Capitulo 15

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Estaba en mi habitación sintiéndome... sintiéndome como si el mundo entero me hubiera dado una bofetada. Me sentía traicionada. Pensé que conocía el mundo donde había estado viviendo, pero era muy tonta, era demasiado estúpida para ver la realidad, aunque yo realmente no quería estar ahí.

Misha.... lloré y lloré en mi almohada, solo quiero que las cosas estén... tranquilas. Sabiendo que no había nadie más por ahí que pudiera hacerle daño a Misha. Yo quería saber que él estaba en el camino correcto, que él no era un asesino. No puedo soportar más esto.
Entonces, escuché una respiración ronca, detrás de mi puerta, sonaba como si alguien estuviera recargado contra la puerta, llorando. Luché contra mi corazón hecho pedazos, sabiendo que él me necesitaba. Me bajé de mi cama y me acerqué en silencio. Abrí la puerta lentamente, tan rápido como abrí la puerta Misha ya estaba ahí abrazándome. Él estaba de rodillas abrazándome por la parte de abajo, sujetando mis piernas con fuerza.

- Alex, te amo. - me dijo Misha, siguió diciendo esas hermosas palabras como si fueran las únicas que podía pronunciar.

Lo sentí llorar por un buen rato, me dolió hasta el alma, peor que si me hubieran cortado los brazos con una espada. Lo llevé hacia mi cama y lo abracé por mucho tiempo. Sentí sus lagrimas bajar sobre mi cuello... sólo tiene problemas, el es solo un chico, Misha aún tiene su alma pura, solo está manchada con la obscuridad... sabía que yo era su única luz.

- Jamás te dejaría Misha..- le dije con lagrimas en mis ojos.

Misha respiró profundamente y me besó en el cuello. Me empujó hacia mi cama y me regresó hacia él besándome de nuevo el cuello. Su boca bajaba cada vez mas y sentía realmente que ambos estábamos en un horno, nuestra temperatura estaba al borde.
Me estaba besando con mucha pasión mientras suspiraba de placer, mientras yo mordía su oreja. Seguía manteniendo esa idea en mi cabeza, en verdad lo deseaba, lo necesitaba, el momento era perfecto. Ambos estábamos solos en casa, en mi habitación, y no lo sé, tal vez... sería la última vez que podría tener la oportunidad de hacer el amor con Misha. Sabía que aún era joven, pero no necesito experiencia para amar.
Lo jalé hacia mí mas cerca, y comencé a besarle con más fuerza. Él hizo lo mismo, mientras yo seguía pensando en lo mismo... ambos estábamos juntos, y tal vez no podríamos estar así de nuevo. Me aparté lentamente y me quité mi camiseta, teniendo puesto solo mi bra. Era negro y encajaba perfectamente con mi tono de piel. Misha me besó entonces en el estomago, cerré mis ojos mientras Misha lo hacía, lo seguí besando más y más mientras comenzaba a bajar sus pantalones. Lo sentí bajar, tal vez me podría detener, de nuevo. Después Misha suspiró profundo y me besó aún más apasionadamente. Me beso mientras sacaba lentamente mi braga, cuando estaba completamente desnuda me di cuenta que el seguía en bóxer era mi turno. Cambie de posición, ahora él estaba bajo mí, saque su bóxer rápidamente y vi su erección.

- Creo que necesitas una ducha con agua muy fría amor-Le dije.
- ¿Me dejaras así?
-Claro que no

Seguí besándolo mientras su erección rozaba mi feminidad. Algo me decía que de aquí no salía virgen. Cada vez que el me besaba tiraba su cabello, rasguñaba su espalda. El me seguía volviendo loca.

- Una vez más amor ¿Estas segura?-no conteste nada.- Amor no haré nada de lo que tu no quieras ¿Estas segura?
- Sí Misha estoy segura.

Misha se paró y saco un condón de sus pantalones, lo puso con cuidado, y se subió sobre de mi. Me beso lentamente mientras me penetraba, tire de su cabello y luego di un grito ahogado.

- Tranquila princesa esto pasará, solo dime algo ¿Estas bien o salgo?
- Estoy bien -dije apenas.

Esto ardía pero a la vez era relajante, me solté un poco y me di cuenta que Misha seguía dentro de mi solamente que no estaba haciendo ningún movimiento, empece a mover las caderas como indicación de que Misha empezara. Daba pequeños gemidos, el salía y entraba. Luego de más de una aproximadamente Misha ya había salido y tú estabas acostada en su pecho haciendo figuras con yema de tus dedos mientras el acariciaba tu cabeza y te daba pequeños besos en la frente.

- Espero que no estés arrepentida de este momento-Me dijo
- No lo estoy amor
- Te amo -me beso. 





Peligroso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora