El primer día no fue muy bueno, excepto al final, cuando lo sorprendí mirándome. Esa noche tuve el sentimiento de que estaba siendo observada, no pude dormir bien y, aveces, hasta pude pensar que Misha me estaba viendo por mi ventana, pero cuando iba a ver, no había nada, era solo el árbol de afuera, un gran árbol paulonia que ya me había dado sustos así antes. Después de eso, no dormí nada y seguí pensando en Misha.
Al siguiente día, me levante muy temprano, mas temprano de lo usual. Me vi al espejo, las ojeras que tenia eran tremendas.
-Maldito Misha- me dije en mi mente, y despumes reí; era obvio que el no tenia la culpa, bueno, no del todo. Me despedí de mi madre, que preparaba el almuerzo y me fui a la escuela. Ya ahí, de nuevo en la clase de literatura, estaba haciendo un trabajo y de repente voltee a verlo, me estaba mirando de nuevo, estaba casi pasmado, deje de verlo y mire hacia mi cuaderno, sonrojada como tomate; pero el no dejo de mirarme. Me estaba mirando con esos ojos, esos hermosos ojos. Pero volví a la realidad cuando el Sr. Adams se dirigió hacia mi diciendo: - lea el siguiente párrafo si es tan amable-
Mire hacia mi libro y busque donde tenia que leer, estábamos leyendo 'Orgullo y prejuicio'. Leí dos párrafos, los cuales no entendí, ya que estuve pensando en mirar hacia Misha, pero sabia que si miraba hacia a el, comenzaría a tartamudear y perdería la lectura.
Finalmente termine de leer y agache mi cabeza, puse mi cabello de lado, de la manera que hacia una pequeña cortina entre Misha y yo. Nada pudo ir peor hasta que el Sr. Adams dijo:- Ahora clase, hablen con sus compañeros de a un lado y comenten sobre el capítulo.
Yo no me moví, ni un milímetro, estaba mas que segura que el ni siquiera iba a hacer el intento de hablar conmigo. De repente sentí que algo toco mi escritorio, fue cuando vi a Misha apoyándose mirando hacia mi. Me acomode en mi asiento y busque el capitulo. Pasaba rápidamente las hojas al mismo tiempo que sentía su mirada.
-Entonces, crees que el prefacio refleja el final?- de nuevo fui yo quien comenzó a hablar.
-Eso creo.
Wow, dijo 'eso creo' puede decir algo que no sea 'no'. Interrumpió mis penosos pensamientos cuando me pregunto:
- Desde hace cuanto tiempo te conozco? Te me haces familiar.
- Bueno, te conocí en el cuarto grado, cuando eras nuevo.- le conteste sinceramente.
-Oh si, si.
- Mhmmmm- no supe que mas decirle.Sentí algo en mi cuello, y me quede pasmada. Voltee hacia Misha, el estaba tan cerca de mi mirando hacia mi cuello (No es historia de vampiros). No pude apartar mis ojos de el, y el tampoco lo hizo. Veía tantas cosas en sus ojos, eran tan profundos. En ese momento sentí como si estuviera hablando con el aun sin usar nuestras voces.
-Por favor dígame que piensa 'Señor Hamilton'.Di un pequeño salto en mi asiento de sorpresa al ver al Sr. Adams enfrente de nosotros. Me sentina tan avergonzada ya que sabia que los compañeros esperaban la escena que Misha estaba a punto de hacer.
El lentamente miro hacia arriba y dijo - Por que?. En un tono alto.
El Sr. Adams se veía en busca de una respuesta de Misha, y se quedo ahí esperándola. Misha se veía tan indiferente.
-Estoy esperando, Hamilton.
-No debería hacerlo.- contesto con su típico tono frió.
-Solo dime lo que la señorita.Milán te dijo.
-No.
-Misha... - El Sr. Adams se veía tan molesto.
-Bah, a la m*erda!.- contesto Misha aun mas furioso.
La cara del Sr. Adams se puso rojisimo y simplemente dijo:
-Ve a la oficina del director.Misha se veía aburrido y parecía como si no esperara algo mejor, camino hacia la puerta, dejándola azotar fuertemente. El Sr. Adams nos dijo a la clase que siguiéramos conversando. Después hizo dos llamadas en su celular y no pude evitar sentirme triste. Después de clase pase por la oficina y vi a Misha siendo llevado por un hombre. El estaba completamente furioso. Misha bajo las escaleras y miro hacia mi, se quedo mirándome mientras caminaba hacia su auto. Le dije adiós con mi mano. Los vi subir al auto y alejarse. Después me fui a casa. Otra tarde pensando en Misha, comenzaba a acostumbrarme, y no sabia si eso era bueno.
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Peligroso Amor
Teen FictionEsos ojos oscuros me flecharon, aunque yo sabia que no me llevaría a nada bueno. Lo intenté, pero no pude dejar de mirarlos. Mi nombre es Alexis Milán y tengo 16 años Mi vida es y siempre había sido tranquila, sencilla y simple, aunque prácticamente...