~ Grant ~
Me mantuve cabizbajo intentando no fulminarlo con la mirada o en altos niveles, con mi mano.
- ¿Me dirás la verdad? -. Nuevamente insistió.
Su rostro me ocasionaba completo asco, me observaba con enfado y arrogancia, esperando que el nombre de la persona resbalara de mis labios.
- ¡Idiota! -. Grite escupiendo hacia sus zapatos.
El hombre me fulmino con enfado abofeteando bruscamente mis mejillas dejándolas rojizas y calientes. Las personas que me mantenían firme al suelo, golpearon mi abdomen sin siquiera pensar en los errores absolutos cometidos; me golpeaban con facilidad ocasionando que cada parte de mi cuerpo comenzara a sangrar.
- Mírate -. Dijo sosteniendo firmemente mi rostro -. Te estas desangrando y morirás más rápido y doloroso de lo que aparenta ser.
- Lo lamento -. Suspire con arrogancia -. Su nombre no saldrá de mis labios así logren torturarme con máximo dolor.
Me fulmino con la mirada y por enésima vez golpeo mi abdomen permitiéndome devolver un poco de sangre.
- ¡Habla! -. Grito con desesperación.
~ Alan ~Sus gemidos lograban ser escuchados desde la otra habitación, cada parte de la habitación permanecía en calor y indefinidamente me encantaba.
- ¡Te amo! -. Grito presionando con fuerza sus manos en la sábana.
- Lo sé -. Murmure mordiendo su cuello, permitiendo que resbalara de el un poco de sangre.
- ¡Rayos! -. Suspiro apartando se un poco de mí -. No había tenido sexo en años.
Me resulto divertido que se refiriera a las relaciones sexuales con el usual nombre de "sexo". Coloqué mis manos en su cuello logrando permanecer enésima de sus piernas.
- ¿Crees que ya se haya terminado la fiesta? -. Pregunte en susurro.
- No tengo idea -. Dijo con gracia.
Recargue mi cuerpo en su abdomen con una sonrisa de oreja a oreja, ¡diablos! Por un momento creí a ver perdido el sentido del humor.
- Tengo que irme -. Dijo Tayler alejándose de mí.
- ¿Tan pronto? -. Pregunte observando el reloj, ignorando que realmente el reloj marcaba las 12:30 PM
Asintió con la cabeza.
- De acuerdo -. Bese sus labios -. Espero verte pronto.
- Claro -. Murmuro con seducción saliendo de la habitación.
Fue agradable divertirme el primer día de mudanza, jamás creí que lo podría hacer otra vez.
- Alan -. Dijo Megan abriendo la puerta con gran preocupación.
Su temible mirada y sus ojos llorosos me causaba un gran pensamiento, mis manos se hicieron frías al momento en observar su rostro temible.
- No encuentran a Grant -. Dijo corriendo hacia mis brazos -. Lo lamento -. Murmuro.
Me mantuve firme, la abrace con fuerza intentando no llorar, intentando pensar que él se encontraba en las mejores condiciones, pero todos los pensamientos negativos comenzaban a atacarme cual ola, sin siquiera detenerse, sin siquiera avisar.~ Grant ~
- Sabes que no lo haré -. Murmure observándolo con máxima atención.
- ¿Te gustan los juegos? -. Pregunto mientras sacaba una navaja ensangrentada de su bolsillo izquierdo -. Si tu me dices donde se encuentra el hijo de Andrew, prometo dejarte ir.
- Lo lamento, pero no sé quién es Andrew -. Dije intentando que mis palabras resultaran verdaderas.
- Ye he lidiado con peores personas -. Dijo colocando firmemente la navaja en mi rodilla.
- No te temo -. Murmure.
- Eres un chico muy hermoso -. Suspiro -. Lastima que nadie volverá a ver tu rostro -. Murmuro encajando suavemente la navaja en mi rodilla.
Podía sentir como mi piel se iba destrozando y como la sangre resbalaba entre toda mi pierna, con forme más la encajaba más aumentaba el dolor.
- ¡ALTO! -. Grite apartando lo de mí.
- ¿Hablarás? -. Pregunto apartando la navaja de mí.
Asentí con la cabeza.
- Su nombre es -. Suspire.
Sentía tanta impotencia en gritar, en llorar, estaba solo en esto; realmente amaba a Alan y no podía decir su nombre.
- ¡Habla! -. Grito con desesperación.
- No puedo, jamás me lo perdonaría -. Murmure.
Me fulmino con la mirada, colocando firmemente una ligera sonrisa vengativa.
- Estás perdonado -. Susurro encajando condenada mente rápido la navaja en mi rodilla.
El dolor de inmediato me invadió, no lograba alcanzar la suficiente fuerza para lograr gritar, mi cuerpo entero comenzó a sudar y mi pierna se cubría de sangre. Podía ver como se apartaba de mí con una ligera sonrisa.
- Nos vemos en el funeral -. Murmuro cerrando la puerta en el cual me mantenía encerrado.~ Alan ~
- ¡¿Dónde está?! -. Pregunte con máxima desesperación e impotencia.
Negó con la cabeza.
- Su madre esta muy preocupada, cree que lo secuestraron unos hombres que hace tiempo lo estaban acosando -. Dijo.
Tome mi mochila intentando colocar en ella lo más importante.
- ¿A dónde vas? -. Pregunto.
- Tengo que ir por Grant -. Murmure.
Sostuvo mi brazo con firmeza y abofeteo mi rostro.
- ¡¿Estás loco?! -. Pregunto.
- Estoy loco por él, prometí pelear por él y es lo que pretendo hacer.
Camine hacía la salida fulminando con la mirada a cada aquella persona que me observaba, sentía gran desesperación, no lo quería perder.
- ¡No irás! -. Grito mi madre enfurecida.
- No te estoy pidiendo permiso -. Murmure.
- Ellos te buscan a ti -. Contesto manteniéndose cabizbaja.
- ¿Ellos? -. Caminé hacia ella con enfado -. ¡Sabes quiénes tienen a Grant y no has hablado! -. Grite.
- No quiero perderte -. Murmuro.
- ¡Deja de mentir! -. Tome de sus hombros con crueldad -. Déjame ir, déjame salvar a la persona que más amo.
- No lo permitiré -. Murmuro tomando mi mano con firmeza y encerrándome finalmente en un sótano jodida mente reforzado.
- ¡Déjenme salir! -. Grite golpeando la puerta de hierro con fuerza.
El odio me recorría, era inútil pensar que Grant moriría por mi enorme culpa, es frustrante pensar que Grant puede estar en un gran peligro.
- Que estúpido y gran deseo en desear ser libre de Grant -. Murmure -. ¡Yo no pedí esto! -. Grite golpeando las paredes.
Era inútil, perderé a Grant, lo perderé de la forma más cruel y eso me resultaba muy doloroso.
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Diferentes [DISPONIBLE EN FÍSICO] ©
RomantikGanadora a Mejor Creatividad 2017 por parte de El Lector. Novela terminada y en edición. ¡LIBRO PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO! Diferentes está protegida por Safe Creative bajo el registro: 1706092564992 Todos los derechos reservados. © Queda rigurosamen...