Capítulo 6: Fue un gusto.

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DIECISÉIS AÑOS DESPUÉS

- ¡Billy! - dijo mi padre tan pronto bajo del coche.
Me dirigí hasta su coche y, una vez que él me abrazo torpemente con un brazo, le hice señas a mi madre para que se acercara.
- Hoy es día de acampar - le recordé a mi padre apartando me de él.
- Claro, lo estuve esperando - contesto.
Mi padre se mantuvo firme, y con una sonrisa de orea a oreja camino hasta los brazos de mi madre.
- Te extrañé mucho, Grant - dijo mi madre besando su frente.
El nombre actual de mi padre es Grant, aunque hace un par de años se llamaba Casper (Jasper). Nunca entendí por qué decidió cambiar su nombre.
- Grant, voy a hacer como que no te he visto al volante en tiempo de lluvia - dijo mi madre con desaprobación.
- Mi padre es muy buen conductor - dije mientras abría la puerta y encendía la luz del porche.
- Seguro que sí - se rió David.
- ¡Vayan a preparar todo! - grito Grant mientras sostenía la mano de mi madre.
Observe por un momento como ambos se tomaban de la mano y caminaban hasta la puerta, pude haber observado más, pero mi hermano David golpeó mi hombro llamando mi atención.
- Vamos adentro - dijo David.
Entre a la casa, dejando la puerta abierta detrás de mí, encendí las luces y me oculte dentro del closet que se encuentra en el pasillo de la entrada, a un lado del jarro de rosas blancas que adornaban el lugar. Aunque el lugar en el que permanecía estaba oscuro y frío, logré escuchar a mis padres entrar. Se detuvieron en la entrada y cerraron la puerta en silencio.
- ¿Sabes algo sobre él? - pregunto mi madre Taylor.
- No, borraron todos los archivos - contesto mi padre Grant preocupado.
- ¿Qué sucedería si...
- No, él no vendrá - dijo Grant interrumpiendo la -. Alan no pisará éste hogar.
- ¿Alan? - murmure intentando verlos desde un pequeño orificio en la puerta.
- Espero que estés en lo cierto - dijo Taylor caminando hasta la cocina donde se encontraba David.
- Es malo espiar a las personas - dijo Grant abriendo la puerta.
- Hola - conteste apenado.
Tomo de mi hombro con una ligera sonrisa, y me dirigió hasta la sala, tomo firmemente mi espalda obligando que me sentara en un sillón.
- ¿Quién es Alan? - pregunte con temor.
- Un amigo al que ya no he visto en mucho tiempo, tenía problemas de memoria y siempre solía decirme que mi nombre era Grant, no Casper - suspiro resignado tomando asiento a un lado de mí -. Es una persona muy mala, tu madre y yo queremos evitar que tenga contacto con alguno de ustedes dos.
- Si era una persona tan mala, ¿por qué cambiaste tu nombre a como él te nombraba? - pregunte.
- Porque él habría deseado que así fuera.
Escuche los tacones de mi madre crujir con la madera, levante la mirada y la observe escondida entre las cortinas.
- Pero no es momento de recordar, hoy es día de partido - dijo mi padre volviendo el momento un poco menos incómodo.
- ¿Tienes hambre? - le pregunté mientras me dirigía al patio donde se encontraba todo preparado, deseoso de escapar de la inquisitiva mirada de Taylor.
Taylor y Grant me siguieron y ayudaron a acomodar la mesa, David estaba cuidando la carne en la estufa y yo intentaba borrar de mi memoria el rostro de preocupación de mi madre.
- Por cierto - agregó David mientras caminaba hacia nosotros con un plato lleno de carne en sus manos -. Hoy llegan nuevos vecinos.
Taylor frunció el ceño y agachó la cabeza guardando silencio absoluto.
- Eso suena bien, necesitamos conocer personas nuevas - dijo Grant.
- Bastante bien - sonreí.
Los sándwiches de queso se estaban tostando en la sartén mientras cortaba en rodajas un tomate, cuando sentí que había alguien a mi espalda, me di vuelta y observe la ventana de la segunda planta en la casa de los nuevos vecinos, observe con un poco de dificultad a un chico de mi edad. Permanecía de pie en su ventana y me observaba sigilosamente.
- Ya llegaron los vecinos - dije llamando la atención de los tres.
- ¿Cómo lo sabes? - pregunto David.
- Allá - murmure -. Por la ventana.
Fueron discretos al voltear, pero mi padre no fue lo suficiente, puesto que se puso de pie y lo observo atemorizado.
- ¿Lo conoces? - le pregunte.
- Es idéntico a - sostuvo la respiración, recordó y dijo con gracia -. No, es imposible.
La persona que nos observaba cerro sus cortinas, y aunque no podía verlo, lograba sentir su mirada.
- Deberían sacar las botellas que se quedaron en la cajuela del coche - dijo mi padre mientras observaba a David y a mí.
Asentí con la cabeza, David corrió hasta la cochera y yo corrí detrás de él. La cochera estaba abierta, por lo cual teníamos vista perfecta hacia los nuevos vecinos, David sostuvo con fuerza las botellas y las colocó en el suelo. Suspire y cerré la cajuela, levante la mirada al frente y observe a un hombre de traje negro que se dirigía hacia nosotros.
- David, llévale esto a Papá - murmure.
David siguió mis indicaciones dejándome solo con el hombre.
- Hola, soy Alan - dijo extendiendo su mano hacia mí.
- Hola - dije tomando de ella -. Supongo que te mudarás aquí - dije apartando me un poco de él.
- Así es, eres muy observador - sonrió -. ¿Se encuentra Casper?
- Grant - corregí -. Su nombre es Grant.
- ¿Grant?
Asentí con la cabeza.
- Alan - dijo mi padre acercándose a nosotros.
- Hace ya mucho tiempo que no nos vemos. Confió en que no sea un mal momento - respondió Alan, cuyos inescrutables ojos oscuros volvieron a fijarse en mí.
- No, es magnífico. Espero que puedan quedarse para el partido - contesto mi padre, con una sonrisa al final de su oración, como siempre suele hacerlo.
Alan mostró una gran sonrisa.
Parecían enemigos, se hablaban con respeto, pero en sus miradas podía ver su gran odio entre ambos.
- Invita a tu familia - dije rompiendo el silencio.
- Claro, iré por ellos - contesto.
Ambos sonreímos mientras Alan se retiraba, no sabía si mirar a mi padre al rostro o simple y sencilla mente mantenerme cabizbajo.

Diferentes [DISPONIBLE EN FÍSICO] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora