Capítulo 2

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En la actualidad...

Puedo oír a lo lejos voces, mis párpados me pesan demasiado para abrirlos y mi espalda duele supongo que mi mala posición para dormir no fue de mucho interés anoche. Es Brooke.

—La has cagado y en grande Max, muchas y créeme muchísimas merecemos mierda como está, pero no Julls. Entiendes NO Julls.

— Créeme que me siento como el pedazo de mierda más grande, pero las cosas no iban bien y ¡lo sabes!.

—Venga ya, cualquier pretexto pendejo ¿te lo voy a creer?. La tenías aquí donde querías, esperando por ti ¿no? Ese era tu plan. Ella dejó todo por ti Max, todo. Incluso su capacidad de elegir su propia felicidad por encina de la tuya y aun así la votas... es que si serás imbécil. No ha salido de la habitación desde que llegó anoche, y los niños me han preguntado que tiene.

—Mierda, los niños. ¿La han visto ya?.

—¿Es acaso que eres idiota?. No la han visto porque NO.HA.SALIDO.DESDE.QUE.LLEGO.

— ¿Y qué quieres que haga Brooke?, tampoco sé cómo lidiar con esto, no es como si hubiera planeado encontrar a alguien más.

Sé que Max esta tan perdido como yo, quisiera poder ser valiente salir y decirle que he olvidado todo, que no quiero que se sienta así. Pero no lo hago, espero ahí como la cobarde que soy detrás de esta puerta, porque por primera vez no tengo el valor de olvidar lo que me ha hecho.

—Lo mejor que puedes hacer es llevarte a los niños por hoy y mañana. Jull necesita esto y tu bien sabes que se lo debes.

— ¿Ella estará bien con esto?.

—Jull estará bien con esto, ve y dile a los niños que se preparen, están afuera.

Max odia que le digan que hacer, pero no se pondrá en contra de Brooke, no quiere causarme más conflictos, además de romper mi corazón. Escucho a Brooke suspirar.

—Eres un asco escuchando conversaciones ajenas, ¿lo sabías Julls?.

—Sabes que no tenías que hacer esto Brooke. Sólo tenía que dejar pasar y procesar esto. No es necesario que se lleve a los niños.

— ¿Te has visto en el espejo? Eres un asco Julls y te amo y todo pero que harás cuando tus hijos te pregunten que mierda te sucede. Digo, porque si parecer Mapache con ojos más rojos que el vino es de lo más normal y significa que estas bien te aviso que tus hijos no se lo creerán y lo sabes.

Tiene razón. Sólo asiento con mi cabeza y vuelvo a mi encierro.

—Y Julls. —Entre cierro la puerta.— Intenta lucir decente para cuando tus hijos vallan a despedirse de ti.

Hace unas cuantas horas creí que no era posible cambiar tanto. Patrañas, llevo dos cambios en menos de un día. Hice lo mejor que pude, jnos pantalones de chándal y una camiseta grande. Me lave y ate mi cabello en un moño alto. No puedo ocultar las manchas oscuras debajo de mis ojos, pero es lo suficiente pasable como para no levantar sospechas de mi estado de ánimo más oscuro que el café que prepara Brooke.

—¿Mamá? — James murmura mientras abre la puerta.

—En el baño.

—La tía Brooks dice que te encuentras mal— James no se lo cree. Para un niño de 10 años es demasiado (para mi gusto en situaciones como estas) perspicaz.

—Creo que fue la cena. Tengo como un dolor aquí.— señaló mi estómago haciendo una mueca.

James me observa sin decir nada. Lo sabe.

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