Capítulo 11.

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My Secret.


Vanessa.

Estaba sorprendida, y la verdad no podía ni siquiera imaginarme lo fuerte que había sido Grace al saber que Jules la violó, que Codd le hizo todo eso y ya aún estaba ahí esperando el preciso momento para vengarse de Codd. Era tan sorprendente. Hice una oración corta por Owen, porque a veces solía extrañarlo y ahora sabía que no se había suicidado, pero ahora también sabía que le gustaba el porno.

Jules y Chaz se quedaron afuera platicando, y yo caminé hacia la camioneta, que estaba algo lejos de donde habíamos estado hablando y ahí estaba Grace. Estaba bastante sudada y continuaba llorando desesperada. Puse mi mano sobre su cabello y ella comenzó a temblar demasiado. Le quité la bandana de la boca y comenzó a gritar. En dos segundos, Jules y Chaz salieron corriendo hasta donde estaba yo. Jules le dio una fuerte nalgada a Grace y ella se quedó tranquila. Le quité la bandana de los ojos y ella los abrió instantáneamente, los tenía rojos. Al vernos allí quedó con una cara de estupefacción nada normal, estaba llorando pero estaba sonriendo a la vez, sopló su nariz y nos abrazó a los tres con demasiada fuerza y comenzó a decir "Gracias Dios mío". No pude evitar sonreír también.

Nos alejamos de la camioneta y ella nos observó.

—Pensé que me habían secuestrado de verdad, pensé que me iban a matar, pensé que me iban a violar, pensé muchas cosas y no sabía que ustedes eran los que me habían traído hasta acá. Estoy tan sorprendida y a la vez tan feliz, cada segundo que pasaba en el aeropuerto consciente de que me iba a Manhattan y de que no los volvería a ver, me daban unas ganas de llorar inmensas y resulta que ustedes me sacaron de allí. Estoy tan feliz y no sé cómo agradecerles chicos —nuevamente nos abrazó.

—Tranquila, tuvimos que suspender nuestro viaje pero todo bien —dijo Chaz.

—Y arriesgarse a que Codd los viera, ¿Dónde está él? —frunció el ceño.

—Gracie, lo importante ahora es matar a Codd —sonrió Vanessa.

—Alguien explíqueme por qué Vanessa acaba de decir eso —dijo Grace.

—Ya le contamos, mi amor —sonrió Jules.

—Jules... —se puso de pie Grace.

Grace.

Me puse de pie y limpiando el sudor de mi frente abracé a Jules, lo abracé durante varios minutos. Sollocé contra su pecho y le balbuceé lo mucho que lo amaba, mientras él acariciaba lentamente mi cabello y besaba mi cabeza. Subí el rostro y le sonreí con mucha debilidad y tuve que besarlo, tenía la necesidad de besarlo demasiado, besarlo hasta cansarme, hasta que mis pulmones ardieran y así lo hice. Lo besé mientras acariciaba sus mejillas y él no se negó en ningún momento. Cerré los ojos dejando que la brisa chocara contra mi rostro mientras él besaba mi frente.

—Nada nos va a separar ahora, ¿Vale? Nada —le sonreí—. Te amo tanto, no tienes ni puta idea de todo lo que te amo y todo lo que me importas, mi amor —suspiré.

—Siempre juntos, mi amor —besó mis labios—. Siempre juntos.

—Bueno chicos, estamos varados bastante lejos de Maine, es mejor que nos vayamos antes de que oscurezca —asintió Chaz.

—No nos podemos ir a Winstonk. Codd me matará si me ve allá, él de seguro sabe que tú, Jules, me fuiste a buscar en el aeropuerto, así que no podemos irnos —fruncí el ceño.

—Cerca de aquí hay un hotel, podemos dormir allá esta noche —agregó Vanessa.

—Sí, claro. Vamos.

