~CAPÍTULO 60~ El tiempo que perdimos y recuperamos

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Narra Kyuhyun:

Un mes pasó volando. Ahora yo había dejado de asistir a la universidad como antes lo hacía para dedicarme a la empresa de mi padre que antes había me había negado. Necesitaba u sustento. También estaba pagándome particulares y llevaba clases por las noches y de ese modo no dejar mis estudios. La niña lloraba mucho y me era imposible llevarla al trabajo o a clases. Por lo que había contratado una empleada que cuidase de ella mientras yo estuviese fuera.

Tenía unas grandes ojeras y los ojos rojos, ya ni siquiera podía dormir en paz debido a que la niña se despertaba cada cierto tiempo. Por momentos me sentía desesperado, pero luego la niña parecía sonreír, haciendo que me calmara.

Estaba en mi departamento, era domingo y la niña dormía mientras que yo terminaba con documentos que me había traído del trabajo. Todo había quedado atrás, mi salida con chicas, mi adicción al sexo, mis días de diversión... (TN). La extrañaba tanto y mis sentimientos de resentimiento por ella se esfumaban al sentir que la necesitaba más que nadie. Sin embargo no me atrevía a ir a buscarla... tal vez ya estaba construyendo una nueva vida y yo no estaba en ella.

Mi teléfono celular vibró, así que sin tomar mucho interés lo saqué de mi bolsillo y contesté—

-Alo- Hablé—

-Tu hijo está por nacer—Habló la voz de Kibum—(TN) te quiere aquí—Completó. Sentí mi corazón acelerarse y una cierta emoción en el pecho. Corté sin contestar y busqué el número de la empleada para pedirle que viniera. Que le pagaría el doble pero que viniera. Ella aceptó y en menos de veinte minutos ya estaba allí. Le encargué a la niña y salí corriendo, en mi auto y en dirección al hospital. Al llegar bajé de prisa y corrí a la sala de partos. Busqué a las enfermeras y les pregunté por la paciente, logrando que ella me indicara en donde se hallaba.

Me quedé tras la puerta, con el corazón acelerado y los pensamientos enredados, volviéndome a confundir ¿Qué haré después de verlos? ¿Qué haré cuándo tenga a mi hijo en los brazos? ¿Nuevamente los voy a dejar?

Abrí la puerta viendo hacia al frente, en el preciso instante que todas las miradas se posaron en mí. La vi a ella recostada en la cama y con un bulto envuelto en colchas en los brazos. Me acerqué de prisa y la vi con ojos temblorosos. Sus ojos tenían grandes ojeras, su expresión marchita y un poco pálida—

-Kyuhyun—La oí susurrando con los labios temblorosos—

-Hola—Le saludé sin poder evitar sonreír—Ha pasado mucho—

Me incliné un poco y llevé la mano hasta el bulto que tenía en manos, descubriendo un poco el rostro del niño que tenía en brazos. Él tenía los ojos cerrados y las manos arrugaditas. Era tan pequeño que solo lo observé sonriendo—

-¿Tú crees que se parezca a mí?—Pregunté llevando la mirada hacia la de ella, quien me observaba en silencio—

-Se parece—Hablo después de unos segundos—Se parece demasiado a ti— Habló con cierta incomodidad y tristeza—Creí que no vendrías—

-¿Por qué?—Pregunté—Es mi hijo y... te he echado de menos. Bastante—Confesé al final. Su expresión reflejaba nostalgia. Se había quedado quieta y sin decir absolutamente nada... ¿Será que ella es ahora la que ya no me quiere en su vida?—

-Yo también... te he extrañado—habló muy despacio dejando caer sus lágrimas. Me incliné más y llevé las manos hasta su rostro para acariciarla. Había estado tan enfadado porque ella no había ayudado a su madre que ni siquiera había pensado con claridad, estaba ciego que no había notado que ella era la más afectada por no haber ayudado a su madre cuando la necesitó... después de todo, el principal culpable de todo soy yo.

Sexo con el amante de MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora