-¿sí?—Salió Kibum y me observó, pero antes de que dijera nada lo abracé con fuerza para echar a llorar en sus brazos... Todo se había terminado... el amor que le tenía a Kyuhyun ya era prohibido... Era el padre de un bebé que tenía mi propia sangre... te odio Kyuhyun... te odio.
-Tranquila—susurró Kibum—No llores—Empezó consolarme mientras deslizaba suavemente su mano por mi espalda, buscando que me aferrara a su cuerpo. Me dolía tanto mi pecho. ¿Cómo era posible que un día pueda sentirme la chica más afortunada y al día siguiente la más infeliz?
Kibum me arrolló en su pecho y me levantó del suelo, abrazándome para cerrar la puerta y meterme a su casa, sentándose en el sofá conmigo en su regazo, sin que yo dejara de sollozar.
Creo que lloré mucho tiempo, tal vez demasiado puesto que me terminé quedando dormida, solo recuerdo las manos de Kibum acariciando mi mejilla y luego apartándose. La luz desapareció y un ruido de cuando cierran la puerta llegó a mis oídos. Me moví un poco y abracé la almohada que estaba junto a mí, volviéndome a quedar profundamente dormida.
La mañana había llegado y la luz molestaba mi vista, sujeté las sábanas y me cubrí con ellas, negándome a despertar. Apreté los párpados con fuerza pudiendo sentir cierto dolor en los ojos, parecían cansados y ojerosos... apostaría más que a nada que lucía terrible.
Se escuchó una puerta abrirse... ¿Quién es? ¿Mi madre?—
-(TN)—Escuché la voz de Kibum al mismo tiempo que tomó asiento justo a un costado de la cama. Ahora recordaba más... no estaba en mi casa, me encontraba en la de Kibum, puesto que había venido a consolarme con Kibum... él único que podía intentar hacer que me olvidara la miseria de suerte que tengo... un hermano... un hermano del hombre que más amo... Kyuhyun.
-Despierta. (TN). Ya levántate... ya son las 11:00 de la mañana. Levántate—Insistió sujetando las sábanas—sé muy bien que ya estás despierta—
-Déjame dormir un poco más—Dije desanimada—Vete—
-No. Levántate que Kyuhyun está aquí—Abrí los ojos de inmediato y me descubrí de las frazadas... era él, parado a un lado de la cama y con los ojos fijos en los míos. Sus ojos estaban un poco rojos e hinchados, su rostro no lucía tan bien como todos los días... él también había llorado y mucho.
Tenía tantas ganas de abrazarlo o lanzarme para chupar de esos labios rosados y carnosos que él poseía, acariciar su rostro y sentir su piel desnuda con la mía... pero no... entre él y yo ya no habría más... ya no más—
-Desaparécete—Dije volviendo a meter a la cama para taparme con las colchas, apretando los párpados y sintiendo mí corazón comprimirse—
-(TN)—dijo muy despacio, Kyuhyun—Quiero hablar contigo—
-No hay nada que tratara entre los dos—Me descubrí con las frazadas y lo observé a los ojos—Ayer lo dejaste muy claro Kyuhyun... ya vete que no te quiero volver a ver en mi vida—
-Ayer estabas alterada y ni siquiera me oíste—dijo sin quitar sus ojos sobre mí. Con los ojos tristes y ojos suplicando porque lo oyera. Pero... no, no quería, ¿Para qué hablaríamos? ¿De qué? Si el resultado después de la conversación seria el mismo que el de ayer... quedaríamos llorando y él se irá con mi madre... él se quedará con la mujer que más odio... y mi madre se quedará con el hombre que más amo...
-No tenemos nada de qué hablar—Dije molesta—Kibum. Sácalo de aquí... no lo quiero ver—
Kibum me observó serio y sin decir una palabra. Él no hizo lo que le pedí, al contrario, solo se dio la vuelta y se dirigió para afuera de la habitación... dejándome sola con Kyuhyun—
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Sexo con el amante de Mamá
Literatura Kobieca¿Sexo con el amante de mamá?... No. Para (TN) es algo que repudiaría tanto como a su madre, una mujer que coquetea con cada hombre que se le atraviesa... (TN) podía aguatar todo lo que fuese capaz su madre, pero jamás acostarse con otro hombre que n...