Al montarme en la camioneta de Chaz, saqué el teléfono que estaba apagado y lo encendí. Tenía 50 mensajes de Codd y 36 llamadas perdidas de él. Tenía 15 mensajes de mi mamá y 3 llamadas perdidas de un desconocido. Revisé los mensajes de Codd, maldiciéndome y preguntándome en dónde cojones estaba que el vuelo ya iba a salir. Quizás él no sabía que me habían "secuestrado" y nuevamente agradecí al cielo, al universo y a todo lo existente porque esto hubiese salido tan bien. No debía temerle a Codd, ambos sabíamos que ya no era el Codd Bing impresionante al que se le rendía honor, ya estaba a su nivel y él debía tenerme miedo a mí en dado caso de que yo le tuviese miedo a él.

Le mostré los mensajes y las llamadas a Jules y él solo puso sus ojos en blanco y se lo comentó a Chaz, que se rió por la inocencia de Codd. El hotel quedaba a media hora de donde nos habíamos parado y al llegar, prácticamente salí corriendo hacia adentro, quería ducharme.

Chaz pidió dos habitaciones, en una dormiría él con Vanessa y en la otra, Jules conmigo. Antes de ubicarnos en las habitaciones respectivas, Chaz dijo que nos ducháramos y que luego bajáramos para que fuéramos a comer en cualquier lugar, pero que estuviésemos listos y así fue.

Jules entró conmigo a la habitación y se acostó en la cama mientras yo me desvestía, sentía como sus ojos perseguían cada movimiento que yo realizaba y eso me gustaba, mucho. Al estar totalmente desnuda, abrí el armario de la habitación para ver si había algo de ropa, y sólo había un suéter y ropa interior, de hombre y de mujer. Eso era lo que utilizaría.

Tardé media hora duchándome, muy poco para lo que normalmente me tardaba y despejé el baño. Me vestí enfrente de Jules, pude sentir como su cuerpo se calentaba pero iba a ignorar eso, no era el momento de ponerse así. Me puse el suéter, el pantalón que había usado antes con mi ropa interior que había llevado pero había lavado ahí mismo.

Jules fue a ducharse, tardó quince minutos, al salir, yo estaba peinando mi cabello. Se vistió detrás de mí.

—¿Qué haremos, entonces? —volteé a mirarlo.

—¿De qué, amor? —frunció el ceño.

—Todo esto sobre Codd —alcé las cejas.

En ese momento, entraron Vanessa y Chaz sonrientes. Al ver nuestra cara de preocupación, su expresión se asimiló a la nuestra.

—Esto no es un descanso, chicos. Estamos acá porque no podemos ir a Winstonk, Codd en algún momento sabrá en donde estoy —suspiré—. Tenemos que armar el plan ya.

—Grace tiene razón —dijo Chaz sentándose en un sillón—. Lo primero que tenemos que hacer es contactar a Mike, él siempre ha sido el más inteligente y además, tiene otros tipos de contactos, no sé si me entienden.

—¿En serio van a matar a Codd? —preguntó Vanessa, preocupada.

—Antes de que él nos mate a nosotros, sí —agregó Jules.

—¿Por qué simplemente no lo denuncian? —continuó Vanessa.

—Vanessa, al denunciarlo ellos exigirán pruebas y nosotros podemos darles esas pruebas, ¿y qué pasará cuando comiencen a investigar, a indagar acerca de Zorretti? Se darán cuenta que nosotros también hacíamos parte de eso, y Jules y Chaz quizás más, con lo cual sólo conseguiremos que nosotros terminemos presos también, que no es la idea —agregué yo, Vanessa asintió comprendiendo.

—¿Y qué tal si tú regresas a Winstonk? —preguntó Chaz, observándome.

—Estaríamos arriesgando mucho a Grace —agregó Jules.

—Sí, pero bueno. Primero que nada vamos a llamar a Mike, que él vea como debe escaparse de Tara unos días, como es de esperarse de Codd, mañana llenará todo Maine de "Grace desaparecida" sólo para asegurarse de una cosa, si nosotros tenemos a Grace, ella volverá y nos matará tanto a Jules como a mí, así que debemos retener a Grace, y cambiarle la apariencia para que no parezca Grace Bledel de nuevo. Lo mejor quizás sea hasta irnos de Maine, chicos. Pero ese es otro tema, luego de que ya hablemos con Mike y estemos seguros de que Grace está segura, podremos proseguir, por ahora, sólo encarguémonos de pasar bien la noche —dijo Chaz, siempre hablando muy teóricamente.



My secret {el final}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora