~ Alan ~
Es difícil ver llorar a la gente que más amas, pero es aún más difícil verlos inconscientes en una cama y no poder hacer nada. Mi familia siempre estuvo aquí, Grant y Miranda son todo lo que siempre quise y finalmente lo tengo, me costara dejarlos ir.
Desperté en la habitación de Grant, en la habitación en la cual solía despertar engarrotado a sus brazos, pero esta vez no estaba conmigo. Los rayos del sol se dispersaban en la habitación, volviéndola un poco más agradable. Pero sin él, todo es más triste y doloroso.
Baje a la planta baja, esperando agradecerle a Miranda por aceptarme en su hogar, pero no se encontraba, solo dejo pegada en el refrigerador una nota, la cual me dejo completamente sorprendido y lleno de alegría.
~~~~~~~
Grant, ya despertó. Nos vemos en el hospital.
~~~~~~~Con una sonrisa de oreja a oreja corrí directo al hospital, literalmente, jamás había corrido tanto en toda mi vida. Nuevamente vi a Miranda caminado entre los pasillos directo hacia mí, pero esta vez, de forma diferente, tenía enzima, una ligera sonrisa, la cual resultaba ser sencillamente hermosa.
- ¿Cómo está? -. Pregunte corriendo hacia sus brazos.
- Bien, pregunto por ti -. Dijo.
Sonreí provocando que mis mejillas cambiaran a un color rojizo.
- Me gustaría verlo, pero no creo poder -. Dije.
- Tranquilo, puedes pasar a ver a tu hermano -. Guiñó el ojo.
Sabía que Miranda y yo rompimos las reglas, pero sería hermoso ver su reacción al verme. Me detuve a la entrada, observando como Grant observaba la ventanilla con tal tranquilidad, como sí finalmente cambio de decisión acerca de como ver el mundo.
- Hola -. Murmure caminando hacia él.
Me observo con temor, las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, me resulto algo difícil de ver, corrí hacía sus brazos y lo sostuve con firmeza.
- Creí que estabas muerto -. Murmuro en llanto.
- Estoy bien, tranquilo -. Dije.
- Tengo miedo Alan, mucho miedo -. Dijo.
Sus palabras me provocaron grandes preguntas, ¿a qué le teme? ¿lo habrán torturado mientras dormía?
- ¿Por qué tienes miedo? -. Pregunte.
- Le temo a la muerte -. Murmuro.
Reí con sarcasmo apartando me de él.
- No morirás, te falta mucho por vivir -. Acaricie su mejilla -. No permitiré que mueras.
Sabía que no podía retar a la muerte, pero mi promesa le causo seguridad, la suficiente como para lograr que Grant riera nuevamente.
- No sabes las ganas que tengo por salir de aquí -. Dijo.
- Me imagino -. Suspire -. ¿Estabas dormido?
- ¿Cuándo? -. Pregunto.
- Cuando estabas en coma.
- No lo sé, es decir -. Agrego -. No recuerdo a ver estado dormido, solo veía negro y escuchaba pequeños susurros.
- ¿Susurros? -. Pensé -. Lo más probable es que logro escucharme.
- Sabes, no sé si fue un sueño pero, logré escuchar tu voz -. Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿La mía? -. Pregunte.
Asintió con la cabeza.
- Lo más probable es que fue un sueño -. Bese sus labios -. Te amo Grant.
- Te amo Alan -. Murmuro.
Tome asiento en el sillón negro que se encontraba junto a la ventanilla. La vista era sorprendente, incluso de día, los copos de nieve comenzaban a resbalar, perdiendo su figura al tocar tierra. Las ventanillas brillaban, congelando se con el tiempo. Todos los árboles y montañas permanecían blancas, cubiertas de la gran suavidad que contiene la nieve, podría decir que era sencillamente un día indescriptible, incorregiblemente hermoso. Pero cada palabra quedaba corta al ver el rostro de Grant, él sonreía, pero podía sentir su gran pena, incluso de distancia, su rostro lucía gran tristeza.
Me mantuve cabizbajo, observando con atención como los copes de nieve caían con tal encanto, no quería observarlo al rostro, su mirada me provocaba llorar.
- ¿Qué estás pensando? -. Pregunto Grant con voz pastosa.
- Un mundo sin nosotros -. Murmure.
- No lo hagas -. Dijo -. Ven, acércate.
Caminé cabizbajo hacia él, incluso en los peores casos, me resultaba imposible verlo a los ojos.
- Incluso cuando muera, tendremos un nosotros -. Murmuro.
- Morirá con nosotros -. Murmure.
- Grr -. Rezongo -. Nuestra primera navidad más especial.
Asentí con la cabeza.
- Lamento a verla arruinado -. Dijo.
- ¿Qué? -. Pregunte -. No la arruinaste, mírame -. Sostuve su rostro -. Estoy contigo, estamos nuevamente juntos.
Se aparto de mí con tristeza, intentando contener las lágrimas.
- Solo quiero que seas feliz -. Murmuro.
- Soy feliz -. Besé su mejilla -. Soy muy feliz.
- ¿Puedo pedir un deseo? -. Pregunto.
Asentí con la cabeza observando como Grant observaba con encanto el panorama.
- Pido que nuestro pequeño enorme mundo jamás permanezca en dolor -. Murmuro cayendo en pleno llanto.
- Deseo cumplido -. Murmure inclinándome nuevamente hacia él, besando sus temblorosos y fríos labios, olvidando el mundo muerto en el que nos encontrábamos.
ESTÁS LEYENDO
Diferentes [DISPONIBLE EN FÍSICO] ©
RomanceGanadora a Mejor Creatividad 2017 por parte de El Lector. Novela terminada y en edición. ¡LIBRO PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO! Diferentes está protegida por Safe Creative bajo el registro: 1706092564992 Todos los derechos reservados. © Queda rigurosamen...