~CAPÍTULO 6~Sexo para él

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-¡eso es! ¡Hazlo!—Exigió. Saqué mi boca de él—

-No te muevas—Dije observándolo—

-¡maldición!—gruñó... iba a complacer todos mis deseos sexuales... esto era nuevo... mi primera vez y no quería olvidarlo nunca. Empecé a inclinarme nuevamente para empezar a bajar mi boca a lo largo del miembro erecto de Kyuhyun, sus gemidos aumentaban y su cuerpo esta rígido. Empecé a lamer lentamente su sabor, se sentía suave y endurecido a la vez ¿Cómo algo tan duro entraría en mí sin lastimarme?... saqué mi boca lentamente y volví, observé su miembro aún más de cerca y me volví a acercar para morder la puntita de su miembro, haciendo que Kyuhyun soltara un gemido aún más fuerte—

-¡Ah! ¡Joder! ¡Amo tu jodida boca!—exclamó jadeante. Continué besando hasta empezar a meter y sacar su miembro de mi boca, primero lento y luego aumenté la velocidad como pude, mientras él gemía aún más, me detuve y volví a morder su miembro una y otra vez hasta que sentí derramarse un líquido en mi boca. Me separé de él y tragué su semen. Me empecé e recostar sobre su cuerpo para seguir besando su pecho y acariciar su torso.

-Ha llegado tu hora, cariño—Pronunció con la voz ronca y sujetó mis caderas para rodar en mi espalda y dejarme debajo de él, continuó besando mis labios mientras sentía su piernas separar las mis para ubicarse entre ellas.

-¿Estás tomando pastillas anticonceptivas?—preguntó entre besos—

-No. no la tomo—Me detuve para observarlo preocupada... quedar embarazada era una de las cosas que más me asustaban, y más a un a mi edad.

-Vale cariño—respondió con la voz ronca—Esta vez lo haré yo, pero más vale que empieces a protegerte—Asentí. De inmediato se paró y se apartó de mí para dirigirse a su ropero y buscar entre las cajas, un condón...Lo observé sacarlo del sobre y luego empezar a correrlo a lo largo de su miembro. Me observó por unos segundos con una expresión de placer, flexionó las rodillas y empezó a poyase sobre la cama, separando mis piernas y ubicándose entre ellas. Lo observé sin decir nada, mi respiración era agitada y solo faltaba muy poco para dejar de ser virgen.

-Buen—terminó de recostarse sobre mi cuerpo—Te voy a hacer gritar de placer, hasta que ya no puedas más—Pronunció rosando mis labios, sentí algo topar con mi intimidad y me hizo gemir, estremeciendo mi cuerpo por completo. Bajó su mano. Me quedé observándolo y al instante un fuerte dolor se apoderó de mí al sentirlo ingresar de golpe, haciéndome gritar mientras unas cuantas lágrimas cayeron mi mejilla.

-¡maldición!—Dijo y enseguida lo sentí salir de mí—(TN) ¿Eras virgen?—Pregunté mientras observaba preocupación en su rostro. Asentí tragándome mis lágrimas y sintiendo aun el gran olor que me había producido con su salvajez—

-¡¿Por qué no me lo dijiste?!—Empezó besar mi labios-- ¿Te he lastimado?—

-Solo me duele un poco, pero ya está disminuyendo el dolor—Dije observándolo, él se veía muy arrepentido—

-Lo intentaremos de nuevo—reposó un beso en mis labios—esta vez lo haré despacio—asentí.

Me observó atento, mientras empecé a sentir algo ingresar a mí, empecé a jadear mientras sujetaba las sábanas con fuerza, ingresaba lentamente pero el dolor era fuerte. Sentí sus labios sobre los para besarme mientras terminaba de ingresar por completo. Se detuvo por unos segundos dentro de mí mientras no dejaba de besar mis labios, empecé tranquilizarme al sentir que el dolor disminuía.

-¿Estás lista?—Asentí. Empezó a moverse en mi interior, el dolor volvió a empezar al sentirlo ingresar y salir de mí, pero conforme aumentaba su ritmo el dolor fue transformándose en placer. Empecé a gemir mientras sujetaba las sábanas con fuerza, él se detuvo y sujetó mi pierna derecha para llevarla sobre su hombro y continuó con las envestidas. Su ritmo aumentaba más y nuestro gemidos también, arqueé el cuerpo para darle más entrada y sus envestidas fueran más profundas. Gemía jadeante por el placer generado con cada envestida, mis pechos brincaban mientras su envestidas se hacía más salvajes, ingresando en mí con más fuerza haciéndome gritar de placer.

Sexo con el amante de MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora