Capítulo 5 - Apartamento gamer

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Ya pasado ese momento incómodo con Betty la loca, el timbre de salida suena y todos los universitarios salimos con el paso acelerado. Me paseo entre la gente hasta llegar a un taxi que me llevase al centro comercial para encontrarme con Eva.

El camino se hace corto, debido a que me concentro en escuchar música y navegar por redes sociales, twitteando algunas cosas y respondiendo menciones.

Cuando ya el taxi me deja frente al centro comercial, le agradezco y pago lo debido para luego bajarme.

—Eeeeeevaaaa...—imito la voz de Wall-e y me escabullo detrás de ella, quien se encontraba mirando unas vitrinas.

—Capulla, me asustaste. —se ríe y nos saludamos— ¿qué tal la universidad?

—Anda pues nada mal. ¿Y tú? —guardo el móvil para empezar a caminar junto a ella.

—Estuve en la mañana con Ale, aún sigue mal. —pone una mueca y hago un puchero— pero ha ido Mangel a hacer de niñera. Anda, vamos.

Ambas como si fuéramos amigas de toda la vida nos paseamos tienda por tienda comprándonos una que otra cosa y burlándonos de la gente rarita que pasa a nuestro alrededor.

—Y entonces le dije; ''oye, esa camisa te hace ver gorda'' ¿y sabes qué hizo? ¡SE LA QUITÓ ENFRENTE DE TODOS! —dije para luego explotar de la risa junto a Eva, quien escucha mis anécdotas universitarias mientras comemos en McDonalds.

—Dios, que pasada...—toma una patata frita y se la mete a la boca.

—Dios, Evita, no sabes qué pasó hoy... una chica al parecer muy fans de los youtubers me paró en seco en la universidad al saber que tengo contacto con algunos...

—¿Algunos? ¿Eso incluye a Willy y...

—Rubius. —afirmo.

—Ah, vale. Rubén no suele darle mucha importancia a las locas de las redes sociales.

Asiento y entonces terminamos de comer para charlar unos minutos más. Ambas muy majas nos tomamos fotos para nuestro Instagram y obviamente algunos comentarios referentes hacia mi persona se hacen presentes. ¡Que os follen, desquiciadas!

—Am...Mia...¿me acompañas a hacer un mandado? —suena un poco nerviosa e intenta oprimir una risa. ¿Dafuq?

—Claro...

Salimos del centro comercial y el cielo ya comienza a oscurecerse y una cálida brisita de verano nada por el aire. Hostias, como amo estas épocas.

Tomamos un taxi el cual dividimos la paga justamente y nos lleva hacia una calle ubicada por el centro de Madrid que curiosamente es por donde queda mi piso.

—¿Qué haremos? —pregunto algo distraída mientras contesto un mensaje de mi madre en whatsapp.

—Vamos...

La sigo hasta un edificio de buena apariencia, ella saluda amablemente al conserje y me extraño un poco. ¿Este no es el edificio de Alexby? Pues parece que no...

Tomamos el ascensor hasta el piso 7 y nos paramos frente a una puerta de la cual provienen unos gritos extraños.

—¿A quién están violando? —pregunto extrañada pero chistosa.

—A nadie, capulla... —suelta una carcajada.

Ella toca tres veces y enseguida ésta se abre y un chico alto que sostiene una cámara en sus manos nos sonríe.

Heartbreaker (RUBIUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora