Necesito Tu Amor

Capítulo 5

El primer día de instituto todo resultó bien. Llegamos —por obra mía claro— a tiempo, el problema vino después cuando nos dimos cuenta de lo mal organizados que estamos en Chandelier, nisiquiera desayunan a la misma hora, la nevera o cualquier cosa de sustento humano es escaso!!

Prometieron hacer algo al respecto, y como no hubo movimiento alguno pues estoy aquí con Charlie y Shawn en modo demasiado ansiosos.

—Aquí dice que se debe de mantener en refrigeración.  
¿Podemos llevarla?.

—No. Sólo llevaremos las cosas que de verdad necesitamos             ¿recuerdan? Así que Charlie deja eso en su lugar quieres.

—Eres muy aburrida mejor amiga, como voy a mantener mis niveles de azúcar altos si a todo lo que quiero llevar dices que no.

—Los vegetales y carnes frías están en el pasillo junto a los lácteos.

—Gracias he sido ignorado.— Charlie comienza a arrojar cuanta cosa al carro.

— ¿ Podemos tener una compra normal?.— pregunta Shawn.

—No.— desimos al unísono

—Así que... Porque no me dices com es que tienes dos niños Julls. —sabía que esta conversación llegaría. Desde hoy en la mañana Charlie me ha dicho santo y seña de toda su vida. Incluso cuando perdió su virginidad, cosa que quisiera olvidar. Sus padres aún son demasiado conservadores

— ¿Conservadores?.— pregunté mientras intentaba buscar algo comestible. Exacto no hubo nada

Charlie se encoge de hombros
—Algo ridículo, ¿quién en estos tiempos piensa que el hombre necesariamente debe ser el macho alfa.? Tonterías! Llegue a casa y les dije mamá, papá he chupado la polla más grande y gruesa que se pueden imaginar y me encantó.

— ¿Estas de coña?! Y tus papas como lo tomaron, ¿qué te dijeron?— Pregunta Layla, como la persona no invitada a nuestra conversación. Ambos la miramos.

— ¿Qué? Yo también quiero saber.— chilla —Porque nunca me lo has dicho.

—Como sea, obvio me votaron de la casa después de que mi mamá se desmallo y negó que ninguno de sus hijos era un error. Eso no se los niego me dolió un poco pero no tanto como para decirles desde la puerta del jardín "Me gustan las pollas tanto como los brownies. Y si soy gay!", mi madre nunca me ha vuelto a hablar y papá pensó que si veía un buen coño olvidaría las pollas, cosa que se equivocó. Así que me volví parte del mundo y ahora estoy aquí soportando a uno que otro imbécil, pero soy libre y soy como soy.

— ¿No extrañas ir a casa? Murmuro lo suficiente alto para que la sala se quede en completo silencio.

—Nena, mi casa es donde estoy con personas que me aman y me aceptan como soy.— mueve su mano restandole importancia.
—Los demás se pueden joder.

—Entonces te quedarás parada y no me dirás nada.

—Conocía a Máx cuando tenía 13 años, nuestras familias pertenecían al mismo círculo social, fue más fácil involucrarnos.— tomo una lata de guisantes y mientras fisgoneo, intentó ocultar que no me importe tanto.— Máx es más grande que yo por 3 años, él y Mika iban todas las tardes a jugar detrás de la casa, fue fácil enamorarme de él, un año después comenzamos una relación formal, nuestros padres estaban maravillados de la vida por fin ambas familias unirían apellidos. La verdad estuve bien, mi padre accedió a mis clases de danza y canto después de la escuela si Máx iba por mi, era el sueño de cualquier chica de 15 años. Nunca tuvimos peleas ni mucho menos.