener su movil.
Muerdo mi labio inferior y cierro sigilosamente la puerta acerándome a él para llevar una de mis manos a su hombro. Entonces sus músculos se relajan y se detiene. Se gira lentamente para mirarme. Se quita los auriculares y se acerca a mí besándome con ansiedad.
-Jared... -murmuro cuando uno de sus dientes muerde mi labio inferior.-
-Te he echado tanto de menos. -me dice.-
-Yo también. -digo con la respiración agitada.- ¿Cómo estás?
-Ahora mejor. -sonríe de lado.-
Miro el saco de boxeo y le doy un puñetazo flojo.
-¿Esto es lo que has estado haciendo este tiempo? -me burlo.-
-Soy un profesional. Puedo darte clases, si quieres.
-No estaría mal... -le miro de arriba abajo y me muerdo el labio inferior.-
Sonríe de lado y se coloca detrás de mí y me coge los brazos. Se pega a mí lo más posible y puedo sentir lo excitado que está. Lleva su respiración a mi cuello y se me pone la piel de gallina como respuesta.
-Me encanta como reaccionas a mí. -murmura y pega húmedos labios a mi cuello.-
Planta un beso y pasa su lengua por la zona para después llevar sus manos a mi pelo y echarlo a un lado de mis hombros y hacer lo mismo que antes pero ahora en mi nuca. Gimo.Esa noche volver a hacer el amor, varias veces. Le he echado de menos y él a mí también, y puede que esta manera no sea la que mejor lo demuestre, pero es lo que ambos necesitamos en el momento: sentirnos.
Lo siento a todos si ayer estuvisteis esperando a que subiese el capítulo, pero no tuve tiempo para hacerlo ya que estuve todo el día estudiando y después me dio dolor de cabeza. Pero aquí lo traigo ahora y lo he alargado un poco más :)
¿Os ha gustado?
Madison ya por fin en California con Jared, ¿qué pasará?
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DROPPED 2 - CLOUDS
Novela JuvenilÉl pensaba que moriría en aquella celda. Ella que nunca más le volvería a ver. Él encerró sus sentimientos en una caja fuerte y escondió la llave en un lugar que él mismo desconocía. Ella exploró un nuevo mundo que la mayor parte de los días le hací...