~CAPÍTULO 58~Error e imperfección

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Encendí el auto y emprendí marcha hacia el hospital. Ya no había marcha atrás, había tomado mi decisión y en ella no estaba (TN). Ahora tendría que preocuparme en buscar un donante para Tamara o de caso contrario ella posiblemente moriría.

Al llegar al hospital bajé de prisa y busqué al médico que al encontrarlo, me lo volvió a confirmar. Yo no era compatible y Tamara se estaba muriendo... y no solo Tamara, la niña estaba bastante delicada... estaba también en las mismas o perores situaciones que Tamara.

-No hemos encontrado donante—Dijo con expresión preocupante, el médico parecía tener pocas esperanzas de que tanto la madre de (TN) como el niño vivieran.

-Podemos seguir intentando—Respondí desesperándome—

-¿No tiene algún familiar que pueda donarle sangre?—Pregunto haciendo que recordara a (TN). Lastimablemente ella la había abandonado.

-No—Negué con la cabeza—Soy el único que tiene ahora—Afirmé mirando de lado y recordando que (TN) había dejado a su madre. El médico negó con la cabeza, en señal que aquello no estaba nada bien, pero ¿Qué más podía hacer? Me sentía impotente de no poder hacer más, me sentía dolido y con la idea presente de que (TN) y yo jamás nos volveríamos a ver... ¿Arrepentirme de la decisión que he tomado? Sí, si lo hago... los deseos de regresar con ella son constantes, pero la idea de que aquella chica inocente y amable que conocí se haya convertido en alguien llena de odio e incapaz de perdonar me llenaba de culpa y de pensamientos que confundían respecto a la decisión que tomé... Sin embargo, llegaba a la misma conclusión: Tenia que cuidar de aquella mujer que no tenía nadie, cuya niña podría ser mío.

No sé cuántas horas pasaron, pero todo se volvía más tenso y los médico no me daban ninguna esperanza, todo indicaba que (TN) no vendría. De verdad guardaba la esperanza de que (TN) reflexionara ay viniera a ayudarla, pero no, eso no ocurrió.

Las horas pasaron y al caer la noche el médico me indicó que podía entrar a ver a Tamara. Cuando ingresé a la habitación la encontré conectada a tubos y máquinas, bajo un respirador artificial, con el cuerpo tendido sobre la cama y bajo sábanas blancas. Debes de haber sufrido mucho para darle vida a tu hija ¿Verdad? ¿Me pregunto qué debes de haber pensado cuando tu hijo nació? Es niña ¿Lo sabias? Tal vez sea parecida a (TN)... tal vez no.

Creo que tu odio te consumió... si tan solo pudieras despertar para cuidar de tu bebé y tener una nueva oportunidad de criar a tu hija... si tan solo yo jamás hubiese aparecido en la vida de (TN) y tuya el destino hubiese sido diferente ¿No es verdad?

Me quedé observándola. Ella se veía inofensiva, con los ojos cerrados y una expresión apacible, creo que jamás la había visto tan tranquila, ¿Me pregunto cómo habrá sido todo? Las enfermeras me cuentan que tuviste a tu bebé en las manos, pero poco después perdiste el conocimiento y entraste en este estado. ¿Qué puedo hacer para conseguir el perdón tuyo y de tu hija por haber interferido entre ambas?

Apreté los puños y bajé mi rostro sin poder responderme a nada. Me sentía tan fatal que desearía que quién estuviera en la cama fuera yo. Tal vez así hubiese logrado conseguir que madre e hija se volvieran a reconciliar.

Narra (TN):

-¡No quiero saber de ella Kibum! ¡Déjame sola!—Grité furiosa. ¿También me reclamaría? Acaso no es suficiente que nuevamente Kyuhyun me haya dejado por ella.

-(TN). Es tu madre—Habló sacudiendo su cabeza—

-Yo no tengo madre—Respondí entre dientes—Ella no es mi madre y jamás lo será. Y si está por moriste ¡pues que lo haga! Falta no me hace y tampoco lo hará. De todos modos jamás la tuve como madre.

Sexo con el amante de MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora