Capitulo 12

26 2 0
                                    

Estábamos tan entregados en nuestro beso tan lleno de pasión que Misha tuvo que alejarme un poco de el.

- Me esto muriendo, ¿recuerdas?- me dijo Misha con una dolorosa sonrisa.

Me reí un poco y acaricie su rostro. El cerro sus ojos y beso mi cuello, de mi boca salio un pequeño sonido nada común en mi.

-Espera, ¿Que fue eso? No lo había escuchado en ti Alex. - me dijo con una malévola mirada.

Lo hice de nuevo y Misha sonrió.

-Sabes Alexis empiezo a creer que te prendo.- me dijo Misha con un tono pícaro.
- Oh si, claro que lo haces- le conteste.
- Ah, me gusta tu sarcasmo- contesto y rió.

Ambos reímos y rasque su barbilla, despumes le di un beso en la mejilla, el sonrió.

- Si no fuera por el hecho de que estoy en mi lecho de muerte ya te hubiera comido a besos, ángel mio- exclamo Misha con un tono aun débil.

- Oh Misha...- había olvidado por un momento que estaba grave.

Me hice a un lado y levanté su camisa para ver si aun seguía sangrando. Me mordí el labio.

- Te sientes mareado Misha? - le pregunte.
- Por favor Alexis, soy todo un macho.
- Deja las bromas, necesito saber.
- Bueno esta bien, te diré, si no fuera por el hecho de que estas aquí, estuviera llorando como un bebe.

Me le quede viendo, lo decía enserio, lo noté porque su sonrisa se desvaneció.
Mire su herida, no dejaba de sangrar.

- Misha, creo que necesitaras algunas puntadas.- le dije preocupada.
- Oh, ¿Y eso es malo? - me contesto con sarcasmo.

Yo no sonreí a su humor, subí las escaleras y fui por el equipo de mi papa, el era doctor, y lo había visto trabajar ya en algunas ocasiones, ademas, me había enseñado ya varias cosas el verano pasado. Baje de nuevo y me senté a un lado de Misha.

- ¿Tu... Eres mi doctora?. - me pregunto Misha sonriendo.
- Además de tu ángel, sí, lo soy.

Misha se acomodo y dejo que le curara la herida, a decir verdad se estaba poniendo peor. Lo veía mirar fijamente a la aguja, y después finalmente encontré su punto débil.

- Esto te dolerá un poco.- le advertí.
- Ya termina con esto.

Cuidadosamente comencé a apuntar la aguja donde tenia que hacerlo, y entonces vi a Misha hacer una mueca de dolor al principio.

- No te muevas, "macho". - le dije y Misha sonrió a medias.


No podía dejar de ver la herida llena de sangre, y eso no me estaba ayudando. Sabia que podía ver todo su interior si apuntaba hacia en medio de la herida.... Ugh.
Después de 15 minutos termine de hacerlo. Estaba segura de que mis padres estarían orgullosos de lo que acababa de hacer. Pero claro, ellos no estarían aquí para verlo. Cuidadosamente limpie la aguja y la envolví, la guarde de nuevo en el botiquín de papa. Vi a Misha mirando fijamente su herida ya cocida.

- ¿Te dolió? - le pregunte.
- Mhhhmmm, no mucho.

Quite las cosas y volví con un plato de botanas y me senté a un lado de Misha, recargue mi cabeza en su hombro mientas le cambiaba a los canales en la Televisión.

- Misha, aun no... aun no te he dado las gracias por salvarme, no solo una vez, sino dos. - comencé a decirle.

El bajo su mirada hacia mi.

- Gracias, de verdad. - continué diciéndole.

El acaricio mi cabello y me sonrió, me dedico una de sus mas raras sonrisas.

- Recuerdo lo desesperado que estaba cuando no te vi regresar a casa ... - continué mirándolo mientras el hablaba - ... vi a los hijos de pu... - respiro profundo- .. perdón, a la "pandilla" reunirse en un lugar, persiguiendo a alguien, rápidamente supe que eras tu ya que no te vi regresar a tu casa, y también porque los vi bloquear el camino hacia tu casa. Recuerdo también cuando espiaba por tu ventana en las noches tratando de adivinar ese sentimiento que me había preguntado por un rato .... te amaba. Nunca dejaría que algo malo te hubiera sucedido.

Comencé a respirar mas rápido de lo normal, sabia que iba a recordar esas palabras por el resto de mi vida.

- Supongo que por un momento... pensé que era perfecto para ti, nadie te hubiera salvado sin matar a alguien. - continuo diciendo.

El se detuvo y miro hacia mis manos, lo estaba sosteniendo fuertemente, después las lleve hacia su rostro, era perfecto.

- Eres perfecto Misha, perfecto para mi.

Misha me miro a los ojos, tratando de creer que fui yo quien dijo eso. Bese su mejilla y el acarició la mía. Estaba de nuevo a punto de besarme cuando de repente, se escucho un fuerte golpe en la puerta

Me levanté rápido pero Misha se movió primero. Apago la televisión y mantuvo su mirada en la puerta, donde la habían golpeado. Yo lo miré a él con cierta preocupación en mis ojos, después se dirigió hacia la cocina, y yo lo seguí. Abrió la ventana de la cocina para tratar de ver algo.


- No son mis padres, eso tenlo por seguro, hubieran usado sus llaves. - le dije a Misha.

Él se quedo junto a la ventana por unos segundos, después se asomo lentamente para ver quien era.

- ¿Misha? - le pregunte dudosa.

Misha se alejo de la ventana, y escuche a mi perro ladrar fuerte por las personas, comenzó a moverse lenta y sigilosamente y me tomo de la mano, llevándome lentamente hacia las escaleras, me quede quieta por unos segundos y después comencé a seguirlo, Misha trataba de hacer el menor ruido posible.
Lo lleve hacia mi habitación y cuidadosamente cerré la puerta.

- Okey Misha, dime- le pregunte queriendo saber que pasaba, el me ignoro un momento y se asomo de nuevo afuera, por mi ventana. - ¡Misha! - le volví a decir.

El solo se limito a poner su dedo índice en sus labios, haciéndome entender que guardara silencio.
Camine hacia el y mire sigilosamente hacia la ventana, mi corazón se detuvo al ver quien, o mas bien, quienes eran.

- Oh por Dios! Misha, ¿Por que están aquí? ¿Porque están esos estúpidos sujetos ahí afuera!?. - le dije, casi gritando.

Misha hizo un rápido movimiento y puso su mano alrededor de mi boca.

- No tengo idea- me susurro a mi oído.

Me soltó y de nuevo me asome, mirándoles, eran dos esta vez. Ellos estaban caminando dando vueltas por fuera de mi casa, mirando por las ventanas y golpeando de nuevo la puerta.

- Tus padres, ¿no han llamado? - me pregunto Misha.
- No, no desde hace...- me quede pensando y Misha me interrumpió.
- Llámalos ¡ahora!

Corrí bajando las escaleras, mientras buscaba mi teléfono, tratando de esquivar las ventanas, tome el traste de botanas y mi mochila y volví arriba. Cerré mi puerta y los llame, espere hasta que mis lágrimas comenzaran a formarse en mis ojos, no pudo haberles pasado nada. Las lágrimas comenzaron a caer, al notar que no contestaban, me mandaba siempre al buzón de voz.
Misha se sentó en mi cama, y tomo mi mano.

- Nada les ha pasado Alex- me dijo tratando de calmarme, después me tomo por la cintura y yo lo abrace. - ¿Qué hay de tu hermano? - me preguntó.

Limpie mis lágrimas y de nuevo tome mi teléfono, tratando de llamarle. Estaba casi segura de que no lo traía consigo, y no me equivoque, nadie contesto. Tome mi teléfono de nuevo, mientras veía a Misha asomarse a la ventana una y otra vez.

- Ya no hay nadie ahí abajo.- me aviso Misha.

Camine hacia la ventana, para estar segura, pero su carro aun seguía ahí.

-Misha ... - no pude terminar porque en ese momento mi perro comenzó a ladrar fuerte, como enojado. - oh no, leo- ( Leo es el nombre del perro).
Estaba a punto de salir de mi cuarto para ir a ver, pero Misha me detuvo y me sentó en la cama.

- Ahora regreso.- me dijo y salio de mi recámara.

Me quede ahí sentada contando los segundos que pasaban, y la puerta se abrió, Misha volvió rápidamente y tomo mi mano, me levanto y me dirigió hacia el armario.

- ¿Misha que esta pasando? - le pregunte, comenzaba a alarmarme.

Ambos nos metimos al armario, el cual era grande y había suficiente espacio. No demasiado pero lo suficiente para acomodarnos bien dos personas. Misha cerro la puerta, y yo busque el interruptor, hasta que lo encontré y entendí la luz.

- Los estúpidos tipos están inspeccionando la casa- comenzó a decirme Misha.
- ¡¿Que?!.
- Bueno no por dentro... aun.
- ¿Y que están haciendo?- pregunté.
- Parece que pusieron a dormir al perro y están recorriendo tu casa por fuera, estoy casi seguro de que no entraran.- Me senté y el se sentó a un lado de mi.

- Tenemos que estar quietos y en silencio, ellos tienen detectores de sensor.
-¿ Y ... te están buscando a ti? - pregunte.
Misha dudo un poco en responder.
- Probablemente.
- Ellos no se irán sin pelear.

Misha miro hacia mi no muy seguro de lo que quise decir.

- No necesitas preocuparte por eso Misha, ellos no nos encontraran.

Esa respuesta no me convenció, no dejare a Misha solo, estoy dispuesta a regresar le el favor, todo lo que hizo el por mi, lo haré yo devuelta.


Peligroso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora